Vitoria exige el esclarecimiento de los luctuosos sucesos del 76
Con un paro generalizado, una manifestaci¨®n en la que participaron alrededor de 25.000 personas, y un mitin pol¨ªtico-sindical, conmemor¨® el pueblo de Vitoria el segundo aniversario de los sucesos del tres de marzo en los que perdieron la vida cinco trabajadores.
La jornada hab¨ªa sido preparada cuidadosamente por las centrales sindicales, partidos pol¨ªticos -no apoyaron UCD y PNV- y asociaciones de vecinos que hab¨ªan previsto una serie de actos a los que se ha querido dar un car¨¢cter pac¨ªfico.D¨ªas antes, se supo que la manifestaci¨®n y el mitin programado ten¨ªan el permiso gubernativo -cosa que no sucedi¨® el a?o pasado- con lo que se alejaban las preocupaciones de incidentes y enfrentamientos con la fuerza p¨²blica, producidos en el primer aniversario. Pese a todo, contingentes de polic¨ªa venidos de M¨¦rida y Logro?o llegaron a Vitoria el d¨ªa anterior, en previsi¨®n de incidentes o problemas de orden p¨²blico. Parece ser que exist¨ªa un acuerdo t¨¢cito entre los organizadores del acto y el Gobierno Civil, para que la fuerza p¨²blica no saliera a la calle salvo en caso de des¨®rdenes o provocaciones graves.
Obedeciendo consignas de huelga general, el paro era pr¨¢cticamente total ya desde primeras horas de la ma?ana.
A las 10 de la ma?ana funcionaban con normalidad los servicios p¨²blicos -que no pararon-. No puede decirse lo mismo de comercios y locales p¨²blicos, que observaron un alto porcentaje de paro fundamentalmente en el centro y barrios perif¨¦ricos. El sector de la banca entr¨® a trabajar con normalidad parando posteriormente a las 10,45, para que los empleados pudieran asistir al funeral.
Las banderas a media asta en el Ayuntamiento, Diputaci¨®n y edificios p¨²blicos, las tiendas cerradas, el silencio de las calles y la intensa lluvia daban a Vitoria un aspecto de ciudad conmocionada y semiparalizada.
Todo el ambiente ciudadano se hab¨ªa concentrado a partir de las 11 de la ma?ana en las inmediaciones de la catedral, en donde iba a celebrarse el funeral en memoria de los muertos del tres de marzo de 1976. A esa hora, la catedral nueva de Vitoria aparec¨ªa repleta de p¨²blico, (cifras que oscilan entre 6.000 y 8.000 personas). Fuera, una gran muchedumbre esperaba con pancartas el final del acto religioso.
El funeral concelebrado por 15 sacerdotes, fue dirigido por el padre Quilchano, quien ley¨® durante la homil¨ªa un escrito de los celebrantes, en el que entre otras cosas, se pide el esclarecimiento de los hechos.
Tras afirmar que hoy debe ser posible el entedimiento y la paz en Euskadi, los sacerdotes pidieron la unidad de todos los trabajadores all¨ª presentes.
Al t¨¦rmino de la ceremonia religiosa, los asistentes al acto y el p¨²blico que esperaba fuera iniciaron la manifestaci¨®n prevista. En cabeza, familiares y amigos de las v¨ªctimas portaban coronas de flores. Inmediatamente detr¨¢s, se situaban representantes de centrales sindicales y f¨¢bricas que sosten¨ªan una pancarta en la que pod¨ªa leerse ?el pueblo de Vitoria, unido por el pan, el trabajo y la libertad, exige responsabilidades?. En cabeza de la manifestaci¨®n pudo distinguirse al parlamentario del PSOE, Luis Alberto Aguiriano. En el grueso de la columna se repart¨ªan medio centenar largo de pancartas.
A lo largo del recorrido, los manifestantes repitieron frases tales como, ?amnist¨ªa laboral?, ?exigimos responsabilidades ?, ?obreros muertos, el pueblo os vengar¨¢?, ?obreros, hermanos, no os olvidamos? y ?el pueblo unido, jam¨¢s ser¨¢ vencido?. Asimismo, se escucharon gritos de ?juicios populares a los asesinos?, ?disoluci¨®n de cuerpos represivos?,
A mitad de la calle Calvo Sotelo, pudo observarse, descolgado a unos 200 metros del grueso de manifestantes, a un grupo de unas 1.000 personas que encabezaba una pancarta de la central LAB, pidiendo la disoluci¨®n de cuerpos represivos. Este grupo -integrado fundamentalmente por abertzales, asamblearios y militantes de CNT- contestaban el mitin de la tarde con gritos como ?asamblea s¨ª, mitin no?, ?partidos farsantes, sois unos mangantes?, y otros dirigidos a la fuerza p¨²blica (?cuerpos represivos al pared¨®n?) y a ETA (?ETA herr¨ªa zurek¨ªn? y ?ETA, Lemoniz Goma-2?).
Hacia las 12,45 lleg¨® la cabeza de la manifestaci¨®n a la iglesia de San Francisco. En ese momento, se escucharon gritos de ?polic¨ªa asesina? y ?Fraga ir¨¢s al pared¨®n?. En el lugar en donde hace dos a?os cayeron heridos de muerte tres de los cinco obreros fallecidos -la calle Vicente Manterola-, se celebr¨® un sencillo acto. Levantando en alto las coronas de flores, los asistentes cantaron ?La Internacional? y el Eusko Gudariak. Tras los gritos de ?gora Euskadi Askatuta?, y ?Viva la clase trabajadora?, los manifestantes se disolvieron.
Para las cincoy media de la tarde, se hab¨ªa previsto la celebraci¨®n de un mitin sindical en el polideportivo de Mendizorroza, de Vitoria, en el que deb¨ªan de intervenir representantes de todas las centrales convocantes. El acto estuvo a punto de suspenderse por los incidentes registrados al inicio del mismo, cuando un sector del p¨²blico -el que hab¨ªa protagonizado la manifestaci¨®n ?paralela?, en la ma?ana- comenz¨® a gritar ?asamblea s¨ª, mitin no?.
La situaci¨®n se hizo tirante hasta tal punto que se registraron algunos enfrentamientos f¨ªsicos por partidarios de las dos tendencias. En medio de una gran confusi¨®n, la mesa del mitin invit¨® a que representantes de ambos bandos explicasen p¨²blicamente sus posturas.
Se dirigieron al p¨²blico -entre 3.500 y 4.000 personas- Rafael Garde (Sindicato Unitario), defendiendo el acto p¨²blico programado, y Ferm¨ªn Naves, que abog¨® por la celebraci¨®n de una asamblea p¨²blica. Al t¨¦rmino de las dos intervenciones, se realiz¨® una votaci¨®n a mano alzada que confirm¨® el deseo mayoritario de los asistentes de que el mitin se celebrara.
En Pamplona, sin embargo, tras la celebraci¨®n de un funeral por los muertos de Vitoria, se produjeron fuertes choques entre manifestantes y la fuerza p¨²blica, barricadas y lanzamiento de botellas incendiarias. Tres personas, al menos, dos polic¨ªas y un manifestante, tuvieron que ser atendidos en centros sanitarios.
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