Arabia Saudita defiende irreductiblemente el d¨®lar y el precio de los crudos

Estados Unidos, pa¨ªs que no pertenece a los ?trece? de la OPEP (Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo), fue el gran presente, sin estarlo, en la reuni¨®n semestral de la organizaci¨®n, que se celebra en Ginebra. La sesi¨®n se prolongar¨¢ hasta el lunes, fuera de calendario, lo que constituye una demostraci¨®n de que les est¨¢ faltando tiempo para ajustar criterios unitarios en materia del precio del crudo.

Arabia Saudita, que encabeza el grupo de los pa¨ªses calificados de ?Moderados?, es decir, no partidarios por ahora de alzar el precio del petr¨®leo, ha lanzado un argumento en forma de promesa para debilitar la posici¨®n que encabeza Argelia, seguida de muy cerca por Libia e Irak, pa¨ªses estos ¨²ltimos partidarios de un alza inmediata.El jeque Zaki Yamani, ministro del Petr¨®leo de Arabia Saudita, ha asegurado a los pa¨ªses de la OPEP que Estados Unidos volver¨¢ el pr¨®ximo a?o a sus importaciones habituales de petr¨®leo, e incluso con posibilidades de que dentro de pocos meses ya se vea aumentada esa cuota. De esta manera, Arabia Saudita rebati¨® los argumentos que abogan por aumentar los precios para hacer frente a la sobreproducci¨®n, a la baja del d¨®lar, moneda en la que se comercializa el petr¨®leo, y a la inflaci¨®n mundial, elementos todos ellos que disminuyen el poder adquisitivo de los miembros de la OPEP.

Las importaciones americanas de crudos marcaron un r¨¦cord en 1977 (8,7 millones de barriles diarios) y han descendido en el curso del presente a?o. Sin embargo, el agotamiento de algunos pozos petrol¨ªferos de Alaska hace pensar a los expertos que en el per¨ªodo 1979-1980, Estados Unidos pasar¨¢ a importar diez millones de barriles diarios, lo que seg¨²n c¨¢lculos estimativos equivale a m¨¢s de la tercera parte de la actual producci¨®n de los pa¨ªses de la OPEP.

Ezzedin Ali Mabruk, ministro libio de Petr¨®leo, declar¨® ayer a la prensa, minutos antes de comenzar, la reuni¨®n, que las diferencias que han surgido en la OPEP residen en que hay pa¨ªses que ceden a las presiones pol¨ªticas. Agreg¨® que es necesario pensar en las necesidades crecientes de la poblaci¨®n ¨¢rabe. El ministro libio, que con esto aludi¨® directamente a Arabia Saudita y Estados Unidos, concluy¨® sus breves palabras afirmando que la OPEP est¨¢ perdiendo poder pol¨ªtico.

Por otra parte, Ait-Laoussine, presidente de Sonatrach, la empresa petrol¨ªfera argelina, en la ¨²nica frase que dirigi¨® a los periodistas dijo que el pacto pol¨ªtico de la OPEP se est¨¢ debilitando.

El ministro de Petr¨®leo de Venezuela, Valent¨ªn Hern¨¢ndez Acostal sostuvo que ?todos los pa¨ªses exportadores de petr¨®leo son conscientes de la p¨¦rdida del poder adquisitivo?, y que su pa¨ªs no olvida los compromisos con las naciones en desarrollo.

Sumando lo poco o nada que dijeron los ministros en la jornada de ayer, puede concluirse de que son pocas las posibilidades de que el precio del petr¨®leo suba, por lo menos de aqu¨ª hasta fines de a?o, como que tambi¨¦n son nulas las probabilidades de que el d¨®lar deje de ser total o parcialmente La divisa de comercializaci¨®n. Por otra parte, y de acuerdo a algunas filtraciones, la reuni¨®n de ayer se levant¨® en el instante e a que se comenzaba a discutir una posible ?regulaci¨®n? de la actual producci¨®n de petr¨®leo, para de esa forma influiren la oferta y demanda, y finalmente en los precios.

La reuni¨®n ?cumbre? de los pa¨ªses petroleros se ha desarrollado en un clima de singular hermetismo. El hotel Intercontinental de Ginebra est¨¢ custodiado por una numerosa guardia policial uniformada, con sofisticada metralleta, as¨ª como agentes de paisano y guardaespaldas de los ministros y jefes de delegaciones, que acompa?an a las autoridades de sus respectivos pa¨ªses desde el sal¨®n de reuniones hasta los ascensores y sus habitaciones. Los periodistas y clientes an¨®nimos del hotel Intercontinental deben pasar por un t¨²nel detector de metales antes de poder entrar al interior del edificio del hotel. Las sesiones se celebran en el c¨¦lebre sal¨®n de baile del hotel.