El cancionero de Segovia

A lo largo de los siglos XV y XVI, los m¨²sicos espa?oles, recogiendo la tradici¨®n hispana medieval y en contacto con las corrientes m¨¢s avanzadas de Europa, fijaron definitivamente una escuela polif¨®nica religiosa y profana, enormemente atractiva y caracter¨ªstica de nuestra Pen¨ªnsula. La mayor parte de esta m¨²sica se contiene en diversas colecciones recopiladoras, cuyo material ha sido objeto de estudio por los music¨®logos desde mediados del pasado siglo.

El impresor segoviano Vicente Acero ha logrado una verdadera joya bibliogr¨¢fica con la edici¨®n facsimilar del Cancionero de la catedral de Segovia, que ha costeado la Caja de Ahorros y Monte de Piedad. de la capital castellana para celebrar dignamente los cien a?os de su existencia. El magn¨ªfico volumen viene prologado por el director de la, Caja, se?or Albertos, por el marqu¨¦s de Lozoya, por el can¨®nigo archivero de Segovia, don Hilario Sanz, y por Ram¨®n Perales, director del Cuarteto Renacimiento.

El Cancionero de Segovia se contiene en un c¨®dice manuscrito que fue descubierto el a?o 1922 por el music¨®logo Higinio Angl¨¦s en el archivo catedraficio. Al parecer, proced¨ªa del Real Alc¨¢zar y fue cedido a la catedral en ¨¦poca indeterminada, anterior a 1862, pues se salv¨® del incendio.de las estancias reales del Alc¨¢zar en esa fecha. El mismo Angl¨¦s, que estudi¨® este importante c¨®dice musical, asegura que, fue copiado casi en su totalidad por un solo amanuense. Unicamente desde el folio 207 (consta de 228) hasta el final interviene otro copista.

La recopilaci¨®n contiene 204 composiciones y deja bien claro el predicamento que tuvo la m¨²sica en la corte de los Reyes Cat¨®licos en Castilla. La reina Isabel era muy aficionada y se hac¨ªa acompa?ar de numerosos poetas y m¨²sicos. Gustaba de o¨ªr canciones y villancicos profanos en su c¨¢mara. Los motetes y cantos religiosos estimulaban su devoci¨®n. Su hijo, el malogrado pr¨ªncipe don Juan, tuvo a gala cantar junto a los mozos de su propia capilla y' d¨ªcese que en sus aposentos se pod¨ªan contemplar un clavi¨®rgano, ¨®rganosy clavic¨ªmbalos e clavicordio e vihuelas de mano e vihuelas de arco eflautas; e en todos estos instrumentos sab¨ªa poner las manos... Otras referencias a los ministriles de la corte castellana nos confirman la existencia de capillas musicales espa?olas algunos a?os antes de la llegada del emperador Carlos y su capilla flamenca. Destaquemos en este per¨ªodo al vasco Juan de Anchieta, maestro del infante don Juan, y Juan del Enzina.