El Senado acepta los criterios de Bandr¨¦s sobre reforma penitenciaria
Un extenso documento sobre ?los principios doctrinales sobre la reforma penitenciaria?, presentado a la comisi¨®n correspondiente de? Senado, por el abogado vasco Juan Mari Bandr¨¦s, ha sido admitido a consideraci¨®n, por lo que podr¨ªa servir de base al trabajo para renovar el ordenamiento legal en este campo. El documento presentado por el senador independiente de Euskadiko Ezquerra, incluye dieciocho principios en los que se trata de salvaguardar el derecho del recluso al libre ejercicio de su actividad dentro de lo posible, que propone la transformaci¨®n de la mentalidad meramente sancionadora, hacia los que violan la ley, en un sentido rehabilitador. Los principios supuestos comienzan situando el problema de la criminalidad en el contexto m¨¢s amplio de las relaciones sociales cotidianas de la comunidad pol¨ªtica concreta y del momento hist¨®rico. Bandr¨¦s, que alude a la en se?anza obligatoria y al derecho al trabajo de todos los ciudadanos como garant¨ªas fundamentales de la disminuci¨®n de la criminalidad, se?ala que es necesario abandonas el dogma de que la prisi¨®n es la ¨²nica respuesta humana a la inflaci¨®n penal.
La simplificaci¨®n del derecho represivo, desechando leyes especiales o temporales y despenalizando conductas socialmente admitidas; la prohibici¨®n de que se impongan penas privativas de libertad por jurisdiciones administrativas, y la renovaci¨®n del c¨®digo penal, interesando cuestiones como la de protecci¨®n al consumidor, el derecho a la intimidad, los delitos econ¨®micos, los peligros nucleares, la especulaci¨®n inmobiliaria y la manipulaci¨®n informativa, son otros de los principios recogidos en el informe de Bandr¨¦s y aceptados para su discusi¨®n.
En el principio n¨²mero trece del informe se establece la exclusi¨®n en el r¨¦gimen penitenciario de todo tipo de tortura, malos tratos f¨ªsicos y ps¨ªquicos.
El senador Bandr¨¦s propone tambi¨¦n, que se tome en consideraci¨®n el hecho de qu¨¦ la privaci¨®n temporal de la libertad, no implica necesariamente la privaci¨®n del libre ejercicio y desarrollo de la sexualidad.
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