Tarradellas remodelar¨¢ el Gabinete catal¨¢n

(Viene de la primera p¨¢gina)

Fuentes muy directas indican que las criticas m¨¢s duras que formul¨® Tarradellas iban dirigidas contra Narcis Serra, socialista, Frederic Rahola, tarradellista y hasta ahora su principal colaborador, y Ram¨®n Espasa, comunista. A los asistentes les pareci¨® perfectamente claro el deseo de Tarradellas de prescindir, por lo menos, de estos tres miembros de su gabinete. Ello caus¨® aut¨¦ntica sorpresa, por cuanto las valoraciones negativas de la capacidad y dedicaci¨®n de alguna de estas tres personas no son compartidas por pr¨¢cticamente nadie. Respecto a Rahola, la sorpresa reside en el hecho que, sin duda alguna, ocupa el cargo debido ¨²nicamente a la confianza personal que Tarradellas depositaba en su persona.

Estas duras cr¨ªticas -acompa?adas de consideraciones varias, a veces de car¨¢cter anecd¨®tico- sorprendieron o, en su caso, desconcertaron a los interlocutores de Tarradellas, es decir, a Carlos Sent¨ªs (UCD), Josep M. Triginer (PSOE), Joan Revent¨®s (PSC-R), Antoni Guti¨¦rrez (PSUC) y Jordi Pujol (CDC). Fue el l¨ªder comunista Antoni Guti¨¦rrez quien -nueva sorpresa- intervino diciendo que ante esta clara y total desconfianza de Tarradellas en su gabinete, la alternativa pod¨ªa ser la constituci¨®n de uno nuevo, con personas de la plena confianza de Tarradellas. Como es sabido, el actual gobierno catal¨¢n fue constituido teniendo en cuenta los porcentajes de votos obtenidos en Catalu?a por las diferentes opciones pol¨ªticas el pasado 15 de junio.

Despu¨¦s del se?or Guti¨¦rrez intervino, en id¨¦ntico sentido, Jordi Pujol, quien afirm¨® que la falta de confianza de Tarradellas en su gabinete llevaba a ¨¦ste a su inoperancia, de ah¨ª que fuese admisible la constituci¨®n de un nuevo gabinete que contara con la confianza total de Tarradellas.

Joan Revent¨®s y Josep M. Triginer manifestaron que ¨¦ste no era el problema, sino que lo prioritario era establecer un calendario para la transferencia a la Generalidad de los servicios y competencias de las actuales diputaciones provinciales. Manifestaron que ello pondr¨ªa en marcha al gabinete, cuya paralizaci¨®n es debida, en su opini¨®n, a la falta de competencias. Otros m¨¢ximos dirigentes socialistas consultados por EL PAIS acusaron formalmente a Tarradellas de frenar los traspasos, tanto los procedentes del Estado como, particularmente, los que actualmente est¨¢n en manos de las diputaciones. Agregaron que Tarradellas desea usar la estructura de estas corporaciones con fines electorales, contra la izquierda.

Seg¨²n fuentes directas, finalmente los socialistas se sometieron al sentimiento general de que Tarradellas pod¨ªa remodelar su gabinete seg¨²n su personal criterio, con personas de su confianza. Es obvio que Carlos Sent¨ªs (UCD) estuvo de acuerdo con este planteamiento, desde el primer momento.

Sabe Tarradellas que el terreno que ¨¦l domina es el estrictamente pol¨ªtico, mientras que en el t¨¦cnico sus deficiencias son claras. Para Tarradellas, poner, pues, en marcha realmente la Generalidad es hoy por hoy optar por su propia automarginaci¨®n, y ello es lo ¨²nico que jam¨¢s har¨¢.

Finalmente, cabe preguntarse por qu¨¦ los partidos pol¨ªticos catalanes obran del modo que lo hacen, permitiendo que todas las batallas que presenta Tarradellas se conviertan en otras tantas victorias del presidente de la Generalidad. Responde una fuente autorizada: ?Nos estamos jugando la autonom¨ªa. Un enfrentamiento con la instituci¨®n por cuyo restablecimiento luchamos ser¨ªa de casi imposible explicaci¨®n popular. Un enfrentamiento abierto desprestigiar¨ªa la idea misma de la autonom¨ªa catalana.? Por estas y otras razones, los partidos se someten y esperan al ?postarradellismo?, confiando en que, por lo menos, Tarradellas no pueda dejarlo todo ?atado y bien atado?.