La cura, cara al p¨²blico.

La autoridad decidi¨®, de sopet¨®n, que los petos de los caballos deben ser reglamentarios, y tom¨® la medida el lunes, ya en la corrida de feria. La autoridad (as¨ª, en abstracto, aunque mejor ser¨ªa en concreto) debe explicar por qu¨¦ hasta ahora no se hab¨ªa cumplido el reglamento. Pero el caso est¨¢ en que nada m¨¢s ponerse en pr¨¢ctica la innovaci¨®n resultaron corneados tres caballos. Y a alguno de ellos le han curado delante de la gente, quiz¨¢ para que la afici¨®n se entere de lo que vale un peine. S¨®lo faltar¨ªa que hubiera resistencia ahora por parte de contratistas y picadores a cumplir el reglamento y a acatar lo que manda la autoridad. Que sepamos, no tienen m¨¢s bula que los toreros de a pie, los cuales, hasta la fecha, se vienen jugando la vida sin que se les haya ocurrido dar un plante por ello.