La "cabeza" de Pablo Iglesias, enterrada en un lugar desconocido de Madrid
Ahora se han cumplido los 41 a?os de la muerte de Emiliano Barral. Su recuerdo no es s¨®lo el de un artista que los cr¨ªticos ponen en primer plano entre los retratistas es pa?oles. Emiliano Barral fue el creador de las milicias segovianas, que paralizaron los avances de las tropas franquistas en un lugar llamado El Basurero. Cuando visita ha a sus soldados en las trincheras, Barral recibi¨® en la cabeza un disparo de mortero y falleci¨® antes de llegar al hospital de Madrid, desde donde sali¨® luego uno de los entierros m¨¢s emotivos de aquella ¨¦poca de la historia de Espa?a.No es s¨®lo la cabeza de Pablo Iglesias la que ha permanecido enterrada o escondida durante estas ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas. Hay restos de aquel monumento racionalista que, quiz¨¢ est¨¢n ocultos en el Almac¨¦n de la Villa o en los dep¨®sitos que el Ayuntamiento de Madrid tiene en la Casa de Campo. All¨ª hay partes de otras obras y no es demasiado atrevido pensar que lo que queda de aquel homenaje a Pablo Iglesias pueda hallarse en ese escenario deprimente.
El PSOE sabe d¨®nde est¨¢ la cabeza esculpida de Pablo Iglesias. Todav¨ªa no quiere revelar el secreto. La cabeza no es un elemento escult¨®rico suficiente para llevar a cabo una tarea de reconstrucci¨®n del monumento de Barral, a pesar de la val¨ªa singular de ese busto. Si no se hallaran otras piezas, el partido citado podr¨ªa pensar en la convocatoria de un concurso de ideas de las que salga un nuevo pante¨®n. La obra de Barral tendr¨ªa que estar presente sin excusa entre los elementos de la idea premiada. Emiliano Barral ten¨ªa cuarenta a?os cuando muri¨®. Su extraordinar¨ªa personalidad, dice su hermano Pedro, empez¨® a advertirse cuando s¨®lo ten¨ªa doce. Las Milicias segovianas fueron una creaci¨®n natural. ?Mi hermano ten¨ªa un gran poder de atracci¨®n y era capaz, a pesar de su car¨¢cter de artista, de tomar decisiones r¨¢pidas y valientes.?
El autor del monumento a Iglesias estuvo mezclado en las divisiones que se produjeron dentro del Partido Socialista y que trajeron consigo la creaci¨®n del Partido Comunista de Espa?a, pero quienes le conocieron rechazan todo uso partidista del escultor. Por eso la familia insiste en que toda rememoraci¨®n de Emiliano Barral debe ser cultural. Como dice Pabl¨® Garc¨ªa Fresnillo, un artista que conoce de cerca la obra de Barral, hay aspectos de su trabajo que permanecen en la penumbra. En el mismo monumento a Pablo Iglesias hab¨ªa una obra de gran belleza llamada por Barral Trofeo homenaje a las herramientas. Aprendi¨® a esculpir en Madrid, con el escultor granadino Juan Crist¨®bal. Antes de hacer el monumento en honor del fundador del Partido Socialista -?la cumbre de su arte?, de acuerdo con el se?or Garc¨ªa Fresnillo- hab¨ªa hecho en piedra rosada un busto de su amigo Antonio Machado. ?Y la agria melancol¨ªa/ de una so?ada grandeza/ que es lo espa?ol (fantas¨ªa/ con que adobar la pereza), fue surgiendo de esa roca./ que es mi espejo?, fue parte del comentario que en forma de soneto escribi¨® Machado para agradecer esa escultura cavada en piedra dura, ?en piedra para no ver?.
Las gestiones que ha hecho el Partido Socialista Obrero Espa?ol para recuperar del olvido la memoria de Emiliano Barral fueron aceleradas por el descubrimiento de que el busto no se ha perdido. Jos¨¦ Luis Souto, del departamento cultural del PSOE, no nos dio ayer ning¨²n dato concreto sobre lo que el partido se propone hacer con el monumento. Existen varias hip¨®tesis. La reconstrucci¨®n a la que ya hemos aludido parece dif¨ªcil porque el racionalismo monumentalista a que obligar¨ªa la obra de Barral no parece practicable. En cualquier caso, se insiste en que el emplazamiento de cualquier idea que salga adelante debe ser el parque del Oeste de Madrid. La familia de Barral ve en la recuperaci¨®n del monumento la mejor manera de rescatar al que fue capaz de impedir el avance de las tropas de Francisco Franco y al que fue autor de los mejores retratos en piedra que se hicieron en la Espa?a de los a?os treinta.
Entre ellos figuran los que hizo de los doctores Gregorio Mara?¨®n, Novoa Santos y Bastos. Este ¨²ltimo fue el que le asisti¨® en el Hospital Palace de Madrid, cuando Emiliano Barral regresaba de la guerra para morir aquel 21 de noviembre. La maestr¨ªa de Barral con la piedra no le vino s¨®lo de su contacto con el escultor granadino que le ense?¨® a esculpir en la calle de don Ram¨®n de la Cruz. Su padre y su abuelo hab¨ªan sido maestros canteros. A los ocho a?os, el autor del monumento a Pablo Iglesias ya hab¨ªa empezado a modelar en arcilla. A los catorce a?os hab¨ªa estado en varias poblaciones espa?olas, en Par¨ªs y en Marsella. Entre los diecisiete y los veinte a?os, como recuerda Pablo Garc¨ªa Fresnillo, realiz¨® en Sep¨²lveda una serie de obras funerarias en piedra amarilla.
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