La opresi¨®n de las minor¨ªas, una constante en todos los continentes
Para Robert Molhaut, secretario general de la Federaci¨®n Mundial de Juventudes Cat¨®licas, que es el organismo organizador del Congreso de Derechos Humanos y Minor¨ªas que se clausura hoy en Torremolinos, ?es triste constatar que los derechos humanos son cada vez con m¨¢s frecuencia violados, a pesar de que la mayor¨ªa de los pa¨ªses del mundo han firmado la carta de los derechos humanos Nuestra organizaci¨®n, que no es gubernamental, trata de desarrollar el tema de los derechos humanos entre los j¨®venes para que las pr¨®ximas generaciones se apliquen en su defensa y en el reconocimiento de los derechos de las minor¨ªas?.
La Federaci¨®n Mundial est¨¢ empe?ada en la actualidad en una lucha pro derechos humanos. Ahora se est¨¢ celebrando este congreso a nivel europeo y le seguir¨¢n otros a nivel de otros continentes. Los problemas son distintos en cada una de las partes del mundo. En este sentido es reveladora la frase pronunciada por el vicepresidente de la Federaci¨®n Africana: ?En Europa habl¨¢is de derechos humanos como derechos de las minor¨ªas; esto significa que los derechos de las mayor¨ªas son respetados. En Africa, en cambio, cuando hablamos de defensa de los derechos humanos nos referimos a los derechos de las mayor¨ªas.?Las democracias europeas no respetan totalmente los derechos humanos, seg¨²n Robert Molhaut, especialmente los de las minor¨ªas, como sucede en Espa?a, aunque en nuestro pa¨ªs ?es cada vez m¨¢s evidente un importante progreso en este orden de cosas. Por vez primera tenemos la oportunidad de cambiar impresiones sobre el tema con delegados espa?oles en Espa?a. Es claro que este congreso no se habr¨ªa podido celebrar, y menos a¨²n con el patrocinio de un Ministerio del Gobierno espa?ol, en los a?os anteriores a 1975?.
El terrorismo
La reacci¨®n de fuerza y de seguridad que se est¨¢ produciendo en Europa contra el terrorismo tiene el peligro -se?ala el se?or Molhaut- de acarrear nuevas violaciones de los derechos m¨¢s elementales, como son los de los presos y el derecho a la justicia. Esto significa una marcha atr¨¢s en la tradici¨®n democr¨¢tica de los pa¨ªses europeos. ?Nosotros estamos estudiando los problemas surgidos del convenio europeo contra el terrorismo y creemos que las propuestas que se hacen en ¨¦l son altamente negativas para los derechos humanos elementales.?El estudio de este tema est¨¢ ocupando muchas horas de trabajo a los congresistas de los diferentes pa¨ªses europeos que se han dado cita en Torremolinos y una conclusi¨®n parece ya clara: denuncia de las propuestas contenidas en el convenio europeo contra el terrorismo por entender que encierran en s¨ª mismas la conculcaci¨®n de principios tradicionalmente admitidos por la sociedad europea.
Los gitanos
La problem¨¢tica de las comunidades gitanas en Europa ha sido expuesta por la se?orita Benion, irlandesa. En su exposici¨®n parte de las medidas que se est¨¢n tomando en su pa¨ªs: alojar a los gitanos en comunidades establecidas en lugar fijo, como sistema de lucha contra la vida n¨®mada; creaci¨®n de escuelas especiales, etc¨¦tera. El 50%, seg¨²n un estudio realizado recientemente, no acepta establecerse. Este 50% es, precisamente, el que tiene mayores posibilidades econ¨®micas. Principal problema de los gitanos irlandeses es el de la carencia de estudios, aun de los m¨¢s elementales. ?A causa de su modo de vivir -dice la se?orita Benion- tienen tambi¨¦n problemas de salud. Un 60% de la comunidad s¨®lo vive cincuenta a?os. La integraci¨®n en la sociedad irlandesa es muy dif¨ªcil a causa de ellos mismos, ya que son aceptados por el resto de la sociedad sin mayores problemas. Se dio el caso curioso de que un grupo de gitanos que ya estaba integrado se opuso a la integraci¨®n de otro grupo nuevo.?En la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos se da un sentimiento profundo de xenofobia. Este sentimiento, seg¨²n Molhaut, se ha agudizado ¨²ltimamente a causa de la crisis econ¨®mica y ya no se da s¨®lo contra los gitanos, sino tambi¨¦n contra los africanos, los ¨¢rabes y los turcos, y, en menor medida, contra los latinos, especialmente espa?oles.
Mar¨ªa L¨®pez, miembro de la delegaci¨®n espa?ola en representaci¨®n de la c¨¢mara de fuerzas sociales del consejo de la juventud, participa en la ponencia de analfabetos. Para esta ponencia es preciso hallar una nueva definici¨®n del analfabeto que no es ya, simplemente, el que no sabe leer y escribir, sino el que se ve imposibilitado, a causa de su escaso bagaje cultural, de participar en la vida social y pol¨ªtica. ?En este sentido -dice- el problema se da en toda Europa, con excepci¨®n quiz¨¢ de Suiza. En nuestro pa¨ªs hay una cifra de analfabetos as¨ª considerados que raya entre los seis millones y medio y los ocho millones, y viven fundamentalmente en las zonas rurales de Andaluc¨ªa y Extremadura.?
El movimiento juvenil de Espa?a se ha desarrollado bastante a nivel de base durante los dos ¨²ltimos a?os. ?Hoy estamos muy desarrollados, pero muy desatendidos, pues en la Direcci¨®n General de la Juventud se nos ignora sin m¨¢s. En este congreso estamos participando especialmente en los temas de emigraci¨®n, derechos humanos y problemas de la juventud emigrada, que son los que nos afectan m¨¢s directamente.?
Emigrantes en B¨¦lgica
Dominique Wantier, en su ponencia La emigraci¨®n en B¨¦lgica dedic¨® un espacio a los emigrantes espa?oles en aquel pa¨ªs. ?En B¨¦lgica, los emigrantes m¨¢s integrados son los italianos y los espa?oles. Los problemas principales son los culturales y los que llamamos "de segunda generaci¨®n". Empieza a ser muy fuerte la xenofobia. Hoy d¨ªa, a causa del gran paro existente en el pa¨ªs, se pide lisa y llanamente la expulsi¨®n de los trabajadores extranjeros. Como consecuencia, los emigrantes empiezan a tomar conciencia de su marginaci¨®n, pues antes de la crisis ¨¦sta apenas exist¨ªa.?El dan¨¦s Peter Joergensen toc¨® el tema de Minor¨ªas en Dinamarca. Estas minor¨ªas son casi siempre peque?os grupos nacionales..?En Dinamarca no hay muchos espa?oles, pero s¨ª numerosos refugiados chilenos, que llegaron despu¨¦s de la ca¨ªda del r¨¦gimen de Allende. Estos refugiados temen a las autoridades danesas, y la verdad es que no sabemos por qu¨¦, puesto que hay varias organizaciones que intentan ayudarles mediante la b¨²squeda de empleo, alojamiento, etc¨¦tera, y que luchan por conseguir -y lo hacen con ¨¦xito- que sean respetados sus derechos humanos.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.