Los favoritos aprietan en la hora de la verdad
Los resultados de cada jornada en el Mundial no hacen m¨¢s que confirmar el bajo nivel de juego existente en la actual edici¨®n. Los cuatro partidos iniciales de la fase final sirvieron para hundir tal vez de forma definitiva los mitos-revelaci¨®n de Per¨² y Austria. Ante el primero, Brasil continu¨® su racha de suerte, ahora en fase crucial, y contra el segundo los holandeses de la discordia parecen api?arse en un momento tambi¨¦n oportuno. Italila, por su parte, perdi¨® la gran ocasi¨®n de humillar al renqueante campe¨®n del mundo a¨²n vigente, y Argentina aprovech¨® suerte y favores, m¨¢s que juego, para que las calles del pa¨ªs sigan de fiesta.
La primera de las tres jornadas de la fase final del campeonato puso en su justo lugar algunas falsedades que el ¨ªnfimo nivel de juego presenciado hasta ahora hab¨ªa, convertido en verdades. Per¨², por ejemplo, ha vivido en una nube desde que su guardameta Quiroga -argentino, nacionalizado peruano- le par¨® un penalti al escoc¨¦s Masson el primer d¨ªa. Aquello fue una inyecci¨®n de moral artificial casi incre¨ªble, y el equipo incaico, censurado durante toda la fase de preparaci¨®n, sin que nadie entonces le diera ninguna posibilidad. salvo el rid¨ªculo, se creci¨®. El hecho real es que apareci¨® la genialidad de Cubillas. y simplemente con su juego r¨¢pido, h¨¢bil Y antiguo por su concepci¨®n, le bast¨® para derrotar a los asombrados escoceses. Estos a¨²n deb¨ªan tener restos de whisky en sus venas tras una folkl¨®rica concentraci¨®n. Per¨² supo sacar ventaja de esto. Despu¨¦s vino el empate ante Holanda, a la que el equipo de Calder¨®n encontr¨®, igualmente, en un momento bajo, y el 4-1 final de los peruanos a Ir¨¢n vino ya rodado, con la suerte, incluso, de marcar un gol tranquilizador a los dos minutos.Esa fortuna peruana de los primeros d¨ªas la sigue teniendo Brasil desde el principio. Los brasile?os ganaron anteayer en un partido mal¨ªsimo, simplemente por su mayor inter¨¦s y sentido pr¨¢ctico.
Per¨² no jug¨®, s¨®lo se pase¨® por el campo con el t¨ªpico complejo de inferioridad, y adem¨¢s las pocas veces que lleg¨® a la porter¨ªa contraria se encontr¨® con un Leao que da seguridad a Brasil. Dirceu acert¨® a marcar desde lejos, y eso salv¨® a su equipo, incapaz ahora de conseguir goles de otra forma. La habilidad o calidad de hombres de otro tiempo para resolver situaciones en un palmo de terreno qued¨® en el olvido. La verdad es que el Brasil de hoy no est¨¢ para golear a nadie y, en cambio, repiti¨® el 3-0 de hace un mes, contra el mismo rival, en R¨ªo. Gan¨® con el nombre
La revelaci¨®n que tambi¨¦n ha quedado hundida despu¨¦s de esta primera jornada final ha sido Austria. Desde el d¨ªa que vimos a los centroeuropeos contra Brasil se ?sent¨ªa? algo as¨ª.
Espa?a, con su mal planteamiento, los hab¨ªa encumbrado absurdamente. Un equipo tan est¨¢tico, defensivo, pero con fallos enormes, parece imposible que haya llegado a una fase Final de un Mundial.
Holanda, como Per¨², quiz¨¢ haya encontrado el trampol¨ªn ideal para afianzarse en su juego. Las bajas ya lejanas de Cruyff, Van Hanegen, Geels o Peters y el mal ambiente interno con el no menos mal car¨¢cter de Happel pueden haberse superado. Desde luego, ante Austria el planteamiento fue perfecto, dejando en defensa los hombres justos para contener el m¨ªnimo ataque austriaco y reforzando as¨ª el propio.
Italia, por su parte, perdi¨® la gran ocasi¨®n de humillar a la RFA, un campe¨®n del mundo que a¨²n sigue sin encontrar el l¨ªder que le encamine. Precisamente el domingo en C¨®rdoba deber¨¢ pasar su verdadera prueba de fuego en la repetici¨®n de la final de 1974 contra Holanda. Los italianos contaron con varias ocasiones de gol claras, y su armaz¨®n de equipo volvi¨® a funcionar bien, falt¨¢ndole s¨®lo la definici¨®n de gol, como se dice por ac¨¢. Tanto para alemanes como para italianos Holanda es el enemigo a batir.
Por ¨²ltimo, el caso argentino es que contin¨²a en racha de suerte. Lo de Italia s¨®lo fue un accidente, seg¨²n se comenta ya aqu¨ª e incluso se quiere encontrar a los transalpinos en la final para tomarse la revancha. Desde luego si juegan como ante Polonia volver¨¢n a perder. Las facilidades de tres penalties olvidados generosamente por el ¨¢rbitro sueco Ericsson -hechos a Boniek, Szarmach y Deyna- y el penalti fallado por el capit¨¢n polaco, que jugaba su cent¨¦simo partido internacional, es dif¨ªcil que se repitan. Polonia perdi¨® otra gran oportunidad, pues domin¨® en el campo y tuvo a su merced a Argentina m¨¢s de una hora. Con su derrota, al menos ha dejado el paso libre a un equipo suramericano -Argentina o Brasil- hacia la final.
De todas formas, Argentina gan¨® con dos magn¨ªficos goles de Kempes. Al fin ¨¦l y las calles del pa¨ªs fueron otra vez una fiesta.
A estas alturas, viendo la explosi¨®n de gente y banderas cuando faltan dos o tres partidos para el final, uno se imagina lo que puede ocurrir con las victorias siguientes, pero se le escapa. Anteanoche y ayer, por lo menos, fue una suerte c¨ªvica que la lluvia aplacara los ¨¢nimos. Buenos Aires era ayer un r¨ªo con uno y dos metros de altura en algunos lugares. Despu¨¦s de varios d¨ªas de buen tiempo, una furiosa tormenta quiso sumarse a la alegr¨ªa de un pa¨ªs que s¨®lo vive para el ¨¦xito del Mundial en todos sus aspectos. Aguas incluidas, eso es lo ¨²nico que importa.
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