Los costes de una central El kilowatio, m¨¢s caro que el de origen convencional
Los costes de una central nuclear, aun siendo importantes por s¨ª mismos, carecen de significado a la hora de valorar los aut¨¦nticos costes de la alternativa nuclear o el precio real del KWe de origen nuclear.El enfoque econ¨®mico deber¨ªa ser tridimensional:
1. Costes propiamente de capital y operativos.
2. Costes de todo el proceso o ciclo nuclear, no internalizados en gran parte.
3. Costes sociales y ambientales, totalmente ignorados.
Solamente tras la consideraci¨®n de estos tres tipos de costes estaremos en disposici¨®n de conocer los aspectos econ¨®micos envueltos en esta alternativa y compararlos con los de otras alternativas energ¨¦ticas. Ello, obviamente, s¨®lo es una peque?a parte de las consideraciones y valoraciones necesarias, puesto que un an¨¢lisis completo necesitar¨ªa de enfoques ¨¦ticos, socio-pol¨ªticos, biol¨®gicos, t¨¦cnicos, etc¨¦tera.
Costes de capital
La industria nuclear estima en su ajustado, parcial e inadecuado c¨¢lculo econ¨®mico, que los mayores costes de capital de una central nuclear, en comparaci¨®n con una convencional, ser¨ªan compensados por unos bajos costes operativos. El panorama de los ¨²ltimos a?os muestra, sin embargo, el siguiente espectro:
Los costes de capital representan en una central nuclear del 75 al 85 % de los costes totales durante su funcionamiento (en una central convencional de fuel, carb¨®n, etc¨¦tera, del cuarenta al .55 %). En la actualidad est¨¢n ya en la escala setecientos-novecientos d¨®lares/KWe para los reactores de novecientos a 1.100 MWe. Para reactores contratados hoy se estima un coste de 1.250 d¨®lares (KWe), y seg¨²n c¨¢lculos de algunas compa?¨ªas americanas, hasta 2.000 d¨®lares (KWe), es decir, un incremento sobre las centrales finalizadas a mediados de la d¨¦cada del sesenta de hasta 1.900%.
La Atomic Industrial Forum -organismo de la industria nuclear- apunta que, desde 1967 a 1974, los costes de capital se han incrementado en un 450 % (durante estos a?os, el ¨ªndice de precios del consumo aument¨® s¨®lo en un 47,7 %). Esta escalada se ha agudizado en 1975, 76 y 77,de forma tan preocupante que las compa?¨ªas el¨¦ctricas est¨¢n cancelando y posponiendo gran n¨²mero de proyectos. Lo que promet¨ªa ser ?una ganga? a finales de la d¨¦cada del sesenta est¨¢ resultando prohibitivo. El a?o 1977 parece que se llevar¨¢ el r¨¦cord en cancelaciones y suspensiones de proyectos nucleares.
Los costes del combustible U3O8 s¨®lo en tres a?os, se han incrementado en m¨¢s de un 500%. De siete d¨®lares/libra en 1973 han pasado a cuarenta d¨®lares/libra en la actualidad, estim¨¢ndose que ¨¦stos subir¨¢n hasta cien d¨®lares/libra en un futuro pr¨®ximo. Es claro que los precios son resultados de fuerzas pol¨ªticas, como ocurre con el petr¨®leo y las reservas de uranio, si es que se realizan los proyectos previstos, no durar¨¢n m¨¢s de veinticinco a?os. Los siete gran des del petr¨®leo: Exxon, Gulf, Shell, etc¨¦tera, controlan ya el 70% de las reservas de uranio americanas. La conversi¨®n del uranio (¨®xido de uranio a hexaflu¨®rido de uranio) est¨¢ monopolizado por s¨®lo dos compa?¨ªas. De esta forma las principales del petr¨®leo van controlando poco a poco casi todas las etapas del ciclo nuclear, creando un aut¨¦ntico oligopolio.
Factor capacidad
La industria nuclear asume, por otra parte, que el principal beneficio surgir¨¢ de que las centrales nucleares producir¨¢n electricidad, en sus treinta a?os de vida..., con un factor capacidad medio del 80 % (este factor indica la producci¨®n energ¨¦tica anual de la planta con respecto a sus posibilidades). La realidad, sin embargo, de los resultados en Estados Unidos, tomando los ¨²ltimos cuatro a?os, es de 54,6%, y la media acumulativa de todas las centrales -mayores de cien MWe- desde su primer a?o de funcionamiento comercial es a¨²n m¨¢s baja: 53,7 %
Esto significa que si los factores de capacidad contin¨²an en esta escala de un 45 %, entonces ser¨¢ necesario construir aproximadamente un 50 % m¨¢s de centrales nucleares para poder generar la cantidad de electricidad que se esperaba al construirse originalmente. Hay razones, apunta D. D. Comey, experto en el tema, para pensar que las futuras centrales nucleares tendr¨¢n unos factores de capacidad a¨²n m¨¢s bajos que los observados, pues a medida que aumenta la escala de la planta se comprueba que disminuye su factor capacidad.
El panorama se agrava al comprobar que el factor capacidad se incrementa en los primeros a?os de vida para luego, una vez alcanzado un umbral, declinar anualmente. Cuanto menor sea, m¨¢s cara ser¨¢ la electricidad, debido a los costes fijos.
Costes del ciclo nuclear
Otro tipo de costes no internalizados directamente en el precio de la electricidad de origen nuclear, pero s¨ª pagados por la comunidad a trav¨¦s de otros canales, son:
La extrema vigilancia de los res¨ªduos radiactivos, renovaci¨®n de envases, etc¨¦tera, extendi¨¦ndose por decenas de miles de a?os.
El desmantelamiento de la central nuclear que presenta problemas enormes y costos¨ªsimos, desconocidos por las centrales convencionales. Parece ser que el cubrirla con hormig¨®n armado, a modo de t¨¦trico mausoleo, ser¨¢ la soluci¨®n que se adopte, hipotecando permanentemente una amplia penumbra de suelo, adem¨¢s de exigir una vigilancia constante.
Costes de reparaci¨®n en frecuentes incidentes y aver¨ªas. Estos costes son mucho mayores que en las plantas convencionales, ya que la radiactividad hace dif¨ªcil y costosa la reparaci¨®n, exigiendo largas paradas.
Subsidios gubernamentales a lo largo del ciclo nuclear, en forma de costos¨ªsimas ayudas a la investigaci¨®n; vigilancia durante el transporte de residuos, y multitud de servicios durante todo el proceso. ?Ser¨ªa desarrollada esta energ¨ªa si no tuviera un tratamiento especial en lo que respecta al seguro en caso de accidentes?
Costes sociales
Resulta imposible en tan corto espacio enumerar los m¨²ltiples costes sociales y ambientales de esta alternativa. Gran parte de ellos est¨¢n en funci¨®n de su ubicaci¨®n: da?o som¨¢tico y gen¨¦tico para las poblaciones de sus alrededores; devaluaci¨®n de los terreno y dem¨¢s bienes inmuebles; p¨¦rdidas en renta agropecuaria, tur¨ªstica, etc¨¦tera; paralizaci¨®n del crecimiento en un radio de al menos doce kil¨®metros; coste ps¨ªquico en la poblaci¨®n de un amplio entorno; inseguridad y constante temor; graves implicaciones para la seguridad nacional. Todos estos costes y otros muchos adicionales distorsionan seriamente, los costes que maneja la industria nuclear.
El Departamento de Energ¨ªa del estado de Massachusetts se?ala que incluso con un benevolente factor capacidad del 60 %, la electricidad de origen nuclear costar¨¢ 4 % m¨¢s que la procedente del carb¨®n en la regi¨®n donde el carb¨®n resulte m¨¢s caro. Un reciente estudio del Council on Economic Priorities (noviembre 1976) muestra que el factor capacidad de las centrales nucleares es mucho menor que el de las plantas de carb¨®n, estimado en 74,8 %, concluyendo que la electricidad de origen nuclear es m¨¢s cara que la electricidad producida por las plantas de carb¨®n. Ello sin contabilizar los costes sociales y del ciclo nuclear.
Finalmente es importante se?alar que la industria nuclear es de las actividades m¨¢s intensivas en capital. El desplazamiento de recursos escasos hacia este sector empeorar¨¢ y no corregir¨¢ los problemas econ¨®micos que intenta prevenir, pudiendo agravar considerablemente la Ramada ?crisis energ¨¦tica? en lugar de resolverla. Quedan por analizar. otros graves aspectos con especial incidencia en los costes de la alternativa nuclear como centralizaci¨®n, vulnerabilidad, dependencia, irreversibilidad, que dejamos para otra ocasi¨®n.
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