Sevilla: Carrillo niega que existan tendencias en el PCE
?Hay, efectivamente, corrientes de opini¨®n y diversos enfoques a los problemas entre los militantes, pero no veo que existan tendencias cristalizadas dentro del partido?, declar¨® a EL PA?S Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de Espa?a (PCE), durante las sesiones de la primera conferencia regional de dicho partido, celebrada en Sevilla los d¨ªas 24, 25 y 26. Las principales novedades de la conferencia fueron la decisi¨®n de iniciar un debate constituyente del futuro Partido Comunista de Andaluc¨ªa, la aprobaci¨®n de dos enmiendas a la totalidad de sendas tesis propuestas por el comit¨¦ central y la elecci¨®n del diputado Fernando Soto como nuevo secretario pol¨ªtico de los comunistas andaluces.El se?or Carrillo estaba acompa?ado de los dirigentes comunistas Gallego, Romero Mar¨ªn, L¨®pez Salinas y L¨®pez Raimundo y del poeta Rafael Alberti. La presidenta del PCE, Dolores Ib¨¢rruri, hizo una breve aparici¨®n en el cine Montecarlo, convertido en sala de sesiones, donde fue ovacionada por los delegados, participando el domingo en un mitin de clausura al que asistieron unas 25.000 personas.
Los debates se desarrollaron en algunos momentos en un ambiente tenso a causa de las discrepancias de un sector de delegados con respecto a las tesis y al proyecto de estatutos propuesto por la direcci¨®n, lo que se reflej¨® en la presentaci¨®n, discusi¨®n y votaci¨®n de setenta enmiendas. Aunque la mayor¨ªa de ellas se refer¨ªan a aspectos muy concretos, correcciones y matices, prosperaron dos enmiendas a la totalidad de la tesis diez (problemas de la juventud), que fue tachada de paternalista, y de las doce (movimiento ciudadano). Con respecto a esta ¨²ltima, la conferencia aprob¨®, con s¨®lo veintid¨®s votos en contra, un texto alternativo elaborado por la comisi¨®n enmendante.
Otras enmiendas promovidas desde posiciones discrepantes con la direcci¨®n y que fueron aprobadas por el pleno se refieren a la gratuidad de los anticonceptivos, que deber¨ªan correr a cargo de la Seguridad Social, al control de la ense?anza privada y a la necesidad de subrayar especialmente la oposici¨®n de los comunistas a las bases extranjeras en nuestro pa¨ªs. En cambio fue derrotada, tras un pol¨¦mico debate, la enmienda que trataba de introducir en las tesis un programa feminista que inclu¨ªa el derecho a una sexualidad libre y la protecci¨®n a las prostitutas frente a los proxenetas.
En cuanto al controvertido tema del leninismo, la conferencia aprob¨® por 332 votos a favor la definici¨®n del PCE como marxista y revolucionario, obteniendo 51 votos la enmienda que pretend¨ªa mantener la denominaci¨®n marxista-leninista. Otra enmienda, defendida por la delegaci¨®n de C¨¢diz y que propugnaba que la decisi¨®n quedase pospuesta hasta lograr un debate m¨¢s amplio, fue igualmente derrotada (obtuvo 65 votos) despu¨¦s de que el propio Carrillo interviniese en contra, preguntando: ??Vamos a enterrar al partido en una discusi¨®n de profesores??, e insistiendo en que el PCE se apoyar¨¢ cuantas veces sea necesario en Lenin, ?el m¨¢s grande revolucionario de la historia?. Indic¨® tambi¨¦n el l¨ªder comunista que la pol¨¦mica creada en torno al leninismo le parec¨ªa una querella de alemanes.
Por el contrario, la conferencia aprob¨® pr¨¢cticamente por unanimidad que las organizaciones comunistas de la regi¨®n comiencen a debatir la conveniencia de transformar el partido en Partido Comunista de Andaluc¨ªa (PCA), mandatando al nuevo comit¨¦ regional para que prepare un congreso extraordinario, a celebrar antes de 1979, en el que se aprobar¨ªan el programa y los estatutos del PCA y se eligir¨ªa el comit¨¦ central. Tambi¨¦n se aprobaron, tras numerosas correcciones, diversas resoluciones sobre el paro, la preautonom¨ªa, las elecciones sindicales y las municipales.
Hay que destacar, a otro nivel, los cambios producidos en la direcci¨®n regional del partido. Los dirigentes anteriores a la conferencia ven¨ªan siendo objeto en los ¨²ltimos meses de fuertes cr¨ªticas entre los cuadros medios de la organizaci¨®n, que consideraban inadecuado al comit¨¦, formado en la clandestinidad, para realizar las nuevas tareas exigidas por la legalidad democr¨¢tica.
Este esp¨ªritu cr¨ªtico se ha reflejado en las elecciones para el nuevo comit¨¦ regional. Si bien la gran mayor¨ªa de los antiguos dirigentes han sido reelegidos, muchos de ellos han logrado menos votos que otros que se presentaban por vez primera y algunos de los que ocupaban importantes responsabilidades en el comit¨¦ anterior han quedado relegados a los ¨²ltimos lugares de la lista, seg¨²n informaron a EL PA?S varios delegados.
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