Suarez insiste en visitar Argel antes de la "cumbre" de la OUA
Argelia estuvo presente en las conversaciones que el presidente del Gobierno espa?ol, Adolfo Su¨¢rez, mantuvo ayer en Rabat con el rey Hassan II de Marruecos y con el primer ministro de este pa¨ªs, Ahmed Osman. La visita del presidente Su¨¢rez tiene dos objetivos pol¨ªticos fundamentales: satisfacer a Marruecos y dejar abierta la puerta para poder llegar a Argelia antes de la ?cumbre? de la OUA en Jartum. En el plano bilateral, y a pesar de la declaraci¨®n oficial de que de Ceuta y Melilla ?no se habl¨®?, el futuro de las plazas espa?olas del norte de Africa estuvo en el ambiente. Toda la prensa marroqu¨ª no habla de otra cosa. Tambi¨¦n es de se?alar que el rey Hassan insisti¨® una vez m¨¢s sobre el proyecto del t¨²nel en el estrecho de Gibraltar.
ENVIADO ESPECIAL, El presidente del Gobierno espa?ol lleg¨® por fin a Rabat. Se ha dado as¨ª satisfacci¨®n a la exigencia que el rey Hassan hac¨ªa de esta visita, programada hace meses. Marruecos no estaba dispuesto a admitir m¨¢s retrasos en el encuentro, y Espa?a no pod¨ªa, por su parte, eludir el contacto con el pa¨ªs vecino. El propio presidente nos dir¨ªa que, visitados por ¨¦l Francia y Portugal, el paso l¨®gico e inmediato era Marruecos.El presidente no tuvo argumentos para justif¨ªcar la urgencia e improvisaci¨®n del viaje. Claro estaba que Rabat pasa obligatoriamente por el camino de Argel, donde Suarez quiere ir con urgencia. El rey Hassan II impuso la escala obligada en Fez, en su palacio, antes de Argel, y le dijo a Su¨¢rez: ?Espero que volver¨¢ con m¨¢s tiempo; esta es una visita de trabajo?. El rey le impuso, sin que estuviera previsto, el gran cord¨®n de la orden Ouissan Alahuita, la primera condecoraci¨®n del reino.
El presidente espa?ol, que con su condecoraci¨®n realzaba su presencia en Rabat, pas¨® inmediatamente a conversar con el monarca marroqu¨ª en el gran sal¨®n del trono del palacio de Fez, rodeado de un m¨ªstico y lujoso marco y en presencia del ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja; el primer ministro de su pa¨ªs, Osman; el consejero de Hassan, Guedira, y el embajador de Espa?a en Rabat, se?or De la Serna.
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Adolfo Suarez agradeci¨® a Hassan II las gestiones de Marruecos en el seno de la OUA
(Viene de la primera p¨¢gina)
?Se abarcaron todos los temas bilaterales?, dir¨ªa Su¨¢rez, para luego a?adir una coletilla de: ?Como dije antes de salir de Madrid, Ceuta y Melilla no estuvieron en las conversaciones. ? En todo caso, el tema ha estado a lo largo y ancho de la prensa marroqu¨ª.
La agencia oficial de noticias mAp distribuy¨® la informaci¨®n del diario Al Mouharrir relativa a la cesi¨®n de Ceuta y Melilla en 198 1, como afirmaba dicho peri¨®dico; el diario La Opini¨®n reproduce los art¨ªculos aparecidos en el diario EL PAIS con el mismo texto, y el peri¨®dico del partido comunista, Al Bayane, titula en su primera p¨¢gina, a cuatro columnas, un reportaje simb¨®lico de la siguiente manera: ?El verdadero rostro de la ocupaci¨®n colonialista de Melilla, explotaci¨®n a ultranza de los trabajadores marroqu¨ªes, campa?as c¨®loniales y racistas intentan evacuarlos.? Esta triple muestra habla por s¨ª sola.
Qu¨¦ duda cabe que Ceuta y Melilla son hoy, para Marruecos, un trampol¨ªn para apaciguar el inter¨¦s espa?ol sobre Argelia en el tema de Canarias. De Argelia se habl¨® mucho aqu¨ª. Es la preocupaci¨®n n¨²mero uno del rey Hassan y cuando se habla de Argelia, inevitable es tambi¨¦n el tema del Sahara. Su¨¢rez record¨® que Espa?a' mantiene una postura continuada ante las Naciones Unidas. No cit¨® el acuerdo tripartito de Madrid, pero tampoco record¨® que Espa?a mantiene su petici¨®n de la autodeterminaci¨®n saharaui.
Tambi¨¦n el presidente Su¨¢rez agradeci¨® al rey flassan sus gestiones en el seno de la OUA favorables a Canarias. Un tema ¨¦ste de la ?cumbre? de Jartum sobre el que el presidente se neg¨® a dar un pron¨®stico final a los periodistas. Simplemente, dir¨ªa que el Gobierno espa?ol y el Parlamento hab¨ªan hecho cuanto estaba en sus manos por defender las tesis espa?olas.
Temas bilaterales
Est¨¢ prevista para el d¨ªa 4 de julio en Madrid una negociaci¨®n hispano-marroqu¨ª para ultimar contenciosos bilaterales que aqu¨ª se califican de poca monta: pesca, indemnizaciones e intercambios comerciales. Respecto al tema pesca, resulta ahora que el Parlamento marroqu¨ª no ha ratificado a¨²n el tratado de pesca, que tantos sudores y debates cost¨® al Parlamento espa?ol. El rey Hassan ha prometido su ratificaci¨®n inmediata, pero, al parecer, de manera paralela, se esperaban algunas compensaciones financieras.
Tambi¨¦n el primer ministro Osman ha prometido sancionar pronto el tema de las indemnizaciones a los agricultores espa?oles y de revisar los intercambios comerciales que ahora se han visto sometidos de golpe a una salvaguardia general impuesta unilateralmente por Marruecos. Su¨¢rez dir¨ªa que, de todas maneras, la progresi¨®n comercial espa?ola con Marruecos en los tres ¨²ltimos a?os ha sido impresionante.
Queda, corno tema cusioso, la insistencia del monarca alahuita sobre la posibilidad de construir un t¨²nel en el estrecho de Gibraltar. El viejo proyecto, casi futurista, vuelve a salir con insistencia en las relaciones hispano-marroqu¨ªes. El rey Hassan quiere un brazo de tierra que una su continente a Europa, que atraiga el turismo y establezca una especie de confirmaci¨®n occidentalista de su pol¨ªtica y de su pa¨ªs.
Encuentro protocolario
La conclusi¨®n primera de este viaje, a la vista de las declaraciones del propio presidente, ser¨ªa de que ¨¦ste fue un simple encuentro, casi protocolario. El presidente no dio datos, ni resultados concretos de la visita. Simplemente, declaraciones generales ya conocidas de antemano. No obstante, su resultado inmediato se espera en Argel: en ver si la escala impuesta por Rabat se convierte o no en obst¨¢culo hacia Argel. Ceuta y Melilla, guste o no, se confirme o no un debate sobre ellas, est¨¢n en el camino y han surtido su efecto. Si el viaje no tiene resultados, ?para qu¨¦ hacerlo con estas prisas? Si el viaje es obligado ¨¦sta es otra cosa. Marruecos est¨¢ satisfecho y Argella tiene ahora la palabra sobre la segunda etapa.
La visita oficial
La breve visita del presidente se enmarc¨® en un estricto protocolo. Llegada a Fez en avi¨®n especial e, inmediatamente despu¨¦s, conversaci¨®n de hora y media con el rey Hassan. Lueg¨², comida en la residencia del gobernador de Fez y salida hacia Rabat en avi¨®n. En Rabat, reuni¨®n con el primer ministro, Osman, y eena oficial ofrecida por el propio presidente del Consejo marroqu¨ª.
Su¨¢rez fue recibido con honores dejefe de Gobierno y recibi¨® en un moderno y luj Dso palacete que ¨¦l inauguraba y que el reino marroqu¨ª acaba de abrir en Rabat.
En la cena final, el primer ministro Osman tuvo flores para la democracia espa?ola, para el Rey, para el presidente Su¨¢rez y para su partido. Se felicit¨® del proceso democr¨¢tico espa?ol, quiso compararlo a la situaci¨®n marroqu¨ª, y brind¨® por la cooperaci¨®n.
El presidente Su¨¢rez, que hab¨ªa declarado que ?se est¨¢n solucionando poco a poco las disidencias hispano-marroqu¨ªes?, pronunci¨® un discurso en el que dijo: ?Esta ma?ana he tenido la gran honra de ser recibido en Fez por Su Majestad Hassan II. Una vez m¨¢s vuestro rey ha probado la lucidez y el sentido de la perspectiva hist¨®rica con que contempla las relaciones entre nuestros pueblos. Tengo que decir que su perspectiva es tambi¨¦n la nuestra. No pod¨ªa ser de otra manera. Quien contemple la carta geogr¨¢fica de esta parte del mundo en que nos encontramos y repase un simple manual de Historia, debe concluir que, en efecto, como su majestad ha dicho en alguna ocasi¨®n, "estamos condenados a entendernos".?
Las palabras de Su¨¢rez y del rey reflejan muy bien el sentir aut¨¦ntico de esta visita. Una veintena de periodistas espa?oles la siguieron de punta a punta con avidez y desencanto. No hubo resultados si se creen las declaraciones oficiales. La mirada est¨¢ puesta ahora en Argel, a ver si llegan las fechas de un encuentro con Bumedian para antes de Jartum. Ceuta y Melilla no son urgentes, pero est¨¢n ah¨ª, la prensa marroqu¨ª lo recuerda, Su¨¢rez lo sabe y el Gobierno lo estudia.
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