Arabia, potencia mundial gracias al petr¨®leo
A los 45 a?os de que Arabia Saudita naciera como Estado en su actual configuraci¨®n, ocupa un lugar de primer orden en el mundo internacional. La clave reside en el hecho de que el 30% de las reservas mundiales evaluadas de petr¨®leo se encuentran en su subsuelo. Inmediatamente despu¨¦s de la unificaci¨®n, conseguida en 1932 por lbn Saud, padre de los tres monarcas que le han sucedido hasta ahora, as¨ª como del actual pr¨ªncipe heredero, apareci¨® el petr¨®leo. Doce a?os despu¨¦s, con posterioridad a una importante entrevista de Ibn Saud con Roosevelt, se crea la Aramco, base de la actual riqueza saudita.
Desde el fin de los 50, Arabia desarrolla un programa de modernizaci¨®n. Hoy el pa¨ªs est¨¢ inmerso en su segundo plan quinquenal (1975-80), para el que est¨¢n presupuestados m¨¢s de once billones de pesetas, que, seg¨²n muchos expertos, dif¨ªcilmente podr¨¢n invertirse en su totalidad.La poblaci¨®n de Arabia Saudita se aproxima a los nueve millones de personas, entre las que existe numerosa poblaci¨®n emigrada (yemen¨ª. surcoreana, pakistan¨ª, india, filipina ... ). El pa¨ªs ocupa una extensi¨®n cuatro veces m¨¢s grande que la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica.
Una familia real formada por m¨¢s de- 2.000 pr¨ªncipes, a los que Feisal y Khaled han recortado convenientemente sus extraordinarios gastos, constituye la base y centro del poder del reino. A su lado, una clase tecnocr¨¢tica de la que son buenos representantes Yamani, ministro del Petr¨®leo, y Nazer, ministro de Planificaci¨®n, gobierna este pa¨ªs.
Feisal, hijo de lbn Saud, gobern¨® Arabia y condujo su primera fase de desarrollo y ascenso en el universo pol¨ªtico, entre 1964 y 1975. En ese a?o fue asesinado por un miembro de segundo rango de la familia real, quejoso de los recortes presupuestarlos impuestos por el Rey. La crisis se resolvi¨® inmediatamente, por acuerdo de la familia real. Mohamed, el mayor de los 34 hijos de Ibn Saud, renunci¨® a la corona para dar paso a Khaled. A los 64 a?os, el actual rey aparece como un hombre plenamente identificado con el Cor¨¢n y el desierto. Es el ¨²nico de los hermanos que no ha estudiado en el extranjero, est¨¢ considerado como hombre conciliador y sagaz. Desde los a?os cuarenta ha permanecido largas temporadas en el desierto, dedicado a la caza y a la agricultura. Tiene una sola esposa y cinco hijos de ella. Es el rey quien reina, aunque su salud est¨¢ quebrantada. El pr¨ªncipe heredero, Fahd, tambi¨¦n hijo de lbn Saud, es el viceprimer ministro y quien en realidad gobierna. Con 55 a?os, es un hombre avezado en la pol¨ªtica que representa una l¨ªnea desarrollista.
La rigurosa observancia del Cor¨¢n hace dif¨ªcil la vida de los Occidentales en el pa¨ªs. NI carne de cerdo, ni bebidas alcoh¨®licas son productos de consumo. La mujer est¨¢ relegada absolutamente, y en raras ocasiones pasea por las calles con parte alguna descubierta. Puertos y otros medios de comunicaci¨®n aparecen congestionados, aunque las inversiones en Infraestructuras son cuantiosas y eficaces. El alquiler de una sencilla vivienda cuesta m¨¢s. de 100.000 pesetas al mes, con pago anticipado de a?o y medio. En medio de este ambiente, los productos de consumo occidentales, desde relojes suizos de la mejor calidad a biberones y pa?ales franceses, pueblan los escaparates de las desarrapadas tiendas de las ciudades. Agua mineral francesa y sidra suiza coexisten con la Coca-Cola y la cerveza sin alcohol. Las ciudades carecen de centros de entretenimiento. El clima es duro. Los hoteles est¨¢n en fase de desarrollo y a precios de hasta 10.000 pesetas noche. En este marco se desarrolla uno de los planes de desarrollo m¨¢s importantes, una de las competencias internacionales m¨¢s apretadas.
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