Contradicci¨®n

El deporte espa?ol es una continua contradicci¨®n. Mientras todos nos hemos alegrado de la clasificaci¨®n para el Mundial de f¨²tbol, las cr¨ªticas se han sucedido por las primas desorbitadas que van a cobrar los jugadores. Todo el mundo se hubiera quejado en caso de derrota y de hecho se queja del nivel deportivo y de educaci¨®n f¨ªsica existente en el pa¨ªs. Pero en el borrador de la Constituci¨®n no hay la m¨¢s m¨ªnima alusi¨®n al deporte y, salvo casos excepcionales, pocos padres de familia ponen su granito de arena para que sus hijos hagan el deporte y la educaci¨®n f¨ªsica que el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia no ha hecho obligatorio y fundamental en los centros de ense?anza. La falta de mentalidad deportiva en Espa?a es grave y raramente se encamina uno hacia el ejercicio, escud¨¢ndose en los horarios, en el aperitivo, en el whisky o en cualquier otra diversi¨®n. Pero m¨¢s grave todav¨ªa es que es la mentalidad negativa incide direct¨ªsimamente en la parte econ¨®mica, tan vital. En efecto, mientras en otros paises el dinero- que llega del Estado o de cualquier otra fuente para el deporte genera m¨¢s dinero, en Espa?a no. Las quinielas son la ¨²nica panacea, y bastante lucha tiene el Consejo de Deportes para que no se recorte su presupuesto. Aqu¨ª las donaciones de empresas, bancos- o particulares son un espejismo. Pero luego se quieren medallas. Todo ello es un justo reflejo del mismo desinter¨¦s que tiene el Estado sobre el tema.