La agricultura y el comercio exterior, bases para una soluci¨®n a la crisis econ¨®mica

Como cualquier pa¨ªs en el que el desarrollo industrial se ha producido a velocidad de v¨¦rtigo, el campo ha quedado relegado a un segundo t¨¦rmino, aunque el Gobierno, con toda la tardanza imaginable -caso similar al de Espa?a- est¨¦ dispuesto a abordar de forma definitiva una reforma de las estructuras agrarias y con ello solventar en la medida en que sea posible el problema de los precios y el abastecimiento interno.La agricultura privada supone el 77 %

Una estructura agraria polaca es -al igual que la Iglesia cat¨®lica- otra de las contradicciones del socialismo polaco. Con una poblaci¨®n activa agraria que supone el 26% de la total, el campesino polaco, seg¨²n el Instituto de Econom¨ªa Agraria, ostenta el 77% de la superficie sembrada en sus manos, es decir, las explotaciones son privadas, mientras que s¨®lo el 17% est¨¢ estatalizado, un 5% pertenece a cooperativas, y el 1 % son propiedades con menos de dos hect¨¢reas.

El Gobierno Gierek ha comprendido -hay que ser pragm¨¢tico- que no es posible hablar de sector agrario ni abordar sus problemas sin un reconocimiento expl¨ªcito e impl¨ªcito de la propiedad privada en ¨¦l. As¨ª, desde hace uno, meses est¨¢ en marcha una reforma de estructuras que tiene como objeto rentabilizar la producci¨®n agraria, que supone el 15 %del PNB.

El plan es complejo y comprende ayudas de todo tipo para el agricullor, con el ¨²nico fin de ampliar las explotaciones -cuarenta hectireas se considera el ¨®ptimo y motivar al agricultor para llevar a cabo una ordenaci¨®n de cultivos que permita racionalizar la producci¨®n y disminuir la dependencia externa en este sector, hasta el punto de que en el plazo de tres a?os se espera equilibrar la balanza comercial agraria que desde 1973 resulta negativa, con un d¨¦ficit en 1977 de seiscientos millones de d¨®lares y unas importaciones de 2.000 millones de d¨®lares.

Polonia destin¨® durante 1977 un total de 49.000 millones de zlotys (14.000 millones de d¨®lares) en cr¨¦ditos a la agricultura, especialmente al sector privado y para acondicionamiento de las explotaciones y su mecanizaci¨®n. Los pr¨¦stamos son a fondo perdido una parte de ellos, con carencias de cinco a?os en su mayor¨ªa, a un tipo de inter¨¦s que oscila del 2 al 5%, seg¨²n se trate de cr¨¦ditos a largo plazo (treinta a?os) o a corto ( 1-2 a?os).

Sin embargo, los 120.000 millones de zlotys que anualmente el Estado destina a subvencionar los desequilibrios existentes entre costo y precio tienen un futuro muy incierto, seg¨²n reconocen los propios miembros del Gobierno. En su opini¨®n, esta cifra es dif¨ªcil de mantener, teniendo en cuenta que el valor de la producci¨®n agraria particular alcanza 307.000 millones de zlotys. Otras medidas que el Gobierno est¨¢ poniendo en marcha est¨¢n destinadas a frenar la emigraci¨®n agraria hacia las zonas industriales, abordar el siempre escabroso tema de las herencias y solucionar la supervivencia del agricultor retirado mediante una especie de sueldo que le permita resistir la inactividad.

Consciente de que el Estado no puede hacerse cargo de un sector agrario socializado, el Gobierno no siente el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s en hacerse con un mayor n¨²mero de explotaciones, aunque s¨ª fomentar el cooperativismo. Sin embargo, un 17% de la superficie agr¨ªcola polaca est¨¢ en manos del Estado y cubre un papel importante al dedicarse a cultivar productos que generalmente son importados de otros pa¨ªses.

Con la excepci¨®n de productos agrarios concretos, las empresas estatales polacas, en las que se ha realizado un considerable esfuerzo en la construcci¨®n de invernaderos, se dedican a producir productos como carne, cereales y, productos hortofrut¨ªcolas de los que Polonia es deficitaria. Sin embargo, el clima polaco hace que la utilizaci¨®n de invernaderos est¨¦ a la orden del d¨ªa, aunque el elevado coste de construcci¨®n de estas naves hace dif¨ªcilmente rentable los productos que de ellas salen.

Otro sensible esfuerzo lo est¨¢ realizando el Gobierno polaco en la industria de transformaci¨®n de los productos agrarios. Quiz¨¢ y por razones motivadas de un pasado abandono, la industria de transformaci¨®n agraria en Polonia recibe los m¨¢s elevados porcentajes de inversi¨®n. Construir una red de frigor¨ªficos que permita preservar la leche y otros productos animales en buenas condiciones para el consumo es un tema que preocupa a las autoridades polacas y lo mismo ocurre con la industria transformadora de productos agr¨ªcolas.

Aproximadamente el 47% del comercio exterior polaco se realiza con pa¨ªses capitalistas -de los cuales un 30% pertenecen a la OCDE-, hecho ¨¦ste que explica claramente la incidencia de la crisis econ¨®mica occidental en este pa¨ªs. Pese a los sucesivos intentos de superar la falta de exportaciones a Occidente -el Gobierno tecnocr¨¢tico de Gierek dedica grandes esfuerzos a colocar sus productos en los pa¨ªses capitalistas-, ¨²nica fuente de divisas para Polonia, sus balanzas comercial y de pagos siguen registrando fuertes d¨¦ficit. El ¨ªndice de cobertura media de su comercio exterior es del 80% y su d¨¦ficit de balanza comercial alcanz¨® en 1976 la cifra de 2.800 millones de d¨®lares. En los primeros meses de 1977 -¨²ltimas cifras conocidas- mejor¨® la tasa de cobertura (85%), si bien el d¨¦ficit de los seis primeros meses del a?o superaba ya los 3.300 millones de d¨®lares y la cobertura media con los pa¨ªses de la OCDE es del 61 %.

Comercio exterior otro gran problema

Sin llegar a la paralizaci¨®n de las importaciones, se notan fuertes restricciones, especialmente si proceden de pa¨ªses occidentales. Sin embargo, las autoridades polaca niegan rotundamente que ellos practiquen cualquier suerte de restricciones.

Si los pa¨ªses capitalistas comenzaron a notar los efectos de la crisis econ¨®mica a ra¨ªz de la postura petrolera de los pa¨ªses de la OPEP, en el caso de Polonia o de otros pa¨ªses socialistas la crisis no fue motivada por el petr¨®leo -Polonia importa un elevado porcentaje de su crudo de la URSS, a precios mucho m¨¢s bajos que los de mercado-, sino por la crisis en los pa¨ªses occidentales. En estos momentos, una de las obsesiones del Gobierno de Polonia es su econom¨ªa exterior: aumentar sus exportaciones, manejar su endeudamiento exterior y esperar a que Occidente supere su crisis para abordar de lleno todas las reformas que demanda la econom¨ªa polaca. Por ello, las autoridades econ¨®micas se muestran enormemente sensibles a cualquier medida proteccionista que sea adoptada por los pa¨ªses occidentales contra sus exportaciones. Sin embargo, y a pesar de que ellos no gustan del t¨¦rmino proteccionismo, el propio ministro de Comercio Exterior y Econom¨ªa Mar¨ªtima, Jerzy Olszewski, reconoc¨ªa, en diciembre de plan polaco de importaciones no se cumplir¨ªa debido ?a las desagradables -ya que no soy partidario de tales medidas, pero hab¨ªa que aplicarlas- restricciones administrativas. Nosotros lo llamamos bellamente racionalizaci¨®n de las importaciones, pero se act¨²a simplemente en forma administrativa y cada pedido de importaci¨®n es decidido por nosotros, y lo cortamos. Tienen luz verde s¨®lo piezas de recambio y algunos elementos y objetos de cooperaci¨®n para que la f¨¢brica pueda trabajar.?

A la vista del cuello de botella que supone el comercio exterior para el desarrollo polaco, no es de extra?ar el esfuerzo realizado por el Gobierno para intentar equilibrar al m¨¢ximo su balanza comercial.

Por lo que respecta a las relacio nes comerciales hispano-polacas, ¨¦stas se mantienen en una posici¨®n de escasa relevancia dentro del comercio global de Polonia, ya que figuran en el vig¨¦simo puesto. Las Jornadas Polacas en Madrid, que a lo largo de la ¨²ltima semana se han desarrollado tanto a nivel comer cial como art¨ªstico o humano, son una muestra clara del inter¨¦s polaco por potenciar el comercio con Espa?a, si bien las autoridades espa?olas consideran que no es el momento ¨®ptimo para asistir al relanzamiento de las relaciones econ¨®micas entre ambos pa¨ªses debido a la dif¨ªcil situaci¨®n por la que atraviesa el sector industrial espa?ol.

Espa?a ha venido tradicionalmente manteniendo d¨¦ficit en su comercio con Polonia, con una cobertura de exportaci¨®n que ha oscilado entre el 75-85%.

Sin embargo, y a pesar del secular d¨¦ficit espa?ol con Polonia, la autoridades estad¨ªsticas polacas insisten en demostrar lo contrario como refleja el cuadro adjunto

Analizando el cuadro, hay que convenir que el margen de error de las estad¨ªsticas ha sido superado ampliamente. Desviaciones m¨ªnimas pueden ser calificadas como correctas, pero no hasta el grado de que con un comercio global que supera ligeramente los doscientos millones de d¨®lares, los servicios espa?oles detecten un saldo negativo para Espa?a de 30,3 rnillones de d¨®lares, y los polacos, por su parte, le concedan un super¨¢vit de 5,8 millones de d¨®lares.

Las relaciones comerciales hispano-polacas se encuentran, por lo que respecta a las exportaciones polacas, demasiado concentradas, ya que el 81,15 % de las importaciones espa?olas procedentes de Polonia corresponden a carb¨®n (96,3 millones de d¨®lares), quedando el resto de las partidas en un plazo realmente secundario y escasamente representativo.

Por lo que respecta a las exportaciones espa?olas, los dos primeros grupos est¨¢n representados por los productos sider¨²rgicos y por la maquinaria y aparatos seguido de agrios y vinos, entre los cuales se reparten m¨¢s del 50%de las ventasespa?olas.

Inter¨¦s polaco por incrementar los intercambios con Espa?a

Ambos pa¨ªses -tanto Espa?a como Polonia- se encuentran en una situaci¨®n econ¨®mica similar. Ambos tienen especial inter¨¦s en colocar sus productos en los mercados exteriores, a la vez que se acusan mutuamente de realizar pr¨¢cticas ilegales proteccionistas con sus respectivos comercios.

Polonia acusa al Gobierno espa?ol de utilizar pr¨¢cticas dilatorias con las exportaciones polacas, mientras que Espa?a indica que la palabra compensaci¨®n est¨¢ ¨ªntimamente ligada con la pol¨ªtica comercial exterior de Polonia.,

Espa?a se encuentra en estos momentos realizando un considerable esfuerzo exportador, mientras que Polonia- arrastra muchos problemas derivados de su reducci¨®n exportadora con los pa¨ªses occidentales, producto de la crisis econ¨®mica por la que atraviesan ¨¦stos.

Quiz¨¢ el aut¨¦ntico freno para las exportaciones polacas -independientemente de otros de orden estructural- se encuentra en la pol¨ªtica seguida y que arrastra una buena dosis de los vicios mantenidos durante los ¨²ltimos a?os al estar aferrados a unos sistemas bilateralislas en sus relaciones con el exterior, lo que les llevan a intentar compensar compras con ventas, lo que supone para una econom¨ªa capitalista un serio freno para el desarrollo de su comercio exterior.

En cualquier caso, en pocas ocasiones se podr¨¢ encontrar en un pa¨ªs un inter¨¦s tan grande por desarrollar sus relaciones econ¨®micas con Espa?a como el existente entre las autoridades polacas y quiz¨¢, como ellos mismos apuntan, la cooperaci¨®n hispano-polaca en proyectos en terceros pa¨ªses podr¨ªa ser una soluci¨®n.