El PSOE defender¨¢ un tratamiento mucho m¨¢s riguroso de las plusval¨ªas
Pregunta. ?Existe consenso en la ponencia y, por tanto, entre las fuerzas pol¨ªticas sobre el proyecto de ley dictaminado para el impuesto sobre la renta?Respuesta. Evidentemente, existe consenso en lo que se refiere a la necesidad de la reforma y a determinados aspectos concretos de la misma.
La necesidad de la reforma fiscal es algo consustancial, a mi juicio, con los intentos que estamos haciendo por consolidar un sistema democr¨¢tico en nuestro pa¨ªs, desde el momento en que el sistema fiscal es profundamente injusto -excesiva presi¨®n fiscal sobre las rentas salariales, tanto por los impuestos directos como por los indirectos y fraude fiscal, como puntos m¨¢s salientes del iceberg de la injusticia-. La democracia, o sirve para eliminar las injusticias -y la econ¨®mica- fiscal es de las m¨¢s sangrantes-, o termina siendo algo inoperante que, por consecuencia, llega a ser rechazado por la comunidad.
Ha existido un suficiente grado de consenso en relaci¨®n con la propia estructura del impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas. Tambi¨¦n existe consenso sobre la tarifa del impuesto, elemento importante, aunque ni mucho menos decisivo para la configuraci¨®n del mismo, ya que la tarifa se aplica sobre unas bases y a la cuota se le aplican unas deducciones. Estas bases y deducciones son tan importantes como la propia tarifa.
Fuera de este consenso general en la ponencia, la posici¨®n pol¨ªtica de cada uno de los grupos parlamentarios de que hablaba antes ha hecho que el consenso se rompa en bastantes puntos concretos, en los cuales los socialistas consideramos que pr¨¢cticamente no se ha progresado nada con relaci¨®n a la legislaci¨®n anterior.
P. ?Cu¨¢les son los grados de discrepancia de su grupo en temas como tratamiento de plusval¨ªas, familia y algunos otros?
R. Existen discrepancias muy acusadas, como le dec¨ªa, en determinados puntos, uno de los cuales es, precisamente, el tema del tratamiento de las plusval¨ªas.
Las plusval¨ªas, que, pr¨¢cticamente, no est¨¢n sujetas en la legislaci¨®n actual, se someten a tributaci¨®n en el informe de la ponencia de una manera casi nominal. Por la correlaci¨®n de fuerzas existentes, mucho me temo que a pesar de que a¨²n nos quedan dos batallas que librar -comisi¨®n y ponencia-, m¨¢s las correspondientes del Senado, los votos de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico que, cuando se trata de temas econ¨®micos, cuenta siempre con el apoyo de Alianza Popular y, en este caso, de la Minor¨ªa Catalana, no nos permitan grandes avances sobre lo conseguido en la ponencia.
A mi juicio, es totalmente denunciable el hecho de que pr¨¢cticamente se decreta una amnist¨ªa por las plusval¨ªas obtenidas hasta la declaraci¨®n por el impuesto sobre el patrimonio que se practicar¨¢ en el a?o 1979, as¨ª como que se autorice al Gobierno a declarar su exenci¨®n total o parcial y tambi¨¦n a introducir ¨ªndices de correcci¨®n monetaria para la determinaci¨®n de la plusval¨ªa obtenida, supuestos todos estos que desnaturalizan de una manera absoluta el gravamen de esta fuente de renta exclusivamente especulativa.
Con relaci¨®n a la familia, las discrepancias de mi grupo lo son con sectores muy concretos de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico y con Alianza Popular, pero, en este sentido, espero que las variaciones que se practiquen en el texto de la ponencia sean m¨ªnimas. Considero satisfactorias sus l¨ªneas generales. Se ha dado un paso muy importante en relaci¨®n al reconocimiento de los derechos econ¨®micos de la mujer casada, desde el momento en que en el informe de la ponencia se establece que cada uno de los c¨®nyuges declare y firme bienes o ingresos que le sean propios y declaren y firmen en com¨²n los que les sean comunes, lo que equipara absolutamente a ambos c¨®nyuges en el campo fiscal, vieja reivindicaci¨®n femenina absolutamente justificada.
Los grupos y sectores que han afirmado que la familia est¨¢ desprotegida por esta ley y que, incluso, se potencian las uniones de hecho y no se da un tratamiento adecuado de la filiaci¨®n, creo, sinceramente, que no han entendido el proyecto de ley o est¨¢n buscando razones donde no las hay a fin de mantener posiciones pol¨ªticas que nada tienen que ver con la reforma fiscal. La nueva ley supone un gravamen superior absolutamente inapreciable para la familia en la cual s¨®lo trabaja uno de sus componentes, y, sin embargo, desgrava profundamente los supuestos en los cuales trabajen dos o m¨¢s de sus miembros, hasta el extremo de que, salvo supuestos de rentas alt¨ªsimas, propias de un sector de la poblaci¨®n tremendamente reducido, la situaci¨®n de la familia en la cual los ingresos provienen de dos o m¨¢s de sus elementos componentes es mucho m¨¢s beneficiosa que para el caso de que esa misma familia no existiese, sino que se tratase de uniones de hecho.
Con relaci¨®n a la familia, la ley tambi¨¦n es progresiva en lo que se refiere a reconocer la paternidad o maternidad en cualquiera de sus formas, considerando unidad familiar la formada, por ejemplo, por las madres solteras y sus descendientes, a efectos de aplicar a las mismas las reducciones por hijos.
Otro tema discrepante, de los seis o siete en los que mi grupo piensa hacer hincapi¨¦, es el de la renta m¨ªnima exenta. En este caso quiero hacer notar que mi grupo no propone un m¨ªnimo exento para todos, tal como existe en la actualidad, pues este m¨ªnimo exento para todos es perfectamente injusto, desde el momento en que beneficia por igual a quien se encuentra dentro del mismo que a quien obtiene rentas altas o muy altas, Pero a mi grupo le parece de justicia que la persona que obtiene unos ingresos m¨ªnimos vitales quede liberada de cualquier obligaci¨®n frente a la Hacienda p¨²blica, mientras el sector p¨²blico no sea capaz de ofrecerle una vivienda muy barata y una sanidad y una ense?anza eficaces y gratuitas.
P. Si su partido estuviese en el Gobierno, ?qu¨¦ proyecto hubiera remitido a las Cortes? Defina sus caracter¨ªsticas fundamentales y e distintivas respecto del proyecto de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico.
R. Creo que, en parte, esta pregunta est¨¢ contestada en la anterior. Manteni¨¦ndose dentro de la estructura del impuesto del proyecto que se nos ha enviado, mi partido hubiese dado contenido suficiente a todas aquellas partes del mismo que, a mi juicio, se encuentran vac¨ªas dentro del proyecto que hemos recibido: gravamen de plusval¨ªas, considerando las mismas como una fuente de renta m¨¢s, pero desgravando las reinversiones en bienes ¨²tiles para la generalidad de los ciudadanos, gravando, adem¨¢s, las mismas en el momento en que se producen y no al cabo de los a?os, como sucede en determina dos aspectos del proyecto del Gobierno, aspectos que han salido adelante con el apoyo de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, Alianza Popular y la Minor¨ªa Catalana. Hubi¨¦semos elimina do los tratamientos fiscales de favor, como sucede con determinadas desgravaciones, que s¨®lo est¨¢n al alcance de poqu¨ªsimos -cincuenta o cien familias, como mucho - y hubiese establecido en la propia ley determinadas garant¨ªas precisas para su cumplimiento, como es el caso de las sanciones por incumplimiento en la declaraci¨®n de las verdaderas bases por negocios fundamental mente especulativos. Desde luego, hubi¨¦semos declarado no sujetas todas aquellas rentas iguales o inferiores al actual salario m¨ªnimo, proponiendo la modificaci¨®n del m¨ªnimo no sujeto en cada ley presupuestaria. Son estos, a mi juicio, los temas de m¨¢xima discrepancia y, por consiguiente, aquellos en los que considero que mi partido habr¨ªa hecho las cosas de otra manera, si bien no son los ¨²nicos.
P. ?Qu¨¦ juicio le merecen los resultados de la ley de Medidas Urgentes en cuanto a la regularizaci¨®n fiscal?
R. La ley de Medidas Urgentes, aunque se refer¨ªa a la regularizaci¨®n voluntaria de la situaci¨®n fiscal; en uno de sus ep¨ªgrafes ir contemplaba la potenciaci¨®n de dicha regularizaci¨®n por otros supuestos, como era el establecimiento del impuesto sobre el patrimonio, como medio de control de las fuentes de renta, el establecimiento del delito fiscal y el levantamiento del secreto bancario. En este sentido, cuando debat¨ªamos la ley de Medidas Urgentes nos enfrentamos con una gran opci¨®n pol¨ªtica: puesto que en esos momentos el fraude fiscal estaba muy generalizado y su comprobaci¨®n habr¨ªa resultado pr¨¢cticamente imposible para la Administraci¨®n p¨²blica, por la carencia de medios materiales y humanos, optamos por una regularizaci¨®n muy clara y muy concreta para todos aquellos ciudadanos que dijesen la verdad de sus ingresos para el a?o 1976 en el caso de personas f¨ªsicas, o que declaren la verdad de su situaci¨®n patrimonial en 1977, para el caso de personas jur¨ªdicas.
Partiendo de estos presupuestos, y a reserva de conocer con m¨¢s detalle todos los datos, lo que no ser¨¢ posible antes de que la inspecci¨®n haya empezado a actuar, los resultados obtenidos son francamente optimistas. Han regularizado m¨¢s personas f¨ªsicas de las que declararon en 1976, y lo recaudado por la regularizaci¨®n es casi igual a lo que se obtuvo por declaraci¨®n directa en aquel a?o, cifra que considero que habr¨ªa sido imposible que fuese alcanzada por la actuaci¨®n inspectora, habida cuenta de la insuficiencia de la informaci¨®n que la misma tiene con relaci¨®n al citado per¨ªodo. Van a regularizar sus balances del orden de 100.000 sociedades, muchas m¨¢s de las que se han acogido a cada una de las dos regularizaciones anteriores. Todo ello prueba la bondad de las medidas adoptadas, pues, en definitiva, considero que el contribuyente espa?ol, tanto individual como social, se ha dado cuenta que esta vez va en serio y desea ponerse en regla con la Hacienda p¨²blica. La informaci¨®n que se va a obtener de las declaraciones verdaderas por el impuesto sobre sociedades va a permitir, a partir de ahora un exacto seguimiento de las rentas sociales, aparte de que ya ha producido notabil¨ªsimos aumentos de ingresos en el impuesto sobre los rendimientos del trabajo personal, en el impuesto sobre el lujo y en el impuesto general sobre el tr¨¢fico de empresas.
P. ?Cree que la Administraci¨®n tributaria est¨¢ en condiciones de garantizar la ejecuci¨®n de esta reforma?
R. La Administraci¨®n tributaria se est¨¢ potenciando apresuradamente, pero, partiendo de la base de que estaba en mantillas en lo que se refiere a efectivos humanos y materiales -de informaci¨®n previa, fundamentalmente-, aunque el crecimiento porcentual sea importante, todav¨ªa tiene que seguir potenci¨¢ndose much¨ªsimo m¨¢s.
Esto, a mi juicio, debe comprender una serie de fases que van desde una mayor dotaci¨®n humana de los cuerpos de inspecci¨®n hasta una mejor ordenaci¨®n del control y de la informaci¨®n relativos a las fuentes de renta, pasando por una mejor retribuci¨®n de los cuerpos de la inspecci¨®n y, sobre todo, una cuantificaci¨®n de esta retribuci¨®n m¨¢s ajustada a la meta que se trata de conseguir, cual es la de terminar con la defraudaci¨®n a la Hacienda p¨²blica.
Tambi¨¦n es necesario terminar con el hecho de que la administraci¨®n financiera est¨¢ sirviendo para la formaci¨®n de cuadros de las empresas privadas, desde el momento en que son bastantes los inspectores en r¨¦gimen de excedencia que han pasado al sector privado, porque ganan mucho m¨¢s, y son muchos los inspectores que tienen ofertas en este sentido. Este es un grave problema que hay que resolver, porque no se puede consentir que cuando un inspector de Hacienda ha conseguido su mejor nivel de rendimiento por medio de la aplicaci¨®n pr¨¢ctica de sus conocimientos te¨®ricos, est¨¢ en situaci¨®n casi constante de dejar la inspecci¨®n para pasar a aplicar esos conocimientos en beneficio de la empresa privada.
De todas formas, he de hacer constar que la ejecuci¨®n de la reforma es una cuesti¨®n social, pues es imposible dotar a la inspecci¨®n de manera adecuada para perseguir el fraude fiscal institucionalizado que ha venido existiendo hasta ahora, lo mismo que es imposible meter en la c¨¢rcel a los quiz¨¢ 500.000 defraudadores que cometen el delito fiscal tipificado por la ley de Medidas Urgentes para la Reforma Fiscal. El tema est¨¢ en que la gran mayor¨ªa del pueblo espa?ol comprenda que ahora va en serio y que la reforma fiscal es necesaria para la consolidaci¨®n de la democracia, que la asuma con todas sus consecuencias -movido, naturalmente, en muchos casos, por el temor a que sea a ¨¦l a quien le toque ir a la c¨¢rcel- y, en consecuencia, reduzca el fraude fiscal a los estrictos t¨¦rminos del defraudador nato, antisocial y egoista, que no es muy abundante, y contra el cual s¨ª que va a poder la administraci¨®n tributaria a lo largo de este a?o y, sobre todo, el a?o que viene.
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