Historia de unas falsas ilusiones
La historia de las relaciones comerciales entre Espa?a y Arabia Saudita ofrece una serie de espejismos espa?oles a lo largo de los ¨²ltimos cuatro a?os. Las relaciones diplom¨¢ticas se establecieron a partir de 1948, con rango de embajada en 1954. La cordialidad puede decirse que ha presidido estas relaciones diplom¨¢ticas, aunque es cierto que l¨®gicamente no han sido muy intensas. La crisis del petr¨®leo, con la espectacular subida de precio y el protagonismo de los pa¨ªses productores en la venta de crudos, llev¨® a primer plano los contactos de Espa?a con Arabia Saudita.En 1974, una visita de los Pr¨ªncipes de Espa?a abri¨® oportunidades pol¨ªticas que no produjeron demasiados frutos en las relaciones entre! ambos pa¨ªses. En estos momentos, las relaciones diplom¨¢ticas son. consistentes, aunque el paso al nivel de los negocios es dif¨ªcil. Mientras los espa?oles, al menos hasta ahora, creyeron que la ayuda saudita ser¨ªa una simple decisi¨®n pol¨ªtica de la cabeza del Estado, los sauditas siguen pidiendo ofertas, comparando precios y calidades y mirando con recelo operaciones de financiaci¨®n barata o de inversi¨®n directa.
La reciente visita del pr¨ªncipe Fadh a Madrid con una misi¨®n saudita, los contactos previos de alto nivel mantenidos por personas pr¨®ximas al Rey, como Manuel Prado o Francisco Jim¨¦nez Torres, en Londres, parec¨ªan haber abierto una brecha pol¨ªtica de colaboraci¨®n m¨¢s intensa.
La visita a finales de julio de los ministros sauditas de Planificaci¨®n e Industria y Electrificaci¨®n a Madrid supuso una marcha atr¨¢s en los pasos anteriores. El cambio de Gobierno espa?ol operado en aquella fecha, la urgencia del programa econ¨®mico espa?ol, y la intensidad de la pol¨ªtica interior no aconsejaban esta visita, que se celebr¨® con graves fallos de protocolo, con improvisaci¨®n y, finalmente, con un balance poco positivo. La creaci¨®n de un banco hispano saudita, a¨²n en estudio, aunque entonces se dio por hecho, fue lo ¨²nico consistente de las reuniones.
La operatividad del banco Hispano Arabe, que aparece como un buen instrumento de intercambios, la informaci¨®n rec¨ªproca sobre necesidades y posibilidades y la toma de contacto de empresarios espa?oles con sauditas pueden ser buenos resultados de este viaje.
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