Marlowe como Chandler
En 1932, a los 44 a?os, Raymond Chandler es un completo fracasado. No ha conseguido nada con sus intentos de dedicarse a la literatura. Su matrimonio con Cissy Pascal, por culpa de los dieciocho a?os que ella le lleva, funciona a un nivel maternal, pero no er¨®tico. Sus excesos en la bebida y sus complicaciones con secretarias hacen que sea despedido de su ¨²nico empleo importante.Este fracaso le hace abandonar su vida anterior y por tercera vez intentar dedicarse a escribir. Ahora abandona sus altos vuelos literarios y comienza a colaborar en revistas baratas, de gran tirada, especializadas en la publicaci¨®n de narraciones polic¨ªacas. Toma como modelo a Dashiell Hammett y el nuevo estilo polic¨ªaco creado por ¨¦l, y comienza a escribir y a publicar regularmente.
Adi¨®s, mu?eca
Raymond Chandler. Barral Editores. Barcelona, 1977.
Transcurridos cinco a?os y con una gran experiencia en el g¨¦nero, empieza a planear su primera novela. Sit¨²a la acci¨®n en Los Angeles, parte de materiales de sus primeros cuentos, escribe la historia a trav¨¦s de un narrador, y utiliza como protagonista al mejor personaje de sus cuentos, el detective privado Philip Marlowe. Al mismo tiempo consigue apartarse de la tradici¨®n del g¨¦nero y hacer que la novela polic¨ªaca no sea un fin, sino el medio de expresar su particular concepci¨®n del mundo. Y gracias a su especial sentido del humor consigue que el aburrimiento y el fracaso de su vida se transformen en unas divertidas y chispeantes narraciones con unos peculiares di¨¢logos que definen la personalidad de ese Marlowe, que es algo as¨ª como su contrario, su opuesto ?alter ego?, el personaje que hubiese querido ser, pero al que nunca consigui¨® parecerse.
Despu¨¦s de tres meses de arduo pero provechoso trabajo, en 1939 termina su primera novela, El sue?o eterno. Una din¨¢mica y compleja intriga en la cual brilla la personalidad de su caracter¨ªstico personaje, el enamoradizo y c¨ªnico, pero moralista y r¨ªgido, Philip Marlowe. La obra no tarda en alcanzar un gran ¨¦xito y r¨¢pidamente Chandler se convierte en un autor comercial y en un personaje conocido.
Poco despu¨¦s comienza a escribir Adi¨®s, mu?eca, partiendo de sus cuentos Try the Girl y Mandarin's Jade, pero tropieza con unas dificultades que nunca le abandonaron. La facilidad y rapidez con que ha redactado su primera, novela no se vuelven a repetir. Debido a su poca imaginaci¨®n, a su gran dificultad para escribir y a emplear cuentos preexistentes como punto de partida, la escritura de sus novelas le supone un grand¨ªsimo esfuerzo.
Desesperado abandona Adi¨®s, mu?eca y, partiendo de un cuento hom¨®nimo, empieza a escribir La dama del lago, pero se encuentra con los mismos problemas. Finalmente, consigue terminar Adi¨®s, mu?eca en 1940. Aunque tiene menos inter¨¦s que la primera, tambi¨¦n obtiene un gran ¨¦xito, dado que vuelve a brillar la personalidad de su magistral personaje, y le abre las puertas del cine que con sus adaptaciones le proporciona importantes ingresos durante el resto de su vida.
Con su caracter¨ªstico estilo, en Adi¨®s, mu?eca cuenta c¨®mo Philip Marlowe, al intentar ayudar desinteresadamente a un gigant¨®n ex presidiario -a quien llaman Iniciativas Malloy- en la b¨²squeda de su antigua novia -una pelirroja llamada Velma-, se ve envuelto en una complicad¨ªsima historia en la que se entrecruzan un robo de joyas, unos consumidores de marihuana y diversos personajes femeninos que fascinan y enga?an al protagonista con gran facilidad.
Salvo en El largo adi¨®s (1953), tal vez la mejor de sus novelas, y aquella en que tras la habitual complejidad de la intriga y la deslumbrante personalidad de Marlowe se esconde una interesante amistad, las novelas de Raymond Chandler se caracterizan por una confusa an¨¦cdota que el lector puede ir descifrando, pero que le cuesta gran trabajo sintetizar.
En 1946, el gran director Howard, Haws hace una excelente versi¨®n cinematogr¨¢fica de El sue?o eterno sobre un gui¨®n de William Faulkner. Durante el rodaje Haws discute con Humphrey Bogart -que encarna con perfecci¨®n a Marlowe- sobre qui¨¦n ha matado a uno de los personajes y env¨ªan un telegrama a Chandler para que les aclare la duda. Chandler, a quien gusta el gui¨®n y est¨¢ completamente de acuerdo con la pel¨ªcula, reflexiona, repasa la novela y en otro telegrama contesta que lo ignora. Lo que demuestra que las dificultades para desenredar la madeja son uno de sus m¨¢ximos valores y sus principales caracter¨ªsticas.
Tanto sus cuatro primeras novelas, escritas con una cierta precipitaci¨®n entre 1939 y 1943, como las tres ¨²ltimas, escritas con gran calma entre 1949 y 1958, muestran esa misma complejidad argumental.
Cuando en 1959, cinco a?os despu¨¦s que su mujer, Chandler muere, tras un per¨ªodo enloquecido de viajes entre Estados Unidos e Inglaterra, de mujeres y de alcohol, sigue crey¨¦ndose un fracasado.
De forma que, a lo largo de sus casi cuarenta a?os de vida literaria, tanto en su primera aparici¨®n como en la ¨²ltima, Marlowe contin¨²a siendo el mismo fant¨¢stico, enamoradizo, desinteresado, eficiente, fanfarr¨®n y buen chico de siempre, personaje principal de siete obras maestras del g¨¦nero polic¨ªaco, que se encuentran entre la m¨¢s destacada literatura norteamericana del siglo XX.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.