"Los comerciantes de Doctor Fleming quieren una asociaci¨®n para contratar j¨®venes armados"

El pasado d¨ªa 15 de diciembre se celebr¨® una reuni¨®n de comerciantes y vecinos del barrio de Doctor Flerning y calles adyacentes, en la que se discuti¨® la necesidad de establecer un sistema de vigilancia privada que haga disminuir o eli mine el riesgo de atracos y robos, de los que en los ¨²ltimos meses han sido objeto algunos comercios y casas particulares de la zona.Juan Miguel Mathias, domici liado en la calle del Doctor Flem ming, asisti¨® a esa reuni¨®n y, en su opini¨®n, las acusaciones que se hicieron contra ¨¦l y otros vecinos de intentar politizar la reuni¨®n son inflindadas, ya que, seg¨²n ¨¦l mismo explic¨® a EL PAIS, ?nuestra intervenci¨®n fue opinar que el patrocinio de un cuerpo de vigilantes jurados armados no puede ser el ¨²nico presupuesto para la creaci¨®n de una asociaci¨®n de vecinos y, ni siquiera. puede figurar esta idea en primer lugar de los fines de una entidad de este tipo. Otra persona y yo nos opusimos a la integraci¨®n de los comerciantes en esta asociaci¨®n, porque ello supondr¨ªa la indefensi¨®n de los vecinos frente a ellos y, como ejemplo, citamos lo extra?o que resulta el que un mismo producto embotellado tenga una diferencia de precio de 56 pesetas en dos establecimientos que d¨ªstan entre s¨ª no m¨¢s de cincuenta metros?.

Otros de los puntos que se defendieron en la reuni¨®n, por parte de los comerciantes, fueron potenciar la limpieza del barrio y solicitar una mayor dotaci¨®n de zonas verdes. En opini¨®n del se?or Mathias, estas peticiones son ?absurdas?, ya que ?es gratuito afirmar la falta de limpieza en el barrio cuando todas las noches son regadas y barridas las calles, y esto es demostrable cualquier d¨ªa del a?o.

Seg¨²n Juan Miguel Mathias, ?hay que negar la afirmaci¨®n de que existe inseguridad en el barrio. Los hechos ocurridos, como tirones o alguna pelea, han sido aislados y, sin apenas importancia?. Seg¨²n este vecino de Doctor Fleming, la seguridad en la zona, incluso a altas horas de la madrugada, es muy superior a la de cualquier otro barrio de Madrid. En esta parte vive el alcalde, varios ministros y ex ministros, existen numerosas delegaciones extranjeras.

?Nuestro intento de politizar la reuni¨®n no existi¨®?, termina el se?or Mathias. ?Intentamos opinar sobre una serie de posturas que consideramos err¨®neas o contradictorias. Pero al parecer ellos intentaban que aplaudi¨¦ramos la postura de la mesa para, as¨ª, no incurrir en pol¨ªtica, cuando acusa, ron de ineficacia a la polic¨ªa y al sistemajudicial que hacen que los presos salgan de las c¨¢rceles. Deb¨ªamos haberles aclamado cuando pidieron la vuelta a las prisiones de todos los que han salido. Aqu¨ª empez¨® el carao, cuando, mientras era agredicio y abucheado, consegu¨ª decir que la delincuencia va en relaci¨®n directa con el enorme paro que sufre el pa¨ªs. El d¨ªa anterior lo dijo Fuentes Quintana y, dos d¨ªas despu¨¦s, Jim¨¦nez de Parga. Creo, sin embargo, que todo esto son nimiedades, comparado con lo que la treintena de personas que quedaron en la reuni¨®n intentaban hacer. No se conforman con poner una o dos parejas de guardias jurados, s?no que quieren contratar a veinte o veinticinco j¨®venes armados, que no trabajan en ninguna de las compa?¨ªas de seguridad existentes, para la vigilancia y pacificaci¨®n del barrio, un barrio excepcionalmente vigilado, y uno de los m¨¢s pac¨ªficos de Madrid.?