Las feministas, por la libertad sexual
Las reivindicaciones feministas abarcan un amplio campo de propuestas que desde una mayor y mejor utilizaci¨®n del propio sexo, a una denuncia del patriarcado como instituci¨®n regente de la sociedad, encuentran un nexo com¨²n: el af¨¢n de una liberaci¨®n de la mujer. El pasado fin de semana se celebraron jornadas de estudio de todos los problemas relacionados con la mujer, en Bilbao y Valencia. Sobre ello informan nuestros corresponsales Javier Angulo y Jaime Mill¨¢s, respectivamente.
La sexualidad femenina, el patriarcado, la doble militancia y el trabajo dom¨¦stico han sido los temas m¨¢s debatidos en las primeras jornadas feministas de Euskadi celebradas entre el jueves y domingo -ambos inclusive- en la Universidad de Bilbao (Lejona).Tema ampliamente analizado en la primera jornada, a trav¨¦s de varias ponencias, fue el de la sexualidad femenina. Para la Asamblea de Mujeres de Vizcaya, la sociedad capitalista y machista circunscribe la actividad sexual al ¨¢mbito de la familia, para rechazar las dem¨¢s manifestaciones por considerarlas anormales y pecaminosas. Se?alan las feministas vizca¨ªnas que tras siglos de ser relegadas por los condicionamientos culturales hoy la prensa y la literatura se empe?an en presentar la imagen de una mujer liberada.
?En resumen -dicen nuestra sexualidad se encierra entre dos muros: el represivo, que nos identifica a objetos reproductores, y el mal llamado liberador, que nos identifica a objetos de placer. ?
Interesante fue tambi¨¦n la aportaci¨®n del Grupo Aut¨®nomo de Guip¨²zcoa, que basa la consecuci¨®n de una aut¨¦ntica liberaci¨®n en una sociedad en donde el placer sensual no est¨¦ definido en funci¨®n del goce del hombre, ni deba ir necesariamente unido a la procreaci¨®n. En este sentido se mostraron partidarias de una potenciaci¨®n de la sensualidad, la sensibilidad y afecto, valores hoy marginados en su opini¨®n.
El Grupo Aut¨®nomo de Guip¨²zcoa reivindic¨® tambi¨¦n en su intervenci¨®n -ponencia- la masturbaci¨®n como forma de expresi¨®n independiente en la mujer, que podr¨¢ conocer as¨ª mejor su cuerpo y los mecanismos del placer. Asimismo solicit¨® la legalizaci¨®n de los anticonceptivos, ?primer paso para plantear en condiciones de igualdad la lucha por la liberaci¨®n? y la exigencia de que la seguridad social los suministre gratuitamente.
En relaci¨®n con el tema del aborto, el mismo grupo defendi¨® el derecho a una maternidad libre. ?Toda campa?a para la legalizaci¨®n de los anticonceptivos y el aborto -se?alaron- debe anunciar la necesidad de una revisi¨®n del modelo sexual. La que no lo haga ser¨¢ una campa?a reformista.?
Los temas patriarcado y doble militancia, quiz¨¢ los m¨¢s debatidos e interesantes de las jornadas, llenaron las sesiones del viernes. El Grupo Aut¨®nomo guipuzcoano -uno de los m¨¢s activos- present¨® una ponencia que titul¨¦ ?Patriarcado, desde siempre? en la que entre otras cosas dice:
?Aun cuando los or¨ªgenes de nuestra opresi¨®n no est¨¢n claros, creemos que la historia hoy conocida e investigada habla de una sociedad patriarcal, en la que se da la divisi¨®n del trabajo en funci¨®n del sexo; esto nos condena a la reproducci¨®n de la especie y cuidado de la misma, y a la reposici¨®n de la fuerza del trabajo mediante la realizaci¨®n del trabajo dom¨¦stico.?
Quiz¨¢ el tema m¨¢s pol¨¦mico de las jornadas fue el referido a la doble militancia. Dos bandos claros se formaron para enfrentarse decididamente: el de las representantes de diversos grupos feministas radicales y las feministas integradas en partidos pol¨ªticos. Las primeras se opusieron a la militancia en el seno de un partido por pensar que las mujeres ?constituyen una especie de Secci¨®n Femenina que trabaja por los intereses masculinos en los partidos?. Las segundas -y fundamentalmente representantes de MC y los trotskistas de LKI- defendieron la lucha en el seno de los partidos alegando que tal participaci¨®n ?da una visi¨®n globalizadora y enriquecedora al movimiento feminista?. Se?alaron, adem¨¢s, que no es cuesti¨®n de llevar la pol¨ªtica al feminismo, sino el feminismo a la pol¨ªtica.
Jornadas de la "dona" en Valencia
Con una fiesta en la facultad de Econ¨®micas quedaron clausuradas las primeras jornadas de la dona- Pa¨ªs Valencia. A lo largo de cuatro d¨ªas las feministas valencianas debatieron ampliamente algunos aspectos de la problem¨¢tica que se le plantea actualmente a la mujer.Las jornadas, que ya estuvieron precedidas de un debate acerca de la presencia o no de los hombres, se desarrollaron con abundancia de testimonios personales, con un intento de cr¨ªtica no siempre logrado y durante los dos ¨²ltimos d¨ªas sin la presencia de hombres.
La decisi¨®n de ?potenciar la unificaci¨®n del movimiento feminista a trav¨¦s de una coordinadora que manteniendo la autonom¨ªa de los grupos impulse todas las acciones del movimiento? ha sido la primera conclusi¨®n, a nivel global, de dichas jornadas. Asimismo, en la nota dada a los medios informativos por la Coordinadora de Mujeres de Valencia figuran como conclusiones b¨¢sicas las reivindicaciones que obtuvieron un consenso durante el debate posterior a cada una de las ponencias. Estas son:
- Mujer y sexualidad. Las reivindicaciones del derecho al propio cuerpo; sexualidad libre y derogaci¨®n de la ley de Peligrosidad Social, que se concretar¨¢ en una campa?a asumida por la coordinadora.
- Mujer y publicidad. Se denuncia ?la utilizaci¨®n y manipulaci¨®n de la personalidad y el cuerpo de la mujer a trav¨¦s de la publicidad en todos los medios de comunicaci¨®n, que son denigrantes, vergonzosos y llenos de cinismo?.
- Mujer y familia. Se considera a la familia como uno de los principales obst¨¢culos para la liberaci¨®n de la mujer y se plantea la necesidad de la abolici¨®n de la instituci¨®n de la familia patriarcal.
- Mujer y pol¨ªtica. Se denunci¨® el machismo imperante en todos los partidos pol¨ªticos del Estado espa?ol; la doble explotaci¨®n de la mujer trabajadora y se reivindic¨® la autonom¨ªa del movimiento feminista.
Esta ¨²ltima ponencia, sin embargo, fue muy debatida y no se lleg¨® a conclusiones unitarias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.