Sarit¨ªsima, divorciad¨ªsima
A m¨ª no me gusta despertarme, sino que me despierten, y a ser posible que me despierte una jai. Esta temporada es Sarit¨ªsima la jai de guardia. Me llama muy de ma?ana Sara Montiel para contarme la cosa:-Que ya estoy divorciada, Paco. Que por fin me han divorciado.
-Eso cu¨¦ntaselo a Elena Duque.
Es lo primero que me ha salido, ustedes perdonen. Estaba dormido. Debe ser porque Elena Duque viene esta semana en Interviu con todas sus cirug¨ªas al aire. Alguien dice que Elena ha sustituido a alguien en el coraz¨®n de alguien. Lo cierto es que Sarit¨ªsima ya est¨¢ divorciad¨ªsima.
-Bueno, pues hay que celebrarlo, t¨ªa, a ver cu¨¢ndo ten¨¦is un detalle.
A mi querida Antonia le ha costado muchos a?os y muchas p¨²as conseguir el divorcio. Ahora parece que los socialistas, o quien sea, quieren llevar el tema al Parlamento, o como se llame ese sitio que hay por detr¨¢s de donde viv¨ªa Azor¨ªn, y que iba Franco todos los a?os, con gafas manoletinas, a decir que ¨¦ramos faro de Europa.
En Suiza votan estos d¨ªas el derecho al aborto. Claro que aqu¨ª somos la reserva espiritual y abortamos sin derecho. ?Para cu¨¢ndo un debate sobre el divorcio en la carrera de San Jer¨®nimo? Un poco m¨¢s abajo, en los Jer¨®nimos, casan al personal. Si hubiera ley de divorcio en las Cortes, la gente lo podr¨ªa pensar antes y algunas parejas no pasar¨ªan de los leones de bronce tomados al moro, con lo que nos ¨ªbamos a evitar el andar toda la vida paseando con nuestra viuda, como dec¨ªa Ram¨®n (sobre el que estoy escribiendo un libro que terminar¨¦ si las famosas dejan tranquilo el tel¨¦fono).
-Ahora voy a empezar mis experiencias prematrimoniales -dice la Montiel, haciendo humor de lo que te ha costado tan caro.
Somos una sociedad paleocristiana regida por leyes napole¨®nicas que Napole¨®n dictaba a sus escribas para desahogarse contra la mujer, en general, y contra Josefina, en particular. A todo este l¨ªo lo llaman valores eternos.
En cuanto cuelga la manchega Antonia Abad llama la uruguaya Margot Cottens:
Que nos pienses una pancarta contra De Arespacochaga, para salvar los chalets.
Aqu¨ª la tienes, querida Margot: ?Venimos a decir que no nos da la gana / de sacrificarnos al Area Metropolitana?. Jes¨²s de las Heras ha explicado muy bien en este papel el affaire hotelitos. Para salvar la intimidad de la familia, De Arespacochaga quiere dejar en la calle a unos miles de familias, o sea en la mism¨ªsima r¨²e, y para salvar la intimidad de la pareja se resisten a poner el divorcio, de modo que las parejas se odian hasta que el c¨¢ncer los separa.
Otra vez el tel¨¦fono. A ver si es b¨¢rbara Rey con un poco de suerte, ya que me han robado el sue?o. Es Jos¨¦ Luis Souto, o sea una decepci¨®n castrante. Pero Souto es un buen amigo al que me present¨® Pitita, y me dice, que es presidente de la junta directiva provisional de Adelpha (Asociaci¨®n de Defensa Ecol¨®gica y del Patrimonio Hist¨®rico-Art¨ªstico). Un poco largo, pero todo me parece poco para este chico, porque sabe mucho:
-A ver si nos echas una mano a nosotros y al Colegio de Arquitectos en el tema de la Alameda de Osuna.
Efectivamente, De Arespacochaga se ve que quiere vender cara su alcald¨ªa. Dicen que le ha dicho a Jes¨²s Suevos:
-Venderemos caras nuestras vidas, Jes¨²s.
Parecen el ?Guerrero, del Antifaz? y se?ora. A la Alameda de Osuna iban las parejas a entrar en relaciones y a los hotelitos, de Mateo Inurria se iban a vivir y fundar una familia, cuando los tiempos eran tiempos. Pero esta gente posfranquista o retrofranquista, que est¨¢ tan a favor de la familia, se quiere cargar todos los habitat familiares. Son incoherentes como todo el que no cree en nada. ?Para cu¨¢ndo una ley de divorcio sensata y actual? Porque no todas son Sarit¨ªsima ni se pueden pagar en tiempo y dinero la libertad que necesitan. Parece que el v¨ªnculo es m¨¢s indisoluble cuando hay menos pasta. De todos modos, a disfrutarlo, Antonia, hembra.
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