La energ¨ªa nuclear implica un modelo de sociedad consumista
??Qui¨¦n ha decidido que nuestro consumo de energ¨ªa debe duplicarse cada diez a?os??, se pregunta la Uni¨®n Federal de Consumidores de Francia, entidad que agrupa a unas 35.000 personas, en el ¨²ltimo n¨²mero de su revista Que Choisir, dedicado ¨ªntegramente al tema energ¨¦tico.
Medidas como la de crear un Consejo de Seguridad Nuclear, contemplada como necesaria en el Plan Energ¨¦tico Nacional que pr¨®ximamente ser¨¢ debatido en las Cortes Espa?olas, ya no bastan para mitigar la oposici¨®n a las centrales nucleares.No se trata solamente de luchar contra posibles riesgos y peligros, indudablemente ciertos, sino que un sector de la sociedad exige tambi¨¦n una aclaraci¨®n sobre las supuestas necesidades de energ¨ªa para el futuro, y su participaci¨®n en la adopci¨®n de decisiones que afecten al modelo de sociedad.
La Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), entidad espa?ola que particip¨® el s¨¢bado d¨ªa 10 de junio en la Asamblea Extraordinaria de las Asociaciones de Consumidores de la Comunidad Econ¨®mica Europea, ha pedido al Gobierno y a los partidos pol¨ªticos espa?oles la retirada del Plan Energ¨¦tico depositado en las Cortes, dando as¨ª lugar a ?un debate nacional t¨¦cnico-econ¨®mico-social abierto a todos los interesados, que permita a los espa?oles hacer llegar a sus representantes las diversas opciones?.
En igual sentido se han manifestado numerosas veces las asociaciones ecologistas y antinucleares. La necesidad de una consulta popular ante una decisi¨®n que implica la elecci¨®n de un determinado tipo de desarrollo y no otro, podr¨ªa parecer superflua ante la existencia de un parlamento democr¨¢ticamente elegido. Sin embargo, numerosos pa¨ªses con mayor tradici¨®n democr¨¢tica que Espa?a realizaron tal consulta tras un intenso debate.
Las preguntas de los consumidores
??Cu¨¢nta energ¨ªa nos hace falta? Tendremos inevitablemente necesidad de m¨¢s electricidad? ?Qu¨¦ energ¨ªas son las m¨¢s convenientes a las diferentes utilizaciones? ?Cu¨¢les son los productos m¨¢s devoradores de energ¨ªa? ?Qui¨¦n derrocha la energ¨ªa? ,Qui¨¦n se ve privado de ella?,?Con qu¨¦ recursos futuros podemos contar? ?Es indispensable la energ¨ªa nuclear? ?Es realista querer detener la construcci¨®n de nuevas centrales nucleares? ?Se puede vivir mejor sin tener que consumir cada vez m¨¢s energ¨ªa??Estas preguntas se las hace la Union Fed¨¦rale des Consommaleurs, en el mencionado n¨²mero de Que Choisir, y se las hacen tambi¨¦n numerosos ciudadanos espa?oles.
La Uni¨®n Federal de los Consumidores francesa, ante la crisis de la energ¨ªa, los peligros que presentan las centrales nucleares, en particular los supergeneradores tipo Super-F¨¦nix, considerando que es inexacto pensar que el nivel de vida de los franceses s¨®lo puede crecer con el aumento paralelo del consumo de energ¨ªa, estimando, por el contrario, que es posible producir mejor con menos y considerando que la elecci¨®n del tipo de sociedad debe ser realizada por les consumidores y no los productores, pide a los poderes p¨²blicos la inmediata puesta en marcha de una nueva pol¨ªtica energ¨¦tica.
Seg¨²n esta propuesta, s¨®lo deber¨ªan permanecer activas las centrales nucleares en funcionamiento o pr¨¢cticamente construidas, que permitir¨¢n ayudar a la transici¨®n a un nuevo modo de consumo fundado b¨¢sicamente en la utilizaci¨®n de energ¨ªas renovables. Habr¨ªa que implantar un tipo de producci¨®n menos consumidora de energ¨ªa. Limitar los despilfarros y todas las p¨¦rdidas de calor. Reciclar los desperdicios. Desarrollar las nuevas tecnolog¨ªas, especialmente la solar y la c¨®lica y favorecer, para cada consumo de energ¨ªa, el empleo de la fuente mejor adaptada.
Este conjunto de objetivos podr¨ªa ser alcanzado -en opini¨®n de la citada organizaci¨®n de consumidores- incitando a la producci¨®n y al consumo de productos durables, la producci¨®n de productos de d¨¦bil consumo de energ¨ªa, tanto para su producci¨®n como para su utilizaci¨®n. Cesar o no apoyar la fabricaci¨®n y la comercializaci¨®n de productos que consumen ¨²nicamente electricidad, sustituy¨¦ndolos por los que pueden utilizar energ¨ªas diferentes m¨¢s ventajosas. Mejorar el aislamiento t¨¦rmino de las edificaciones. Favorecer el r¨¢pido desarrollo de una verdadera industria solar que permita hacer competitiva la instalaci¨®n de agua caliente y captadores solares. Incitar a la no instalaci¨®n de calor el¨¦ctrico y prohibir toda publicidad en este sentido.
En cuanto a los transportes se deber¨ªan favorecer en las ciudades y en sus cinturones una verdadera pol¨ªtica de transportes colectivos. Favorecer un urbanismo integrador de alojamientos y lugares de trabajo, limitando los desplazamientos cotidianos domicilio-trabajo. En este sentido, medidas tan simples como la jornada continua significan un ahorro del 50%. Tambi¨¦n habr¨ªa que favorecer el transporte de mercanc¨ªas por ferrocarriles, m¨¢s que por carretera.
Esta pol¨ªtica no s¨®lo ahorrar¨ªa energ¨ªa, sino que adem¨¢s disminuir¨ªa la poluci¨®n en las ciudades y permitir¨ªa una mejor distribuci¨®n del tiempo de los ciudadanos, con mejora de la calidad de vida.
Todos estos aspectos implican un tipo de sociedad tachada de ut¨®pica por los desarrollistas. Es evidente la dificultad de dar marcha atr¨¢s a la sociedad de consumo. Sin embargo, m¨¢s ut¨®pico ser¨ªa pensar que el crecimiento de la producci¨®n y del consumo puede ser ilimitado. En un mundo donde los recursos pueden medirse por toneladas, el actual modelo de desarrollo podr¨ªa conducirnos a una situaci¨®n en la que adaptarse a la escasez fuera una obligaci¨®n.
Propugnar en estos momentos la necesidad de la energ¨ªa nuclear como fuente alternativa al petr¨®leo, en el abastecimiento de energ¨ªa, significa ignorar que la crisis actual no es fruto de la escasez de un recurso -el petr¨®leo-, sino de que hemos llegado a un l¨ªmite en el crecimiento cuantitativo, a partir del cual no caben los remiendos, sino el cambio del modelo de desarrollo.
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