El programa automotriz, tema clave de la conferencia del Pacto Andino
Los programas concretos para el impulso del Pacto Andino durante los pr¨®ximos doce meses constituir¨¢n el centro de los trabajos de la comisi¨®n del acuerdo de Cartagena, m¨¢ximo instrumento ejecutivo del Pacto, que se reuni¨® ayer en Caracas.
Es la primera vez que dicha comisi¨®n, integrada por ministros de Bolivia, Ecuador, Per¨² y Venezuela celebra un per¨ªodo ordinario de sesiones fuera de su sede habitual en Lima. Los expertos econ¨®micos desplazados a la capital de Venezuela est¨¢n de acuerdo en que, si 1977 fue el a?o en el que el Pacto Andino ha obtenido los m¨¢s espectaculares resultados desde su creaci¨®n, 1978 ?ser¨¢ el de la consolidaci¨®n definitiva de este organismo integrador?.El Pacto Andino constituye, sin duda, el mecanismo de integraci¨®n latinoamericana que mejor ha funcionado, a pesar de que sus logros concretos han sido hasta ahora pr¨¢cticamente nulos. La plena incorporaci¨®n de Venezuela y la salida de Chile han clarificado las posibilidades reales del Pacto, cuyos resultados son m¨¢s tangibles que los obtenidos por la Alalc (Asociaci¨®n Latinoamericana de Libre Comercio), y el Sela (Sistema Econ¨®mico Latinoamericano). El primero casi inoperante y el segundo, un simple organismo de formulaciones te¨®ricas.
El acuerdo m¨¢s trascendente conseguido hasta ahora por el Pacto Andino, y que ser¨¢ uno de los m¨¢s importantes ternas de estudio de la reuni¨®n de Caracas, es el programa automotriz, firmado en Quito el pasado mes de septiembre. Los pa¨ªses firmantes del acuerdo de Cartagena, unificaron sus criterios para el desarrollo de la industria automotriz, de tal manera que en 1980, cuando el programa alcance su m¨¢xima cota de desarrollo, existan unos modelos fijos de autom¨®viles, camiones, motores y veh¨ªculos industriales, asignados a cada pa¨ªs. Cada uno de los miembros del Pacto Andino fabricar¨¢ alguno de estos modelos y componentes para los de otros.
Arancel com¨²n
El pr¨®ximo a?o, y de ello tambi¨¦n se hablar¨¢ en Caracas, el Pacto Andino impondr¨¢ su arancel externo com¨²n, medida proteccionista que gravar¨¢ entre un veinte y un 40 % las importaciones procedentes de terceros pa¨ªses. El anuncio de este arancel ha provocado preocupaci¨®n en otros pa¨ªses americanos y europeos, que en dificultades sus tradicionales exportaciones a mercados tan atractivos como los de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Per¨².Argentina, miembro de la Alale, ha iniciado ya negociaciones con el Pacto para llegar a acuerdos sobre cooperaci¨®n en los programas automotriz, metalmec¨¢nico y petroqu¨ªmico del Pacto Andino. La Comunidad Econ¨®mica Europea mantiene desde hace tiempo contactos con la comisi¨®n del acuerdo de Cartagena para planificar de manera conjunta los Intercambios entre los pa¨ªses del Pacto y los de la Comunidad, que arrojan hasta ahora un saldo netamente favorable a los ¨²ltimos.
El fortalecimiento del Pacto Andino puede ser la palanca que propicie la tan deseada y dif¨ªcil integraci¨®n econ¨®mica latinoamericana. Hasta ahora, los diferentes intentos integradores han conseguido m¨¢s bien efectos contrarios, y el Sela, el Cepal, la Alalc y el Pacto Andino han dispersado esfuerzos que, realizados de forma com¨²n, hubieran dado mejores frutos.
A nadie se le oculta, sin embargo, las dificultades de una integraci¨®n total latinoamericana. Es muy complicado armonizar los intereses de pa¨ªses con econom¨ªas m¨¢s potentes, como las de Brasil, M¨¦xico, Argentina o Venezuela, con las de naciones netamente subdesarrolladas, como Bolivia, Ecuador o Guatemala.
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