Rubio Llorente analiza las relaciones Gobierno-Cortes

El an¨¢lisis de las relaciones Gobierno-Cortes desde la perspectiva del parlamentarismo de nuestro tiempo fue abordado ayer en el Club Siglo XXI por Francisco Rubio Llorente, letrado de las Cortes, en una conferencia sobre las relaciones entre el Gobierno y el Parlamento. El conferenciante manifest¨® que intentaba situar en sus justos t¨¦rminos las cr¨ªticas o el desencanto que la actuaci¨®n de las Cortes hayan podido originar, porque muchas de esas cr¨ªticas o de esas actitudes desencantadas parten de personas que quisieran ver afirmarse un sistema democr¨¢tico, pero que operan con criterios inactuales y esperan de las Cortes lo que un Parlamento de nuestro tiempo no puede dar.?En las democracias parlamentarias contempor¨¢neas las elecciones tienen un sentido bien distinto a las del pasado -precis¨® el conferenciante-. No sirven tanto para elegir a personas determinadas como para expresar las preferencias de los ciudadanos por los distintos partidos; m¨¢s que elecciones son aut¨¦nticos plebiscitos y, por eso, la democracia representativa est¨¢ dejando paso a una democracia plebiscitaria. Dentro de ella, el Parlamento queda integrado por partidos, m¨¢s que por individuos. Los parlamentarios no obran ya seg¨²n su propio criterio, sino seg¨²n la disciplina del partido; las deliberaciones no sirven para convencerse rec¨ªprocamente y formar una voluntad com¨²n y las decisiones b¨¢sicas se toman frecuentemente fuera del Parlamento, o, en todo caso, al margen de las sesiones plenarias en ¨®rganos semejantes a nuestras juntas de portavoces. En este contexto la funci¨®n esencial del Parlamento, que sigue siendo tan indispensable para esta democracia plebiscitaria como lo fue para la vieja democracia representativa, es ahora la de dar publicidad a las razones de las decisiones y de los acuerdos y presentar ante la opini¨®n a los distintos partidos en continuo di¨¢logo.

Carecen, por eso, de justificaci¨®n real la cr¨ªtica o la insatisfacci¨®n que nacen del hecho de que las Cortes no hayan participado en la adopci¨®n de decisiones b¨¢sicas (pacto de la Moncloa o acuerdos preauton¨®micos), o las motivadas por la evidencia de que sea la Junta de Portavoces, en secreto, y no el Pleno de la C¨¢rnara, en p¨²blico, el ¨®rgano que ha adoptado otras decisiones importantes.?