Inesperado ataque al Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez

El debate de una moci¨®n presentada por el diputado socialista Nicol¨¢s Redondo sobre el patrimonio sindical motiv¨® ayer la intervenci¨®n sorpresiva del secretario general del Partido Socialista Obrero Espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, quien atac¨® muy duramente, al Gobierno. El l¨ªder socialista fue contestado en t¨¦rminos moderados por el ministro de Trabajo, Manuel Jim¨¦nez de Parga.Las intervenciones fueron las siguientes:

Nicol¨¢s Redondo (PSOE). Propongo aqu¨ª que el ministro de Trabajo informe del estado actual de la transferencia de unidades y servicios de la AISS a los distintos departamentos ministeriales en un plazo no superior a quince d¨ªas y que el Gobierno proceda a poner a disposici¨®n, provisionalmente, de las centrales sindicales de los locales donde est¨¢n ubicadas las delegaciones de la AISS cuya administraci¨®n pasar¨ªa a los municipios. En relaci¨®n con los bienes incautados pido la creaci¨®n de una, comisi¨®n mixta con cada una de las centrales sindicales afectadas, para elaborar el inventario de dichos bienes, el destino actual de los mismos y su valoraci¨®n.

Me asalta la duda de si el patrimonio incautado a la UGT, al estar integrado al patrimonio sindical, ha sido o no declarado patrimonio p¨²blico. Nosotros reafirmamos ante esta C¨¢mara que dicho patrimonio no podr¨¢ ser jam¨¢s un patrimonio p¨²blico, en cuanto que constituye un patrimonio privado, sufragado por todos aquellos que a lo largo de su historia fueron afiliados a la UGT. Y decimos tambi¨¦n que nuestro patrimonio est¨¢ siendo actualmente objeto de retenci¨®n ilegal a trav¨¦s del ejercicio de un acto de fuerza, impropio de un Estado de, derecho por parte del actual Gobierno.

Se?alar que el paso de treinta anos, que coinciden con la didadura franquista, y en el curso de los cuales la UGT fue ilegal, puede causar la prescripci¨®n de los derechos de la UGT o es una frivolidad de mal gusto o una manifestaci¨®n que cae dentro del m¨¢s puro estilo franquista.

Miguel Roca (minor¨ªa catalana). Mi grupo ha presentado una enmienda a la moci¨®n socialista, en el sentido de introducir matizaciones que atribuyan el control de este proceso de transferencia del patrimonio al Congreso. Nuestra enmienda pretende que la moci¨®n no vaya dirigida s¨®lo al Gobierno, sino tambi¨¦n a la propia C¨¢mara.

Nicol¨¢s Redondo. Aceptamos las matizaciones de la minor¨ªa catalana, siempre y cuando a la subcomisi¨®n que se cree en la comisi¨®n de trabajo del Congreso para controlar este proceso asistan las centrales m¨¢s significativas.

Antonio Faura (UCD). Se ha planteado aqu¨ª la naturaleza del patrimonio, mal llamado sindical. Para nosotros ese patrimonio est¨¢ formado por un conjunto, por bienes y por cargas. Ser¨ªa demag¨®gico formular s¨®lo reivindicaciones sobre los activos fijos y no sobre esas cargas. La cuota sindical tuvo matices de cuota parafiscal y en su pago particip¨® tambi¨¦n el empresariado.

Se ha hablado de las centrales ?m¨¢s significativas?. ?Cu¨¢les son? (Risas). S¨®lo han participado en las elecciones un 12% de los centros de trabajo. ?Son de verdad representativas estas centrales, con estos datos en la mano, de la masa obrera del pa¨ªs? Con estos datos yo dir¨ªa que no. Detr¨¢s de esta pretendidamente inocente moci¨®n hay un protagonismo pol¨ªtico (protestas), una intenci¨®n electoral, y un intento de asumir un activo fijo y no unas cargas.

Eduardo Mart¨ªn (Socialistas de Catalu?a). Se ha hablado aqu¨ª de derechos y de cargas, pero hay cargas que no corresponde soportar ahora a las centrales sindicales. UCD no ha le¨ªdo la moci¨®n socialista ni tiene conocimiento de lo que dice. Seg¨²n el diputado de UCD la cuota sindical era parafiscal; le aconsejo que se lea la ley. No lo era.

Marcelino Camacho (PCE). Una vez m¨¢s se trata de discutir a los trabajadores en este momento algo que hemos pagado los trabajadores. La cuota empresarial sali¨®, todos lo sabemos, de los gastos generales. El colmo es que se diga que s¨®lo han participado en las elecciones un n¨²mero peque?o de trabajadores. El decreto por el que se han celebrado no lo hemos hecho nosotros y deja fuera del derecho de votaci¨®n a m¨¢s de cuatro millones de asalariados, de una masa total de ocho millones.

Felipe Gonz¨¢lez (PSOE). Nuestro partido ha entendido que el proceso de transformaci¨®n democr¨¢tica se basa no en el hundimiento del aparato estatal, sino en la din¨¢mica de sustituci¨®n de instituciones autoritarias por instituciones democr¨¢ticas. Se trata de una evoluci¨®n, no de una revoluci¨®n. Hay que dar pasos positivos para

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construir un nuevo aparato que permita la consolidaci¨®n de esa democracia.

Como dec¨ªa Machado, hay dos tipos de conservadores: los que conservan la sarna y los que conservan la salud. Hoy se ha tratado de conservar la sarna.

Hablar de que el PSOE quiere gobernar desde fuera del Gobierno como aqu¨ª se ha dicho es injusto y lo puede testimoniar el propio Gobierno, cuya situaci¨®n no se puede decir que sea muy airosa en estos momentos.

Se trataba de ayudar a construir con firmeza en los vac¨ªos jur¨ªdicos y sociales que son peligrosos. Pero no se quiere potenciar por parte del Gobierno el desarrollo del sindicalismo. Que se haga una comparaci¨®n con otros pa¨ªses democr¨¢ticos y se comprobar¨¢ que las centrales sindicales tienen una infraestructura poderosa que les permite prestar servicios a sus afiliados. Si no se fomenta esto, los sindicatos tendr¨¢n una carga ideol¨®gica en exceso, porque no pueden ofrecer esos servicios que son la base del sindicalismo moderno. Se ha hecho un flaco servicio al pa¨ªs.

Este Estado que intentamos desmantelar, porque no se ha hundido, yo dir¨ªa que afortunadamente, se apropi¨® del patrimonio de UGT sin asumir ninguna carga. Estamos en una situaci¨®n de tr¨¢nsito en la que hay que combinar audacia y argumentos. Pero con la ?prudencia? que se ha pretendido demostrar aqu¨ª s¨®lo se conserva la sarna.

Manuel Jim¨¦nez de Parga (ministro de Trabajo). En la operaci¨®n que se est¨¢ llevando a cabo se mezclan audacia y prudencia a mitades. Cuando se trata de transformar un sistema de convivencia pol¨ªtica, sin destruirlo, la postura m¨¢s c¨®moda es criticar posibles prudencias en vez de posibles adelantos. Este asunto es complejo y dif¨ªcil, no porque se quiera minimizarlo, sino porque los instrumentos jur¨ªdicos de que contamos no facilitan una soluci¨®n estrictamente formal. Esos instrumentos jur¨ªdicos no existen. ?Que hay que crearlos?, naturalmente. Estamos en el Congreso, que puede hacerlo.

Pero si se hubiera. aceptado la moci¨®n socialista, se hubiera dado un paso hacia una distinta concepci¨®n del Estado. Nosotros aqu¨ª y ahora nos encontramos con un sistema pol¨ªtico en evoluci¨®n, y en ese sistema hay Cortes y Gobierno, cada uno con sus facultades. Lo que no procede, con ocasi¨®n de un motivo particular por muy importante que parezca, es desfigurar los l¨ªmites de lo que es materia del Gobierno, del Congreso y del Senado.

Miguel Roca (minor¨ªa catalana). Hemos votado a favor de la moci¨®n porque queremos que el Parlamento sea el centro de la vida pol¨ªtica del pa¨ªs y que todos los problemas importantes sean conocidos y debatidos aqu¨ª. Hemos votado que s¨ª porque no queremos dar ninguna prima al extraparlamentarismo, lo que ser¨ªa muy grave en estos momentos en que no conviene favorecer la radicalizaci¨®n de la vida pol¨ªtica del pa¨ªs.