Confesiones y lim¨ªtes de un siquiatra ortodoxo
Emilio Rodrigu¨¦, siquiatra argentino sobradamente conocido por sus interesantes aportaciones al sicoan¨¢lisis ortodoxo, pretende a trav¨¦s de su experiencia profesional, concretada en 50.000 horas de entrevistas con distintos pacientes, hacer una meditaci¨®n sobre el sicoan¨¢lisis y sus aspectos positivos y negativos.El Paciente, con may¨²scula, es a su vez la s¨ªntesis de todos los pacientes, de todos los problemas de quienes se han sentado en su div¨¢n esperando vanamente una soluci¨®n que, seg¨²n Rodrigu¨¦, el sicoanalista no puede darle. El paciente de las 50.000 horas es al mismo tiempo el reconocimiento de los l¨ªmites de un siquiatra, el c¨®mo su campo de comprensi¨®n se va reduciendo, anquilosando. La gravedad que ha supuesto hist¨®ricamente la distinci¨®n entre conceptos tales como sicologia y sicopatolog¨ªa, que a?os m¨¢s tarde ha venido a subsanar la antisiquiatr¨ªa.
El paciente de las 50
000 horasEmilio Rodrigu¨¦. Editorial Fundamentos. Madrid, 1977
Rodrigu¨¦ medita en las breves p¨¢ginas de este libro sobre su experiencia como sicoanalista ortodoxo, y en qu¨¦ manera con el paso del tiempo fue encontrando el sicoan¨¢lisis que se practicaba como algo muerto, maquinal. As¨ª, el libro, sobre todo en su segunda parte, representa un esfuerzo ?por superar el error del sicoan¨¢lisis ortodoxo?, que es en ¨²ltima instancia el de haberle quitado materialidad al sicoan¨¢lisis, consiguiendo con ello su desvitalizaci¨®n.
Distingue as¨ª Rodrigu¨¦ entre dos desviaciones en la historia del movimiento sicoanal¨ªtico, una a la izquierda de Freud, que estar¨ªa representada por Reich, otra a la derecha, que potencia la palabra, y que estar¨ªa representada por Lacan. ? La dial¨¦ctica de estos extremismos es sumamente enriquecedora -nos dice Emilio Rodrigu¨¦- si uno se sabe colocar en la posici¨®n que, tomando las palabras de Kesselman, llamar¨ªamos de ultracentro.?
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