Se crean grupos de "no violentos" en Espa?a
?Guardia amigo, guardia hermano; ayer me dabas palos; hoy miras desconfiado; ma?ana me dar¨¢s la mano.? De nada sirvieron estas y otras frases similares escritas en los carteles que colgaban del cuello de los manifestantes. Las fuerzas del orden p¨²blico cargaron contra ellos. Sin embargo, algo extra?o ocurri¨®, los manifestantes no huyeron ni opusieron resistencia. Se limitaron a aguantar los golpes y a ser detenidos. Eran los no-violentos. El primer objetivo estaba cumplido. Nadie puede golpear a un semejante y quedarse tan tranquilo si ¨¦ste no se defiende. Los no-violentos provocan, al menos, desconfianza.
?El Grupo de Acci¨®n no Violenta de Madrid se constituy¨® hace aproximadamente un a?o?, nos dice representantes de este movimiento. ?Por las actuales circunstancias pol¨ªticas, nuestras actividades se han centrado en la lucha por la objeci¨®n de conciencia. Hay que aclarar que no basta con ser pacifista, objetor o antimilitarista para ser no-violento. La no-violencia es una forma de concebir y vivir la vida. Impregna todas las actividades de la persona. Exige una radicalidad total en el respeto a la verdad, a la dignidad e integridad de la persona, una dedicaci¨®n firme a la causa de la justicia y una vida austera. La no-violencia supone una filosof¨ªa de la vida que no est¨¦ disociada de ninguna de las actividades diarias, ya sean laborales pol¨ªticas, familiares, etc¨¦tera.?Pero los no-violentos no s¨®lo renuncian a la violencia en abstracto sino tambi¨¦n a su propia violencia. Gandhi, el gran inspirador e impulsor de este movimiento, afirmaba que ?la verdad se da a conocer, no por los sufrimientos que se infligen a los dem¨¢s, sino por los que uno mismo se impone?. Con este autosacrificio los no violentos esperan conseguir una reflexi¨®n en el opresor de manera que una situaci¨®n injusta determinada desaparezca por voluntad de quien la produce. Los medios para conseguir esa meta pueden sintetizarse en las siguientes acciones: denunciar cualquier situaci¨®n injusta. No cooperar con el opresor, lo cual conduce inevitablemente a la desobediencia civil tipo la objeci¨®n de conciencia y crear instituciones alternativas como las que en el ejemplo mencionado, con los servicios civiles.
Los no-violentos persiguen un sistema social que podr¨ªamos encuadrar en un socialismo de rostro humano. Marxistas y cristianos, junto con otras tendencias diversas, luchan codo a codo por una sociedad no violenta, sin clases, una sociedad socialista autogestionaria.
?Nuestra t¨¢ctica?, declaran los miembros del Grupo de Acci¨®n no Violenta de Madrid, ?no implica que condenemos a los grupos oprimidos que para liberarse han emprendido el camino de la violencia. Sencillamente, nosotros no compartimos ni creemos en esta v¨ªa, ya que la violencia genera violencia. Queremos convencer y no vencer. Pero en el fondo nuestros objetivos son los mismos: lograr la liberaci¨®n del hombre?.
La lucha de los no-violentos de Madrid se centra actualmente en el campo de la objeci¨®n de conciencia ante el servicio militar, en la lucha ecologista, colaborando activamente con la Federaci¨®n del Movimiento Ecologista, y en el sector de la defensa de los derechos humanos.
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