Don Juan Carlos y el presidente Eanes presiden la ratificaci¨®n del Tratado hispano-portugu¨¦s

(Viene de primera p¨¢gina)

En el mismo palacio ducal se celebr¨® un almuerzo, al t¨¦rmino del cual el general Eanes pronunci¨® unas palabras en las que, entre otras cosas , dijo que el Tratado ?traduce la voluntad pol¨ªtica libremente expresada por nuestros pueblos y sustituye un acuerdo minado en sus fundamentos por la ilegitimidad de los gobernantes?. Se?al¨® que defend¨ªa los intereses de los dos pa¨ªses y agreg¨® ? el nuevo Tratado marca el inicio de una era ibero-europea: una cooperaci¨®n que tiene a la vista objetivos transpeninsulares?.

El presidente portugu¨¦s afirm¨® la plena soberan¨ªa de las dos naciones y a?adi¨® que Europa ?como continente democr¨¢tico, como espacio pol¨ªtico, econ¨®mica y militarmente integrado, no se har¨¢ sin Espa?a y sin Portugal?. ?Somos indispensables para Europa. Estamos firmemente empe?ados en contribuir a que el sur del continente sea un ¨¢rea de estabilidad y de progreso, abierta y democr¨¢tica, en este per¨ªodo de la historia que es de transici¨®n y de ruptura?. Pidi¨® el general Eanes que los pa¨ªses europeos m¨¢s desarrollados asuman una actitud y unos criterios que reduzcan a sus justos t¨¦rminos los condicionamientos econ¨®micos, aunque a?adi¨® que no ignoraba las dificultades existentes para ello. ?Una Europa fuerte, unida y pr¨®spera, donde cada hombre sea igual a otro hombre, tendr¨¢ que basarse en principios de justicia econ¨®mica y social en sus relaciones con otros continentes. Espa?a y Portugal pueden y deben contribuir a ese di¨¢logo, especialmente con Am¨¦rica Latina y con Africa?, agreg¨®.

Por su parte, el Rey de Espa?a pronunci¨® unas palabras en las que destac¨® que, ?sin renunciar a ninguno de los valores ni a las instituciones en que se ha plasmado nuestra respectiva identidad nacional, marchamos unidos hacia un objetivo com¨²n: la integraci¨®n en Europa y en los organismos que Europa ha creado para hacer realidad viva lo que, hasta hace pocos a?os, era simplemente el ideal de un grupo minoritario de personas o de entidades sin car¨¢cter oficial?.

El Rey destac¨® igualmente que el grandioso pasado de Espa?a y Portugal pervive bajo la forma de un patrimonio cultural y human¨ªstico ?que comparten con nosotros los pueblos en que hemos dejado la huella de nuestra lengua y de nuestro concepto del mundo. Y este patrimonio es tan valioso que puede representar una nueva dimensi¨®n del europe¨ªsmo, que le haga trascender de los l¨ªmites geogr¨¢ficos continentales y transformarse en un movimiento abierto hacia lo que se viene llamando Tercer Mundo?.

Banderas mon¨¢rquicas en Oporto

La pen¨²ltima jornada oficial de la visita de los Reyes de Espa?a a Portugal -hoy por la tarde don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa se trasladar¨¢n privadamente a la casa de sus padres en Cascais, donde pasar¨¢n el fin de semana- transcurri¨® en buena parte en Oporto, segunda ciudad en importancia de Portugal, donde llegaron procedente de Lisboa a las diez de la ma?ana.

Desde el aeropuerto de Oporto, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa se dirigieron a la casa Do Infante, museo de los descubridores portugueses, y desde all¨ª a la C¨¢mara municipal o Ayuntamiento, donde les esperaban unas 3.000 personas. En la puerta del Ayuntamiento, situado en la plaza Humberto Delgado, los Reyes fueron saludados por el alcalde y por el presidente de la asamblea municipal, se?or Macedo, que es, a su vez, presidente del Partido Socialista Portugu¨¦s.

Una vez finalizados estos actos, los Reyes de Espa?a se dirigieron por carretera a Guimaraes, donde tuvo higar la ceremonia que ya hemos relatado. Sobre las siete y media de la tarde, don Juan Carlos y do?a Sofia regresaron en un avi¨®n de la TAP a Lisboa, donde asistieron a una cena ofrecida en la embajada espa?ola al presidente Eanes y departieron con la colonia espa?ola.

El viaje de los Reyes de Espa?a a Portugal, que puede darse por finalizado en cuanto a su repercusi¨®n oficial, ofrece como balance m¨¢s importante el compromiso firme por parte de ambos Gobiernos de procurar concertar la pol¨ªtica exterior y coordinar los esfuerzos para el ingreso en el Mercado Com¨²n de Espa?a y Portugal. El ministro espa?ol de Asuntos Exterios, se?or Oreja, manifest¨® en una rueda de prensa ofrecida ayer por la noche, que esa cooperaci¨®n era ?conveniente?. Neg¨® que se hubiera tratado en sus conversaciones con su colega Sa Machado de una posible defensa com¨²n de las islas Canarias y de las Azores y resalt¨® que el Tratado es fruto del cambio jur¨ªdico ocurrido en los dos pa¨ªses. Para el se?or Oreja, la proyecci¨®n europea de Espa?a y Portugal y su encuadramento en organismos internacionales no es ¨®bice, sino un incentivo para el estrechamiento de las relaciones entre los dos pa¨ªses.