"Hay que suspender las concesiones de autopistas al sector privado"
La reforma administrativa realizada poco despu¨¦s de las elecciones generales legislativas del mes de junio pasado provoc¨® la aparici¨®n de un aut¨¦ntico monstruo burocr¨¢tico llamado Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo. Dos antiguos Ministerios, el de Obras P¨²blicas y el de Vivienda, se fusionaban de esta forma en una sola entidad. Dos Ministerios en los que se hab¨ªa abusado del paternalismo (Vivienda) y del triunfalismo (Obras P¨²blicas) entraban en la nueva etapa democr¨¢tica cogidos de la mano y encomendados a un equipo pol¨ªtico de tinte liberal.
Con un presupuesto que supera los 100.000 millones de pesetas, este Ministerio va a jugar un papel de cierta importancia en el a?o 1978 por la envergadura, econ¨®mica de sus grandes cifras. Jaime Fonrodona, ingeniero industrial, catal¨¢n de nacimiento, ocupa desde el mes de julio la Subsecretar¨ªa de Obras P¨²blicas y Urbanismo.EL PA?S: Dentro de las competencias de Obras P¨²blicas y Urbanismo, el tema de la vivienda ocupa un lugar destacado por su importancia econ¨®mica y su trascendencia social. ?Qu¨¦ se va ¨¢ hacer para paliar el d¨¦ficit de viviendas que existe en el pa¨ªs?
Jaime Fonrodona: El tema de la vivienda es quiz¨¢s el que m¨¢s nos preocupa en estos momentos en el Ministerio y no s¨®lo porque estemos obligados a prestarle una atenci¨®n preferente en virtud de los acuerdos de la Moncloa, sino porque creemos que el pa¨ªs necesita soluciones v¨¢lidas y nuevas en esta materia. Estamos decididos a llevar a cabo una pol¨ªtica de construcci¨®n directa, con cargo al Instituto Nacional de la Vivienda, un programa de viviendas que es necesario para satisfacer la demanda de los espa?oles comprendidos en los estratos de menor renta y que por sus niveles de ingresos no tienen acceso a las viviendas del mercado libre. En este sentido, la prioridad la pretendemos fijar en la erradicaci¨®n del chabolismo, la remodelaci¨®n de viejos barrios, la vivienda rural. Pero creemos tambi¨¦n que un programa de este tipo, por su ambici¨®n, necesita mayores recursos presupuestarios, pues la financiaci¨®n de estas viviendas debe hacerse con cargo casi exclusivo al presupuesto del pa¨ªs. Estas necesidades de acci¨®n directa del Estado en materia de vivienda afectan aproximadamente a un 12 ¨® 13% de los hogares espa?oles. Pero, al margen de este programa de construcciones directas, pretendemos agilizar la promoci¨®n y construcci¨®n de viviendas por la iniciativa privada para aquellas familias que necesiten alg¨²n tipo de apoyo. Por otra parte, estamos estudiando la situaci¨®n del mercado de viviendas en alquiler y a la vista de la evaluaci¨®n que obtengamos, propondremos al Gobierno la actualizaci¨®n de la ley de Arrendamientos Urbanos. Creo que se pueden instrumentar sistemas que faciliten el acceso a la vivienda en alquiler que hoy no existen.
EL PA?S: ?C¨®mo se puede conjugar este programa de viviendas con la escasez de suelo urbano que existe en el pa¨ªs?
J. F.: Efectivamente, una de las dificultades importantes es el suelo, la falta de suelo. Nos proponemos, con medidas reguladoras y fiscales, al mismo tiempo que con acciones puntuales, combatir la especulaci¨®n. Este tema fue bastante discutido en la comisi¨®n correspondiente del pacto de la Moncloa. En resumen, lo que pretendemos es sacar adelante un conjunto de medidas basadas en el principio de que el suelo urbano, o el suelo susceptible de uso urbano, combina las caracter¨ªsticas de un bien privado con las de un bien social y, consecuentemente, no debe generar plusval¨ªas a favor de aquellos que lo retengan o especulen. Es necesario aumentar la oferta, agilizando los tr¨¢mites urban¨ªsticos y desincentivar o desalentar por todos los medios el atesora miento de suelo. En este campo ser¨¢ necesario, en algunos casos, actuaciones concretas del sector p¨²blico a trav¨¦s de organismos tales como el Instituto Nacional de Urbanizaci¨®n (INUR). En definitiva, y volviendo al tema de las viviendas, esperamos, a pesar de las limitaciones presupuestarias ya aludidas, iniciar un programa de viviendas de construcci¨®n directa en 1978 que supere en cuant¨ªa considerablemente a los iniciadas en 1977. Adem¨¢s, estamos llevando a cabo reuniones con los Ministerios de Hacienda y Econom¨ªa para facilitar los tr¨¢mites de financiaci¨®n de la ?vivienda social?. Con la puesta en marcha del Plan Extraordinario de Andaluc¨ªa, Canarias y Extremadura, ha quedado patente que, cuando hay financiaci¨®n, la iniciativa privada se lanza a construir.
EL PA?S: ?Qu¨¦ va a pasar con las autopistas?
J. F.: Con respecto a las autopistas pensamos que es preciso suspender la adjudicaci¨®n de nuevas concesiones al sector privado; incluso creo que hay que paralizar por un largo tiempo tramos no rentables y proceder a replantearse su conveniencia. El Estado, conjuntamente con los entes locales y regionales y las cajas de ahorros, deben ser los protagonistas de las autopistas porque pensamos que hay algunas que son necesarias. Ojal¨¢ se pudiera contar con recursos presupuestarios para realizar, y sin peaje, autopistas como la de Murcia-Alicante, que es anhelada mayoritariamente por ambas provincias, y la de Madrid-Toledo. En cuanto al peaje, no veo -aunque lo deseo- c¨®mo podemos eliminarlo, al menos hasta tanto no se alcance un nivel mucho m¨¢s alto de ingresos presupuestarios. Ahora bien, esto no quita que aquellas autopistas que se demuestren necesarias deban ser emprendidas por el Estado con la participaci¨®n de las cajas de ahorros y entes regionales y en unas condiciones de financiaci¨®n, tanto exterior como interior, que las haga viables. Estas condiciones entiendo que deber¨ªan ser flexibles, pues la financiaci¨®n de una obra de infraestructura se hace necesaria sobre un per¨ªodo de tiempo en donde son muchas y de todo signo las variaciones que pueden sufrir los mercados monetarios interiores y exteriores.
EL PA?S: En el Ministerio de Obras P¨²blicas se han barajado siempre unos presupuestos de gastos de inversi¨®n muy fuertes. Hay mucha gente que piensa que es uno de los departamentos de la Administraci¨®n en donde mayor grado de corrupci¨®n se ha dado en estos ¨²ltimos a?os y en donde, curiosamente, existe una de las mayores plantillas de funcionarios (personal operario) con niveles retributivos muy deficientes, como se puso de manifiesto en la reciente huelga de dicho personal. ?C¨®mo se va a superar esta contradicci¨®n?
J, F.: Con respecto a la corrupci¨®n, qu¨¦ duda cabe que ha existido, como consecuencia de un il¨®gico y absurdo sistema de unos complementos retributivos no legales. De la misma forma, y por un absurdo sistema fiscal, en Espa?a defraudaba al Estado la casi totalidad de los ciudadanos. Tambi¨¦n se dan aqu¨ª algunos casos determinados que estamos atacando y que procederemos a expedientar. Ahora bien, sin dejar en absoluto de vigilar la total transparencia y honestidad en la utilizaci¨®n de los fondos a nuestra disposici¨®n, procuraremos poner m¨¢s ¨¦nfasis en implantar unos sistemas de funcionamiento y retribuci¨®n racionales y l¨®gicos que en una caza de brujas del pasado. En cuanto a los funcionarios y al personal operario, tengo que decir que me he encontrado con sorpresas notables a mi llegada al Ministerio, despu¨¦s de toda una vida profesional desarrollada en la empresa privada, desde donde a veces se tiene una imagen distorsionada del funcionario p¨²blico. Tengo que decir que, salvadas las naturales excepciones, no hago otra cosa que encontrarme con funcionarios eficaces, trabajadores, honestos y deseosos de que los asuntos salgan adelante y de que el Ministerio funcione con eficacia. Esto tiene mucho m¨¢s m¨¦rito por cuanto no existen en la Administraci¨®n los incentivos que hay en el sector privado y porque el nivel retributivo de la gran masa de funcionarios es francamente bajo. ?Que son muchos o pocos? De esto, como de la mec¨¢nica de funcionamiento, no tiene la culpa el funcionario. El restituir tanto en el aspecto econ¨®mico como profesional la figura del funcionario, es uno de los objetivos que tenemos muy presente en nuestras actuaciones.
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