Con ganado serio, tres novilleros que apuntan al toreo bueno
Est¨¢bamos en que son los novilleros los que intentan revalorizar el toreo de capa. Y as¨ª fue el domingo en Las Ventas. L¨®pez Heredia recibi¨® al primero con ver¨®nicas de buena t¨¦cnica y su apunte de finura y garbo, y repiti¨® en un quit¨¦. Intentar¨ªa otro en el segundo, a la chicuelina, despu¨¦s de que Curro Luque se luciera por gaoneras.
Ocurre, sin embargo -as¨ª en esta novillada, como en casi todas- que estos toreros que empiezan, todo buena intenci¨®n, todo af¨¢n por lucir el repertorio, en cuanto hay dificultades se inhiben, seguramente porque consideran que es mejor no hacer las suertes si hay peligro de que les salgan deslucidas. Y se equivocan. El p¨²blico agradece, quiz¨¢ como ninguna otra cosa, la voluntad, y adem¨¢s el toreo, ?tantas veces se ha dicho!, empieza en el primer capotazo, de forma que el toro ser¨¢ en el ¨²ltimo tercio, en gran medida, el resultado de la lidia que haya recibido en los anteriores. Desde que salt¨® a la arena -hay que insistir-.
Plaza de Las Ventas
Cinco novillos de Eugenio Mar¨ªn Marcos, desiguales de presentaci¨®n pero con trap¨ªo; grandes cuarto y quinto ¡ªa su vez los m¨¢s dif¨ªciles¡ª; mansos; muy nobles primero, tercero y sexto. Y uno (segundo) del Jaral de la Mira, cuajado y exageradamente gacho, flojo y boyante. L¨®pez Heredia: Dos pinchazos. Otros dos muy bajos, media atravesada, intenta el descabello, rueda de peones (aviso) y estocada corta muy baja (algunos pitos). Media estocada (aviso y silencio). Curro Luque, debutante, del Puerto de Santa Mar¨ªa: pinchazo y estocada ca¨ªda, siempre perdiendo la muleta (petici¨®n minoritaria y vuelta al ruedo). Pinchazo perdiendo la muleta y estocada (aplausos y saludos). Pedro Mariscal, de Jerez, debutante: Bajonazo descarado (silencio), que se convierte en pitos, cuando saluda. Dos pinchazos y media estocada desprendida (vuelta al ruedo). Presidi¨® bien el comisario M¨ªnguez.
De todos modos el toreo de capa volver¨ªa m¨¢s adelante, con dos largas a porta gayola de Luque en el quinto (la primera m¨¢s bien plancha, para que no se le llevara por delante el novillo, que le entr¨® top¨®n), y en un quite de Pedro Mariscal al sexto, por chicuelinas. De manera que vimos en esta novillada m¨¢s lances que en las corridas con figuras, donde lo habitual es que no utilicen el capote, salvo para mordello.
Pero con la muleta tambi¨¦n hubo detalles, momentos de inspiraci¨®n, retazos de t¨¦cnica. L¨®pez Heredia hizo media faena a su muy noble primero con derechazos y naturales valientes y compuestos, y uno de pecho hondo. Pero le sali¨® el pelo del tremendista que lleva dentro, y la emprendi¨® a carreritas, parones y molinetes de rodillas, con lo que ech¨® a perder lo anterior. El cuarto, querencioso a tablas, embest¨ªa sin fijeza en el tercio y all¨ª porfi¨® demasiado Heredia, para obtener nada m¨¢s que pases sueltos. Muy avanzado ya el trasteo sac¨® a la res a los medios y la embestida tuvo mejor recorrido en una tanda de naturales aseados. M¨¢s, toreado de sobra, se acobard¨® el manso, volvi¨® a tablas, y el tremend¨ªsimo aflor¨® de nuevo, con giraldillas mirando al tendido y dos inopinados guantazos que, s¨²bitamente fuera de si, le arre¨® Heredia al morito. El cual se qued¨® lila, claro.
R¨¢fagas de buen toreo hubo en el segundo, noble y distra¨ªdo, pues Curro Luque, tras una pedresina en el platillo, le instrument¨® derechazos de trazo circular y naturales, en los que sobresalieron el temple y el acabado remate de los pases. En la lidia del quinto estuvo de mir¨®n este espada y se encontr¨® en el ¨²ltimo tercio con que el novillo ten¨ªa los mismos defectos de salida, pero m¨¢s acusados: prob¨®n, sin fijeza, la cara alta. Habr¨ªa necesitado ser un Domingo Ortega para solventar estos problemas. (A ver, escriba cien veces: el toreo empieza en el primer capotazo, el toreo empieza en el primer capotazo, el toreo...) Valent¨®n y voluntarioso, Luque no pudo ligar faena, y s¨®lo al final cuaj¨® dos ayudados por bajo muy toreros, que le dejan bien colocado para una pr¨®xima repetici¨®n.
No pudo Mariscal con el tercero, a pesar de que el novillo era noble. Se lo echaba encima, por rematar mal, pero citaba bien, y ese era un detalle a tener en cuenta. Sin embargo, setenciaba el personal: ? Est¨¢ muy verde.? Debi¨® madurar en el transcurso del festejo pues al sexto -otro noble animalote- le sac¨® dos tandas de derechazos y una de naturales con temple, cadencia y sentimiento, y los lig¨® con pases de pecho con la izquierda que fueron una filigrana. Estos pases de pecho -temple, mando, hondura- est¨¢n entre lo mejor que haya podido verse ¨²ltimamente en Madrid.
Los tres novilleros, con ganado muy serio delante, apuntaron al toreo bueno. ?Por qu¨¦ cerrar la plaza ahora, si hay con qu¨¦?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.