Don Juan Carlos: "Europa vive bajo el acecho de amenazas y necesita vivir en paz"
Resumen del discurso pronunciado por el rey don Juan Carlos en la cena celebrada ayer en el palacio Real:?Vuestra presencia confirma un claro prop¨®sito de leal cooperaci¨®n entre nuestros pueblos que permita acciones conjuntas. Si tenemos muchas ra¨ªces comunes en el pasado, el futuro nos hace sentirnos a¨²n m¨¢s solidarios. Nos une nuestro origen, pero me atrever¨ªa a decir que, a¨²n con mayor fuerza, nos une tambi¨¦n nuestro com¨²n destino de europeos. Porque Francia y Espa?a se sienten hoy m¨¢s pr¨®ximas que nunca y, sobre todo, desean laborar juntas a favor del entendimiento de Europa y de todos los pa¨ªses del mundo.
Los Pirineos, tantas veces evocados como s¨ªmbolo del estado de nuestras relaciones, nos ofrecen el mensaje de fraternidad que un poeta espa?ol, Ram¨®n de Basterra, les atribuy¨® certeramente, al decir que la cordillera tiene la misi¨®n hist¨®rica de hermanara los pueblos pirenaicos, prolongando el ritmo de Occidente y la vigilancia de sus valores humanos.
Europa, sin Espa?a, quedar¨ªa incompleta, como una sinfon¨ªa inacabada. Nos sabemos, sentimos y queremos europeos. Europa es nuestro futuro, un futuro quiz¨¢ todav¨ªa imperfecto, pero por ello mismo atractivo y, sin duda alguna, irrenunciable.
Y esta Espa?a, joven y renovada, vital y moderna, que con acrecida ilusi¨®n ha conquistado, serenamente, el democr¨¢tico ejercicio de su libertad, cree en su positiva contribuci¨®n al equilibrio y la armon¨ªa de Europa y en la eficacia de su presencia activa en los actuales ¨®rganos comunitarios, aun cuando es evidente que habr¨¢n de superarse para ello las normales dificultades t¨¦cnicas.
Otro objetivo primordial es la seguridad colectiva. Estamos lejos de poseer un sistema racional de seguridad, y no parece pr¨®xima la superaci¨®n del enfrentamiento polarizado que tan graves peligros lleva consigo, tanto por su propia din¨¢mica como por la frecuencia con que tiende a globalizar los conflictos locales o a crear otros nuevos para asegurarse posiciones de influencia.
Junto a este peligro, y en parte como consecuencia del mismo, advertimos tambi¨¦n las persistentes dificultades con que tropieza el universal anhelo de los pueblos por un desarme efectivo. No debe perderse de vista, por otra parte, que desarme, seguridad y desarrollo econ¨®mico equitativo son cuestiones ¨ªntimamente enlazadas, que deben tratarse unas en funci¨®n de otras y nunca una de ellas en detrimento de las dem¨¢s.
Los derechos humanos, su defensa y su protecci¨®n eficaz, son uno de los objetivos que reclaman el vigilante cuidado de los pa¨ªses amantes de la paz. Francia, que en este como en tantos otros campos fue precursora, hace ya casi dos siglos, y Espa?a, creadora de una legislaci¨®n humanitaria desde el comienzo de su presencia en el nuevo mundo, tienen hoy una misi¨®n que cumplir en esta esfera, contribuyendo al perfeccionamiento y al desarrollo adecuado de los medios que la comunidad internacional ha de poner al servicio de tan alta finalidad.
Otros ¨¢mbitos de inter¨¦s com¨²n requieren igualmente nuestra atenci¨®n. Empezando por lo m¨¢s ligado a nuestra historia y m¨¢s cercano en la geograf¨ªa, ah¨ª est¨¢ el ¨¢rea mediterr¨¢nea, de tan hondas resonancias culturales, donde Francia y Espa?a han de esforzarse por aliviar tensiones.
Espa?a se siente europea, pero no olvida nunca, por su parte, que en la otra ribera de nuestro Atl¨¢ntico -y lo digo con especial entonaci¨®n de cari?o- est¨¢ Iberoam¨¦rica. Y ning¨²n espa?ol puede sentirse completo hasta que no ha pisado Am¨¦rica, donde en tantas cosas nos reconocemos.
Si el campo de nuestros intereses comunes es amplio y diversificado, otro tanto podemos decir cuando pensamos en las posibilidades que se ofrecen al desarrollo de nuestras relaciones bilaterales. Ya sea en la esfera econ¨®mica y comercial, en la que tan importante es el nivel de nuestros intercambios, ya se trate de proyectos de cooperaci¨®n t¨¦cnica e industrial, o de un mejor entendimiento de nuestras agriculturas, es mucho lo que se puede hacer, con un estudio en profundidad y una ordenaci¨®n de prioridades que tenga en cuenta el conjunto de nuestras relaciones y la estrecha dependencia que existe entre sus diversos aspectos.?
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