Especulaci¨®n y propiedad privada del suelo / y 3
Lo que la curva que explic¨¢bamos ayer quiere decir, entre otras cosas, es que el precio del suelo en cualquier punto de la ciudad se establece siempre en relaci¨®n con el precio del suelo m¨¢s accesible, que es el m¨¢s caro; y que una alteraci¨®n del precio del suelo m¨¢s caro cambia el perfil de la curva -probablemente sin modificar la as¨ªntota-, lo que establece cada vez que el precio del suelo sube una curva cada vez m¨¢s vertical (si la ciudad no crece) y m¨¢s abierta (si la ciudad crece en extensi¨®n). En resumidas cuentas: que el precio del suelo en la periferia no depende de los costos de urbanizaci¨®n, sino que depende fundamentalmente de lo que est¨¦ ocurriendo en el centro, independientemente del tama?o de este centro. Como quiera que s¨®lo hay un solar-m¨¢s-caro, en funci¨®n de ser el m¨¢s accesible, el encarecimiento del mismo viene condicionado por la escasez de ese bien -vemos que en este punto la ley oferta-demanda, como es l¨®gico, funciona-, asegurando de esta manera el encarecimiento del resto del suelo independientemente de que haya mucho o poco. Es decir, que el suelo en la periferia tender¨¢ a aumentar independientemente de como est¨¦ la relaci¨®n oferta-demanda en la periferia, ya que esta relaci¨®n s¨®lo funciona bien en el centro. Esto tambi¨¦n significa que aunque la ciudad no crezca espectacularmente, tambi¨¦n aumentar¨¢ el precio del suelo en la periferia, pues la progresiva terciarizaci¨®n del centro s¨ª est¨¢ asegurada, al menos en nuestro ¨¢rea sociopol¨ªtica.Al aumentar la oferta en la periferia, aumentan las expectativas de realojamiento con aquellas clases sociales que en el centro se han convertido en residuales, de bajo poder adquisitivo, pero que habitan zonas privilegiadas por su accesibilidad, es decir, se encuentran en zonas muy altas de la curva precio-distancia; ya que la din¨¢mica de especializaci¨®n -terciarizaci¨®n- del centro ha conferido un inmenso valor a barrios que son proveed¨®res potenciales de suelo central para implantaci¨®n de actividades terciarias ante la natural escasez de espacio en el centro, la oferta del suelo s¨®lo puede proceder de la transformaci¨®n del uso de estos barrios, arrojando de los mismos a la poblaci¨®n de bajo poder adquisitivo; es lo que se llama una operaci¨®n de renovaci¨®n urbana. La escasez de viviendas en la periferia, donde realojar esta poblaci¨®n, frena los procesos de renovaci¨®n, pero una oferta adicional en la periferia hace aumentar enormemente las expectativas de realojamiento; en consecuencia, el precio del suelo de las ¨¢reas deprimidas centrales tiende a crecer ante la esperanza de una pronta reconversi¨®n de las mismas. Y as¨ª crece el precio del centro, ya hemos visto lo que sucede con el precio en la periferia. As¨ª que se da la paradoja de que la mayor oferta de suelo en la periferia puede hacer que la especulaci¨®n aumente.
ALVARO HERNANDEZ RAFAEL GONZALEZ DAMIAN NAVASCUES
Miembros del Gabinete Municipal de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a del PSOE
La autoridad local se ve obligada a favorecer la especulaci¨®n, en un proceso irreversible. Se da asi una perfecta confluencia de intereses entre el sector privado y el p¨²blico, jalonado como es l¨®gico de peque?as excepciones, y que subsistir¨¢ en tanto que el municipio persista en solucionar sus problemas econ¨®micos mediante el recargo fiscal de la propiedad.
Si el Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo tiene capacidad para gestionar y promocionar la construcci¨®n directa de viviendas sociales, la autoridad local la puede tener para proporcionar y preparar el suelo donde implantar las viviendas. Las dificultades t¨¦cnicas para, municipalizar el suelo son menores de lo que en principio puede parecer, y en este sentido el PSOE est¨¢ trabajando sobre la explicaci¨®n de los mecanismos que van a ser viables a medio plazo. Pero es que, aunque las dificultades fueran mucho mayores, tambi¨¦n habr¨ªa que salvarlas, porque, no es ya ni siquiera un principio de un modelo econ¨®mico distinto del que padecemos el de que la Administraci¨®n tiene la obligaci¨®n de asumir sus deberes, y no puede hacer dejaci¨®n de los mismos en manos privadas. Y entre los deberes que la Administraci¨®n no puede permitir que se mercantilicen -so pena de estar cometiendo una estafa a la sociedad- se encuentran tres de los m¨¢s fundamentales derechos de la persona: el derecho a la educaci¨®n, el derecho a la salud y el derecho a la vivienda.
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