Arg¨¹elles sufre desatenci¨®n municipal y gubernativa

Los presidentes de las comunidades del Centro Arg¨¹elles se quejan de la falta de seguridad que existe en los patios de este centro y de la desatenci¨®n, por parte de las autoridades municipales y gubernativas, hacia este conflictivo centro de Madrid.En cuanto a las manifestaciones hechas por los asesores de la Asociaci¨®n de Empresarios de Comercio del Centro Arg¨¹elles (v¨¦ase EL PAIS del viernes y s¨¢bado pasados) referentes a que durante los dos ¨²ltimos meses la conflictividad en el centro hab¨ªa descendido notablemente, los presidentes de las comunidades se?alaron que tales declaraciones no corresponden a la situaci¨®n real de la zona. ?En primer lugar, queremos se?alar -explicaron- que los asesores no pueden hablar en nombre del vecindario de la zona. Ellos podr¨¢n representar a los propietarios de los bares, pero no a los de las viviendas.

Respecto a la actitud que algunas autoridades han tomado ante el conflicto y, en concreto, el concejal del distrito, los presidentes de las comunidades expusieron como ejemplo que cada vez que se va a abrir un nuevo local, se cursa una circular a cada propietario Vara conocer su opini¨®n al respecto. ? La respuesta sistem¨¢tica nuestra -continuaron- ha sido negarnos a la apertura de nuevos locales comerciales, y no se nos ha hecho caso ni una sola vez.?

Seg¨²n los presidentes de las comunidades de propietarios del Centro Arg¨¹elles, la base del problema y de las alteraciones que habitualmente se producen reside en ?la gran concentraci¨®n de bares que se ha producido en un reducido n¨²cleo de viviendas como ¨¦ste. El hecho de que junto a aproximadamente seiscientas viviendas se hayan tra¨ªdo m¨¢s de sesenta bares tiene que llevar forzosamente a una situaci¨®n como la actual, en la que los patios se han convertido en el lugar ideal de enfrentamientos entre bandas de todo tipo?.

Finalmente, los propietarios manifestaron que otro de los puntos a aclarar es que el Centro Arg¨¹elles no es un centro comercial como pretenden los propietarios de los bares, sino que se trata de un n¨²cleo de viviendas comunes por las que ellos han pagado cantidades como en cualquier otro centro de Madrid.