Par¨ªs se opone a la extradici¨®n de un simpatizante de las Brigadas Rojas
Antonio Bellavita, periodista italiano residente en Francia, no ser¨¢, probablemente, objeto de extradici¨®n, tal como lo desean las autoridades italianas, que lo acusan de colaboraci¨®n ideol¨®gica con las Brigadas Rojas.El se?or Bellavita compareci¨® ayer ante el tribunal de acusaci¨®n de Par¨ªs y el propio abogado general reconoci¨® que ninguna de las acusaciones formuladas por las autoridades italianas, en las que se funda la demanda de extradici¨®n, concierrien a los 35 delitos estipulados en la convenci¨®n franco-italiana. Por este motivo, los expertos, como los medios period¨ªsticos parisienses, estimaban anoche que Antonio Bellavita es muy probable que pueda continuar viviendo en Francia normalmente. El tribunal se pronunciar¨¢ definitivamente el pr¨®ximo d¨ªa 7 dejunio.
El caso Bellavita viene de lejos. En Italia, en Mil¨¢n, concretamente, era director de la revista Controinformaziones. Pero en 1975, se instal¨® en Francia y, aqu¨ª, ejerce la profesi¨®n de montador de offset. Las autoridades de su pa¨ªs lo acusaron de participaci¨®n ideol¨®gica con las Brigadas Rojas hasta 1974 y, por ello, eligi¨® Francia como pa¨ªs de residencia. Encarcelado el a?o pasado, tras la petici¨®n de extradici¨®n por parte de Italia, el ¨²ltimo 11 de abril fue liberado y, tras su comparecencia ayer ante el tribunal de acusaci¨®n, queda pendiente del veredicto definitivo del pr¨®ximo d¨ªa 7 de junio.
Ayer mismo, por la ma?ana, el diario de extrema izquierda Liberation, public¨® una petici¨®n nacional en favor de Antonio Bellavita, firmada por m¨¢s de 5.000 personas de todas las profesiones. Las redacciones completas de los diarios parisienses de izquierdas, como Le Mat¨ªn y L'Humanit¨¦, suscribieron la petici¨®n. Como suele hacer en casos semejantes, el diario independiente Le Monde no se sum¨® a los dem¨¢s colegas de la capital y muchos de provincias.
Los firmantes alegaban que los hechos invocados por las autoridades italianas no tienen nada que ver con una actividad clandestina, sino que se trata de hechos que revelan las relaciones normales entre una realidad clandestina y un periodista que publica una revista de contrainformaci¨®n. Esta revista, por otra parte, a¨²n contin¨²a apareciendo en Mil¨¢n.
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