"Quieren torpedear el Casino Gran Madrid"

Si tras la autorizaci¨®n oficial, recientemente concedida, no surge nada que lo impida, dentro de unos meses se iniciar¨¢n las obras del casino de Madrid, que podr¨¢ parangonarse con los mejores de Europa. La Comisi¨®n Nacional del Juego ha elegido, de entre los proyectos presentados, al denominado Casino Gran Madrid, que promociona Enrique Uzal Fern¨¢ndez. Este proyecto se pretende levantar en el kil¨®metro veintiocho de la carretera de Madrid a La Coru?a, dentro del t¨¦rmino municipal de Torrelodones. La importancia del acontecimiento ha hecho que, desde distintos puntos de mira, se contemple con lupa cuanto concierne al casino concedido para la capital de Espa?a.Un perro como emblema

?Play-Boy tiene un conejito. El Casino Gran Madrid tendr¨¢ un perro como emblema?, dice Enrique Uzal, y explica por qu¨¦: ?Recorriendo solares encontr¨¦ un perro reci¨¦n nacido, que ya ha cumplido el a?o, en el solar donde precisamente se edificar¨¢ el casino. He alimentado al perro con el mismo cari?o que he cuidado de este proyecto.?

El proyecto tiene las siguientes caracter¨ªsticas:

Ubicaci¨®n: Pol¨ªgono 24-C del t¨¦rmino de Torrelodones. Exactamente es un terreno con forma aproximada de tri¨¢ngulo, uno de cuyos lados hace fachada de trescientos metros con la margen izquierda de la carretera de Madrid-La Coru?a, entre los puntos kilom¨¦tricos 27,700 y 28. Queda a unos dos kil¨®metros de Torrelodones. Dicho terreno cubre el paraje denominado meseta de Los Llanos y su extensi¨®n aproximada es de 50.000 metros cuadrados.

Distribuci¨®n: El frontal ser¨ªa una zona verde, tras la cual se hallar¨ªa el casino propiamente dicho rodeado de aparcamientos para cerca de 2.000 veh¨ªculos turismos, trece taxis y diez autobuses; al fondo, una zona deportiva y otra para hotel.

Servicios: El edificio del casino contar¨¢ con una planta s¨®tano para aparcamiento interior para unos quinientos veh¨ªculos, desde el que se ascender¨¢ directamente a la sala de juegos, cuarto de empleados, camerinos y discoteca. En la planta baja, sala de espect¨¢culos o teatro de ¨®pera, tiendas, entidad bancaria y salas de juego. En la planta tercera se instalar¨¢n las oficinas.

Los juegos previstos son los siguientes: ruleta, black-jack, bacarr¨¢ y bacarr¨¢-dos pa?os, punto y banca, 30 y 40 y boule. Est¨¢ prevista una sala para m¨¢quinas tragaperras en espera de la autorizaci¨®n para este tipo de juego.

El Casino Gran Madrid contar¨¢ tambi¨¦n con un servicio de polic¨ªa propio.

Medio siglo de prohibici¨®n

El d¨ªa 1 de noviembre de 1924, durante la dictadura de Primo de Rivera, se cerr¨® el ¨²ltimo casino de Espa?a, el Gran Casino, de San Sebasti¨¢n. En Madrid, la prohibici¨®n del juego hab¨ªa comenzado dos a?os antes, quiz¨¢s por el tono m¨¢s bohemio y popular en que se desenvolv¨ªan los juegos de envite o azar en la capital de Espa?a.

El d¨ªa 20 de diciembre de 1922, el ministro de la Gobernaci¨®n, duque de Almod¨®var del Valle, anunciaba a los periodistas que ya hab¨ªa cerrado bastantes centros donde se practicaban diversos tipos de juego y suprimido todas aquellas contribuciones que pagaban dichos centros a cuenta de la tolerancia de juego. Exist¨ªan entonces en Espa?a unas 2.000 casas de juego, de ellas 70 en Madrid.

El duque de Almod¨®var cerr¨® en principio muchos de estos peque?os garitos porque no ten¨ªa la suficiente fuerza, ni tampoco la ten¨ªa su Gobierno, como para acabar radicalmente con el juego. De momento, y hasta el advenimiento de la dictadura de Primo de Rivera en Madrid, se respetaron el Casino, La Pe?a y los centros, Militar y de Bellas Artes.

Durante esta operaci¨®n antijuego, peri¨®dicos de izquierda -principalmente El Socialista- acusaron al ministro de la Gobernaci¨®n de tratar de beneficiar con la operaci¨®n al empresario del juego Marquet, que hab¨ªa preparado en el Palacio de Hielo de Madrid todos los materiales t¨¦cnicos para montar un gran casino que se llamar¨ªa Jockey Club. Por otra parte, la compa?¨ªa constructora del Real Sitio de El Escorial se propon¨ªa instalar en esta localidad un casino de dimensiones parecidas al de San Sebasti¨¢n, considerado este ¨²ltimo como el m¨¢s suntuoso y serio del pa¨ªs.

El d¨ªa 25 de febrero de 1977, el Consejo de Ministros aprobaba un real decreto por que se legalizaba de nuevo el juego en Espa?a, al mismo tiempo que se regulaban sus aspectos penales, administrativos y fiscales. El d¨ªa 1 de junio de ese mismo a?o se aprobaba el reglamento provisional de casinos de juego, de cuya aplicaci¨®n se encargar¨ªa una comisi¨®n nacional de juego creada para coordinar y ejecutar todos los aspectos establecidos en tomo al juego. Sucesivamente se fueron desarrollando normativas referentes al cat¨¢logo de juegos, a las inversiones extranjeras, a la distribuci¨®n de los rendimientos de tasas, a la Brigada Especial del Juego. Por fin, el pasado d¨ªa 17 se publicaban las 18 concesiones oficiales decididas por la Comisi¨®n Nacional de Juego.

Una de las normas que regulan el juego en esta nueva etapa de termina para Madrid, que se hallen fuera del ¨¢rea metropolitana. As¨ª, los seis proyectos que se presentan son situados, efectivamente, detr¨¢s del l¨ªmite marcado por la zona del ¨¢rea metropolitana. Estos son los de Torrej¨®n (1), Nuevo Batz¨¢n (1), El Escorial (1) y Torrelodones. Aqu¨ª son tres los proyectados: el Puerta del Sol, el Sierra de Madrid y el Gran Madrid.

"No estoy muy contento"

Cuando EL PA?S dio la enhorabuena al se?or Uzal por la autorizaci¨®n al casino por ¨¦l promovido, y le pregunt¨® si estaba contento, contest¨®: ?No mucho. Hay alguien que se empe?a desde hace tiempo en torpedearme y sigue haci¨¦ndolo a¨²n. Creo que se ha presentado un recurso. Pero mi proyecto est¨¢ completamente en orden y nadie va a impedir que sea una realidad?.

Durante alg¨²n tiempo, antes del fallo de la Comisi¨®n Nacional del Juego, ya se o¨ªan insistentes rumores que ven¨ªan a decir: ? Las concesiones van a traer cola.? A ra¨ªz de la autorizaci¨®n del Casino Gran Madrid, algunas fuentes consultadas por EL PA?S se?ala ron la posibilidad de existir impedimentos, a nivel urban¨ªstico, para edificar un casino en el lugar previsto por el proyecto autorizado. Las palabras del se?or Uzal confirmaban, por otra parte, qu¨¦ la marejada prevista empezaba a tomar fuerza.