El Atl¨¦tico fue a lo pr¨¢ctico en Nantes
El Atl¨¦tico de Madrid cumpli¨® su objetivo en Nantes. Jug¨® buscando un resultado pr¨¢ctico y lo logr¨®. Incluso desperdici¨® la oportunidad de ganar al tirar mal un penalti Rub¨¦n Cano en el minuto 54. El equipo se preocup¨® siempre m¨¢s de cerrar huecos que de crear oportunidades de gol y el Nantes qued¨® as¨ª frenado demostrando ser un equipo simplemente aceptable.En la Copa de Europa el Atl¨¦tico se transform¨®. Olvid¨® el tener que jugar fuera de casa necesariamente a ganar y as¨ª tranquiliz¨® mucho su juego, siendo ¨¦ste, por tanto, de un a mayor plasticidad. S¨®lo dej¨® en punta a Aguilar y Cano, pasando a Ayala a una posici¨®n atrasada con Alberto y Leal a los extremos y quedando el centro en beneficio de Marcial, que se convirti¨® as¨ª en el ¨²nico conductor del equipo. Este jug¨® a placer y lo hizo bien. Se vio libre de marcaje porque su par fue Michel, el motor del Nantes, y ambos no estuvieron excesivamente preocupados del juego del rival.
El resultado fue bueno para el Atl¨¦tico de Madrid, pero enga?oso. Pudo ganar, pero un penalti no deja de ser una azar del juego. Se defendi¨® bien, pero atac¨® sin efectividad. El gol lleg¨® como producto de un c¨®rner y un fallo defensivo del contrario y la jugada del penalti no llevaba ya peligro para el Nantes, pues Cano, protagonista del mismo, ya hab¨ªa rematado al aire al emparedarle dos contrarios.
En la primera parte el Atl¨¦tico apenas se acerc¨® a la meta francesa y Demanes qued¨® in¨¦dito. En la segunda, s¨®lo Aguilar lleg¨® una vez de manera clara al ¨¢rea. El Atl¨¦tico demostr¨® una peque?a recuperaci¨®n por la manera en que plante¨® el encuentro, pero sigue sin resurgir la brillantez de sus contraataques que le convirtieron en un peligroso rival temporadas atr¨¢s. Marcial movi¨® bien el equipo, pero Leal qued¨® relegado a una labor m¨¢s sorda de lo que quiz¨¢ se merezca. Se organizaron contraataques, a veces en superioridad num¨¦rica con la defensa, pero sin velocidad alguna en los metros finales.
El Nantes jug¨® aceptablemente. Sus jugadores de ataque estuvieron muy bien sujetados y s¨®lo Michel pudo mover a su gusto al equipo. Tuvo alguna oportunidad de marcar en el ¨²ltimo cuarto de hora de la primera parte, pero Reina se mostr¨® muy acertado, y en la segunda, los nervios atenazaron la inteligencia de sus jugadas. En resumen, que le result¨® muy complicado al Nantes superar las t¨¢cticas del Atl¨¦tico. La defensa francesa no pareci¨® todo lo buena que debe de ser la de una selecci¨®n nacional. Sus hombres del centro del campo no dejan de ser unos luchadores natos, con Michel como ¨²nico polarizador de todas las jugadas, y su ataque tiene cierta brillantez por la velocidad con que juegan el bal¨®n los puntas, pero no tienen la genialidad, a excepci¨®n de Lacombe, de salvar en un palmo de terreno a sus respectivos marcadores cuando ¨¦stos est¨¢n encima de la jugada.
El Nantes no es rival para el Atl¨¦tico jugando ¨¦ste medianamente bien. A igualdad de capacidad de lucha entre todos los jugadores, la balanza se inclina hacia los rojiblancos por su mayor t¨¦cnica y calidad. Si Cano hubiera acertado en el penalti, la eliminatoria hubiera quedado Pr¨¢cticamente sentenciada, pero dispar¨® a media altura en vez de hacerlo por bajo, que es por donde: el meta franc¨¦s es batible debido a su elevada estatura.
En los ¨²ltimos minutos, los madrile?os pasaron ciertos apuros, porque el Nantes se les ech¨® encima y Marcial fue sustituido por Bermejo, con lo que le vino abajo el poder constructivo del equipo. Cuando Herencia salt¨® al campo, tres errores del jugador estuvieron cerca de costar un disgusto a los rojiblancos. Acus¨® la responsabilidad y el tener que afrontar una importante misi¨®n sin apenas tener tiempo de entrar en juego.
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