El valor de la iron¨ªa

Raza, el esp¨ªritu de Franco junto con Tigres de papel puede considerarse como el filme revelaci¨®n del pasado certamen de San Sebasti¨¢n. Los dos supon¨ªan una nueva forma de ver, hacer y pensar el cine en Espana; cada cual en su estilo y a su manera, ambos como representantes de un arte de hoy, espa?ol y, sobre todo, nuevo, obteniendo el d¨ªa de su presentaci¨®n dos claros y rotundos ¨¦xitos.Como todos sabemos, la iron¨ªa es arma de mentes civilizadas o por lo menos l¨²cidas. La panoplia de las viejas ideas, suele nutrirse en estos casos de mensajes mesi¨¢nicos, im¨¢genes de archivo, pasando nostalgias mal encubiertas o futuros peligros para quien no comulgue con los propios ¨ªncubos. Gonzalo Herralde, en cambio, tan s¨®lo con la iron¨ªa, es decir, con bastante inteligencia, ha construido un filme sobre las ruinas de otro filme que debi¨® servir de ejemplo en su tiempo para todas las familias espa?olas, mostr¨¢ndonos no s¨®lo lo que cierto cine tiene de perecedero, sino c¨®mo incluso ese cine puede volverse del rev¨¦s, por irreversible que si realidad nos parezca.

Dejando hablar a la hermana de Francisco Franco, guionista de Raza y a Alfredo Mayo, protagonista principal, a ratos con humor y a ratos justific¨¢ndose, distanci¨¢ndolos en el tiempo o acerc¨¢ndolos hasta momentos actuales, el realizador despierta el inter¨¦s, provoca: el paso de lo trivial a lo trascendental con aparente facilidad, reconstruyendo un momento del acontecer inmediato de Espa?a que concluye con una declaraci¨®n de principios que, como un c¨ªrculo cerrado, pone fin a la historia en el mismo lugar donde comienza.

La vida de la familia Franco por un lado, sumada a la del h¨¦roe de tanto cine de ficci¨®n pol¨ªtica, desmitificado por sus propias palabras y el paso implacable de los a?os, componen un mosaico fundamental para el conocimiento de cierto tipo de realidades y razones mal conocidas o expuestas vagamente en intentos similares anunciados como reveladores y reducidos a la hora de la verdad a puras y singulares pretensiones.

Por el contrario, el filme de Gonzalo Herralde nos acerca a un cap¨ªtulo de nuestra historia actual, que a todos nos ata?e, presentando unos hechos tal como fueron y a la vez tal como quisieron hac¨¦rnoslos ver, mostrando ?la verdad oculta tras todo un aparato discursivo que el mismo Franco estableci¨®?.