Importante cambio en la pol¨ªtica de EEUU sobre Oriente Pr¨®ximo

En v¨ªsperas de su viaje a Oriente Pr¨®ximo, el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, expres¨® el total apoyo de su Gobierno a la reuni¨®n de El Cairo y admiti¨® que la paz podr¨ªa llegar a la conflictiva zona por caminos distintos de la conferencia de Ginebra, lo que se interpret¨® en los medios pol¨ªticos como un importante cambio en la postura de Estados Unidos respecto al conflicto.

?Apoyamos la conferencia de El Cairo, que puede ser una piedra angular para la consecuci¨®n de un acuerdo de paz?, dijo ayer Cyrus Vance en una conferencia de prensa celebrada en el Departamento de Estado. El jefe de la diplomacia norteamericana a?adi¨® que ?Sadat y Begin han abierto una brecha y nosotros intentaremos ayudar en lo posible para ampliar esta abertura?.Vance admiti¨® que ?es posible alcanzar un acuerdo sin que se celebre la conferencia de Ginebra?, aunque matiz¨® que ?para ello, todas las partes implicadas deben mostrar su voluntad de conseguirlo?. Estas declaraciones contrastan con la posici¨®n oficial de la Administraci¨®n Carter, que hasta ahora consisti¨® en favorecer la reapertura de las conversaciones de Ginebra, sin conceder m¨¢s que una importancia relativa a la cumbre de El Cairo.

Vance partir¨¢ hoy con destino a Bruselas, para asistir aIl¨ª a la reuni¨®n de los ministros de la OTAN y continuar¨¢ desde la capital belga su viaje a Oriente Pr¨®ximo, con escalas en El Cairo, Jerusal¨¦n, Beirut, Damasco, Amman y Riad.

?Sadat y Begin han roto las barreras sicol¨®gicas que hab¨ªan impedido el progreso hacia la paz en Oriente Pr¨®ximo?, dijo Cyrus Vance, quien a?adi¨® que ?de resultas de ello ha empezado un proceso irreversible?.

El viaje de Cyrus Vance y sus declaraciones de ayer parecen confirmar la impresi¨®n existente desde hace unos d¨ªas en la capital federal de que la Administraci¨®n Carter est¨¢ procediendo a un examen en profundidad de su pol¨ªtica hacia Oriente Pr¨®ximo, que se traducir¨ªa esencialmente en un abandono del apoyo, hasta ahora total, de la reapertura de la Conferencia de Ginebra y en una actitud m¨¢s flexible, en la que se aceptar¨ªa cualquier iniciativa considerada capaz de producir progresos en la causa de la paz.

Con las relaciones diplom¨¢ticas rotas entre Egipto y los pa¨ªses ¨¢rabes m¨¢s radicales, parece imposible, por el momento, conseguir la presencia de una delegaci¨®n unificada de los ¨¢rabes en Ginebra, por lo que Washington se inclinar¨ªa ahora a favor de un acuerdo bilateral entre Tel-Aviv y El Cairo, si bien presentando ¨¦ste como una base sobre la que podr¨ªa edificarse la paz con las restantes partes envueltas en el conflicto.

Seg¨²n esta tesis, la reuni¨®n de El Cairo podr¨ªa desembocar en este primer acuerdo, al que -se piensa en Estados Unidos- podr¨ªan ir sum¨¢ndose despu¨¦s otros Estados ¨¢rabes. El primero en aceptar ser¨ªa, l¨®gicamente, Jordania, para despu¨¦s hacerlo L¨ªbano y la facci¨®n moderada de los palestinos y, por ¨²ltimo, Siria, que correr¨ªa si no el riesgo de quedar aislada totalmente y en clara inferioridad militar respecto a Israel.