Espa?a prepara una contrapropuesta a la oferta de la CEE
?Habr¨¢ una contrapropuesta espa?ola?, declar¨® el embajador ante el Mercado Com¨²n, Raimundo Bassols, comentando a la prensa el escaso contenido del mandato de negociaci¨®n para la adaptaci¨®n comercial del acuerdo Espa?a-CEE, aprobado el martes por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE. Sin detallar cu¨¢les ser¨¢n las contrapropuestas, ?que tienen que prepararse entre todos los medios interesados?, dijo Bassols, Espa?a pretende dejar claro que el mandato ?no da lugar a una base seria de negociaci¨®n?. As¨ª lo explic¨® Bassols a Roland de Kergorlay, director general de Relaciones Exteriores de la Comisi¨®n Europea, responsable de las negociaciones con Espa?a.
La comisi¨®n pretend¨ªa negociar r¨¢pidamente, el 23 o el 27 de este mes. Madrid dice que debe ?reflexionar? y no espera sentarse a la mesa de negociaciones antes de la segunda quincena del mes de enero. Normal que los comunitarios tengan que esperar un poco. Espa?a esper¨® nueve meses antes de ver un mandato de negociaci¨®n, frenado y reducido, en su oferta agr¨ªcola por la intransigencia italiana.El mandato de negociaci¨®n, preparado por la presidencia del Consejo de la CEE (B¨¦lgica), refleja todas las tensiones actuales de un Mercado Com¨²n en crisis.
Para dar satisfacci¨®n a un Estado miembro (Italia), ofrece concesiones casi rid¨ªculas en agricultura. Rebajas tarifarias m¨ªnimas, corregidas con todos los mecanismos cl¨¢sicos de protecci¨®n, como respeto de precios de referencia, calendarios, etc¨¦tera.
?Qu¨¦ nos propone la CEE?
Inicialmente se propon¨ªa dar a Espa?a una rebaja del 60 % para los agrios (hoy entran con el 40 %) y, en el futuro, aumentarla hasta el 80 % como se benefician ya los agrios de Argelia, Marruecos y T¨²nez. Las promesas de llegar hasta el 80 % desaparecen gracias a la presi¨®n de Roma.
En uva de mesa se propone un aumento del 10 %, para llegar hasta el 60 %, pero con control de calendario que, en gran parte, coincide con la ¨¦poca que Espa?a no exporta a la CEE.
Para las conservas de frutas, tomates y sardinas hay ciertas mejoras, acompa?adas del ?control? de un respeto de precios de referencia, que, en todo momento, pueden eliminar las ventajas.
Si en agricultura la oferta comunitaria es m¨ªnima, en industria no va mucho, m¨¢s lejos. Aunque los porcentajes son mayores (aumento medio de casi el 20 %) para productos industriales espa?oles destinados al Mercado Com¨²n, se acompa?an las ventajas de todo un abanico de f¨®rmulas cl¨¢sicas de control.
Textiles y corcho est¨¢n sometidos a ?techos? de importaci¨®n, preferente, superados los cuales hay que pagar todo el arancel. Dieciocho partidas de otros productos quedan sometidas al r¨¦gimen de ?vigilancia estricta?, que, en claro, equivale a tener permanentemente una espada de Damocles sobre la cabeza. Pueden cerrar el grifo, con cupos o quitando preferencias, cuando lo exijan las condiciones del mercado interior.
Todo ello en un momento en que los productos sider¨²rgicos y los textiles espa?oles est¨¢n ya sometidos a restricciones.
?Qu¨¦ piden en contrapartida? Ir caminando hacia una zona de libre cambio, con un incremento del desarme industrial espa?ol que pasar¨ªa del 25 al 45 % de promedio.
Piden tambi¨¦n concesiones rec¨ªprocas para los productos agr¨ªcolas transformados comunitarios (rebaja del 20 % del arancel), ventajas para los quesos y compromiso de compra para productos agrarios en los que la CEE es excedentaria.
?Cu¨¢l ser¨¢ la contrapartida espa?ola?
Que, por vez primera, la Administraci¨®n espa?ola se prepare para presentar una contrapropuesta es positivo. Aunque deber¨ªa estar ya preparada, cuando se habla de este mandato desde hace mucho tiempo.
Una respuesta r¨¢pida -antes de fin de a?o, como pretend¨ªa la Comisi¨®n Europea- habr¨ªa dado argumentos a Gran Breta?a para continuar el statu quo que beneficia a una serie de productos agr¨ªcolas transformados espa?oles destinados al mercado ingl¨¦s. Statu quo que, jur¨ªdicamente, desaparecer¨¢ el pr¨®ximo 1 de enero, a falta de contar todav¨ªa con un acuerdo que cubra la totalidad de la CEE de los nueve.
Raimundo Bassols repiti¨® la trilog¨ªa de la doctrina oficial espa?ola en materia de relaciones con el Mercado Com¨²n: voluntad de adhesi¨®n; no al libre cambio; y s¨ª a modificar el acuerdo de 1970 para evitar el vac¨ªo comercial y t¨¦cnico que debe regir las relaciones Espa?a-CEE hasta la integraci¨®n.
?Qui¨¦n ser¨¢ el nuevo secretario de Estado -o ministro- que se ocupe pr¨®ximamente del complejo tema Espa?a-CEE? ?No tengo ninguna noticia, ni hay ning¨²n, cambio de opini¨®n?, dijo Bassols, entre la ambig¨¹edad diplom¨¢tica y la esperanza de que ?alguien? le eche pronto una mano, desde Madrid, para dar un nuevo tono al conjunto de asuntos hispano-comunitarios.
Proteccionismo sider¨²rgico
La Comunidad Econ¨®mica Europea resolvi¨® una serie de medidas destinadas a proteger la industria sider¨²rgica comunitaria mediante la limitaci¨®n de importaciones procedentes de terceros pa¨ªses.
El Plan Davignon prev¨¦ medidas destinadas a reforzar los controles de las importaciones de acero en la zona comunitaria y tambi¨¦n los de los precios. Por lo que se refiere a los terceros pa¨ªses, se trata de establecer convenios bilaterales, en el marco de la OCDE, con limitaciones respecto a las tendencias tradicionales. Espa?a es uno de los pa¨ªses que se ver¨¢ afectado por estas medidas proteccionistas.
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