Socialistas y comunistas, contra UCD en una dura confrontaci¨®n

(Viene de la primera p¨¢gina)

Por parte del grupo comunista, Gregorio L¨®pez Raimundo (PSUC) llev¨® la discusi¨®n al terreno de lo pol¨ªtico. El diputado comunista hizo al Gobierno responsable de la pol¨ªtica expansionista de Hassan y afirm¨® que ello es preocupaci¨®n del pueblo canario.

En tonos similares intervino el diputado Felipe Lorda, del grupo socialista catal¨¢n, quien insisti¨® en la contradicci¨®n existente entre el r¨ªgido contenido del acuerdo firmado y la generosidad de las actas de pesca del acuerdo tripartito. El diputado catal¨¢n cit¨® a Javier Rup¨¦rez -jefe de relaciones internacionales de UCD- a la hora de asegurar que el Gobierno est¨¢ dispuesto a intervenir contra el Polisario militarmente si ¨¦ste ataca a barcos espa?oles, con o sin bandera marroqu¨ª, y, a igual que Mar¨ªn y L¨®pez Raimundo, pidi¨® la renegociaci¨®n del contrato.

Marcelino Oreja, en nombre del Gobierno, agot¨® un turno (luego a?orado por el ministro Llad¨®) para resaltar la idea de que las actas del acuerdo tripartito de Madrid no forman parte de ¨¦ste y son declaraciones de intenci¨®n. Asimismo, el ministro de Asuntos Exteriores, sin entrar en el significado pol¨ªtico del contenido de estas actas y de su intencionalidad -luego duramente replicados por Manuel Mar¨ªn-, concluy¨® afirmando que el Gobierno no reconoce la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el Sahara y sus aguas, aunque sea el administrador, y se perdi¨® en precisiones de jurisprudencia internacional a la vez que afirmaba que el Gobierno responder¨¢ con firmeza a todo acto de fuerza del Polisario.

El presidente del Congreso tom¨® aqu¨ª la palabra y dio por concluido el debate sobre la enmienda a la totalidad presentada por el grupo socialista, ofreciendo un receso de veinte minutos a la concurrencia.

Sonrisas y l¨¢grimas del debate

Ram¨®n Tamames present¨® la enmienda a la totalidad de su grupo y abri¨® una segunda ronda de intervenciones. El diputado madile?o, contundente, critic¨® el contenido del acuerdo, los cr¨¦ditos que en ¨¦l se incluyen y su intencionalidad pol¨ªtica en contra de los intereses saharauis. Critic¨® a Oreja y le pidi¨® que no diera m¨¢s clases de derecho internacional (lo que Oreja sigui¨® haciendo), sino datos concretos. Habl¨® de la necesidad del valor frente a la ?marcha verde? y en alta mar y recibi¨® un aviso del presidente. Tamames concluy¨® diciendo que se plantea un problema de dignidad.

El ministro se?or Oreja quiso luego intervenir, por alusi¨®n, pero su turno fue tezagado a pesar de la predisposici¨®n del presidente y a se?al del propio Adolfo Su¨¢rez, que pidi¨® paciencia al se?or Oreja.

Aqu¨ª empez¨® la r¨¦plica pol¨ªtica y agresiva del PSOE, de nuevo por boca de Manuel Mar¨ªn, esta vez crecido en tono, argumentos y datos. Rechaz¨® las acusaciones del diputado Moro sobre la incompetencia del PSOE en materia pesquera y pas¨® a comentar y a coser, con cuidado, la trayectoria empresarial y pol¨ªtica de V¨ªctor Moro a su paso por la direcci¨®n general de Pescanova y de Pesca, en el Ministerio de Comercio, citando aqu¨ª, repetidas veces, al entonces titular del departamento y hoy mister Europa, Leopoldo Calvo Sotelo.

Entr¨® en seguida, y despu¨¦s de las acusaciones a Moro, en el ¨¢mbito pol¨ªtico y se interrog¨® -sin posterior respuesta- si Marruecos no tiene soberan¨ªa sobre las aguas del Sahara, porque puede impedirnos la pesca en esas aguas. Insisti¨® en que las actas del acuerdo tripartito, est¨¦n o no en el acuerdo, tienen su intencionalidad y lo demostr¨® con cita a otras actas anejas: las del acuerdo pesquero, hasta ahora silenciadas y en las que se prueba que los anejos de la declaraci¨®n de Madrid empezaron ya a ser operativos en sectores pesquero, sider¨²rgico, minero y crediticio, a espaldas del Parlamento y confirmando su val¨ªa pol¨ªtica. Luego se refiri¨® a cr¨ªticas al acuerdo de las propias esferas del Gobierno, con textos propios del diputado de UCD Jaime Urzaiz y del consejero del presidente, Lorenzo Olarte. Los aplausos enardecidos volvieron a inundar el hemiciclo, esta vez del lado de la Oposici¨®n.

De nuevo V¨ªctor Moro sube al estrado y dispuesto a enfrentarse con los indicios de corrupci¨®n planteados por el PSOE. Moro no estuvo tan firme como antes. Entr¨®, desorganizado, empezando a desparramar un canto lloroso sobre su integridad democr¨¢tica, honestidad pol¨ªtica y empresarial, y todo ello con ataques al PSOE, citas a san Pedro de Bermeo y a las bateas mejilloneras de Arosa. En el texto oficial de su discurso hubo un p¨¢rrafo borrado a ¨²ltima hora que no tiene desperdicio: ?Cuando el Ministerio del Interior decreta la desaparici¨®n de la Brigada Pol¨ªtico Social, el PSOE toma a su cargo la preparaci¨®n de fichas personales, sustituyendo en su labor a los ¨®rganos desaparecidos y hasta ampli¨¢ndolos.?

V¨ªctor Moro entr¨® luego en su defensa personal bien documentada, menos ret¨®rica y precisa, y pas¨® de las carcajadas y abucheos de la Oposici¨®n a los aplausos finales del PSOE.