La pol¨ªtica industrial reducir¨¢ la intervenci¨®n y potenciar¨¢ el mercado
La conjunci¨®n de dos actuaciones graduales y simult¨¢neas, dirigidas respectivamente a contener la demanda efectiva con objeto de disminuir las tensiones inflacionistas y reasignar el gasto, a trav¨¦s de una pol¨ªtica cambiar¨ªa realista que impulse la actividad de los sectores exportadores, conforma el marco de pol¨ªtica industrial en cuya elaboraci¨®n trabaja actualmente el Ministerio de Industria y Energ¨ªa, seg¨²n ha podido saber EL PAIS en medios competentes.
El punto de arranque de la definici¨®n del marco de pol¨ªtica industrial ser¨¢ la utilizaci¨®n al m¨¢ximo de las oportunidades que la transparencia democr¨¢tica y la situaci¨®n de libre mercado comportan. El documento en estudio arranca de un diagn¨®stico de la situaci¨®n de crisis industrial que padece la econom¨ªa espa?ola, plantea los objetivos a conseguir y la estrategia para alcanzarlos, dentro del contexto general de la econom¨ªa y los planes que respecto a ella ha elaborado el Gobierno. Uno de estos objetivos es, adem¨¢s de la contenci¨®n del gasto y su reasignaci¨®n, la transferencia al exterior de hasta un 5% del producto nacional bruto. A nivel espec¨ªfico, los objetivos de la pol¨ªtica industrial que el Ministerio se propone desarrollar son: fomento del empleo industrial; reestructuraci¨®n de sectores; fomento de la libre competencia y potenciaci¨®n de la competitividad de las empresas, a nivel interior y exterior; desarrollo prioritario de los sectores punta y la tecnolog¨ªa nacional, y aprovechamiento ¨®ptimo de la potencialidad regional.Para fomentar el empleo industrial, el criterio del Ministerio parece centrarse en fundamentar la pol¨ªtica laboral en el comportamiento del mercado, cediendo la Administraci¨®n sus actuales atribuciones en la materia a trabajadores y empresarios. Esta nueva formulaci¨®n de la pol¨ªtica de empleo deber¨¢ tender a desacelerar el crecimiento de los costes del factor trabajo en los procesos productivos, incrementar la productividad y aumentar las oportunidades de acceso al empleo, disminuyendo los actuales desequilibrios.
En lo que respecta a la reestructuraci¨®n de sectores, el documento contempla la adopci¨®n de medidas concretas para cada uno de los casos, en base a dos principios esenciales: alcanzar un crecimiento de la competitividad exportadora mediante un incremento de la productividad, mejora en los canales de comercializaci¨®n y aumento de la cuota en los mercados exteriores, sin menoscabo de la rentabilidad de los recursos propios de las empresas, y promover la especializaci¨®n sectorial, potenciando la fabricaci¨®n de productos con un alto nivel de acabado y mayor valor a?adido.
Para fomentar la competencia libre y el incremento de la competitividad, el documento propone una serie de reducciones progresivas de la intervenci¨®n estatal en materia de precios y un cambio de perspectiva en la promoci¨®n de industrias, con preponderancia de aquellas que supongan una m¨¢s ¨®ptima relaci¨®n entre la utilizaci¨®n de capital y la generaci¨®n de empleo, al rev¨¦s de lo que ha presidido el desarrollo industrial de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, propiciando, de paso, una adecuaci¨®n de las estructuras industriales espa?olas a la futura integraci¨®n en la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE).
Otro de los objetivos se?alados, el fomento del desarrollo de sectores punta y potenciaci¨®n de la tecnolog¨ªa nacional, presenta una especial atenci¨®n a revisar el actual nivel de pagos a empresas matrices por parte de las filiales espa?olas por aportaci¨®n de tecnolog¨ªa, que suponen el 40% del total de pagos espa?oles por este concepto. Para el fomento de la tecnolog¨ªa aut¨®ctona, el estudio prev¨¦ una mayor utilizaci¨®n de los mecanismos actuales del sector p¨²blico -especialmente el INI- y la creaci¨®n de uno nuevo, espec¨ªficamente dedicado a financiar la innovaci¨®n industrial.
La utilizaci¨®n progresiva de las sociedades de desarrollo industrial, como mecanismos de fomento del empleo en zonas urbanas y en aquellas en las que existe una mayor implantaci¨®n de los sectores b¨¢sicos actualmente en crisis -siderurgia, astilleros...-, son los dos prop¨®sitos esenciales definidos en lo que respecta a la pol¨ªtica en materia regional.
Un ¨²ltimo apartado del documento en elaboraci¨®n plantea los casos en los que puede hacerse necesaria una intervenci¨®n del Estado como consecuencia de fallos producidos en el funcionamiento del mercado. Espec¨ªficamente, se contemplan cuatro supuestos: monopolio natural, comportamientos individuales que perjudiquen el conjunto de la econom¨ªa, actividades de defensa o independencia estrat¨¦gica a largo plazo, y cuando la financiaci¨®n necesaria para una determinada actividad de inter¨¦s nacional rebase las posibilidades del sector privado. En todos los casos se se?ala el recurso a la nacionalizaci¨®n como la posibilidad l¨ªmite, m¨¢s en tunci¨®n de criterios ideol¨®gicos que de eficacia.
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