El Senado aprueba la despenalizaci¨®n pardal de los anticonceptivos
El uso licito de los anticonceptivos que eviten la procreaci¨®n, pero la prohibici¨®n de aquellos otros capaces de provocar o facultar el abono, fue aprobado ayer por el Senado, en un Pleno en el que los grupos de UCD y Socialista pusieron en evidencia sus diferentes y contradictorias concepciones sobre la moralidad
No obstante, la aprobaci¨®n por el Senado del proyecto de ley de despenalizaci¨®n de los anticonceptivos no es a¨²n la definitiva pues como consecuencia de haberse modificado en aspectos secundarios el texto aprobado por el Pleno del Congreso de Diputados de 26 de abril pasado, aqu¨¦l deber¨¢ pasar a la comisi¨®n mixta Congreso-Senado con el fin de hacer converger los textos respectivos de ambas C¨¢maras.
El esfuerzo fundamental del Grupo Socialista, a trav¨¦s de la defensa de un voto particular por el senador de dicho grupo Francisco Javier Yuste, fue intentar la despenalizaci¨®n de todos los anticonceptivos, suprimiendo totalmente el art¨ªculo 416 del C¨®digo Penal, que los penaliza, y no s¨®lo la frase del mismo o de evitar la procreaci¨®n, como establece el texto del proyecto de ley. ?No quiero introducir —dijo el senador Yuste— un caballo de Troya en el grave tema del aborto, puesto que esa es una cuesti¨®n importante que ser¨¢ abordada en su d¨ªa; pero si quiero constatar la existencia de mentes ultramontanas que no aceptan otra forma de no procrear que la pr¨¢ctica de la abstinencia, mentes que han presionado para que la despenalizaci¨®n no sea una realidad.?
El senador socialista a?adi¨® que el contenido del proyecto no constituye realmente un avance. ?Si el esp¨ªritu del mismo —dijo— permite el uso de todos los anticonceptivos recogidos por la OMS (Organizaci¨®n Mundial de la Salud), este voto particular que defiendo no tendr¨ªa lugar. Pero tengo una duda: creo que este proyecto de ley no va a hacer posible una seria planificaci¨®n familiar. Y creo, con sinceridad, que hacer distingos entre los anticonceptivos es como poner barreras al mar.? ?Lo grave no es el caballo de Troya —replic¨®, en nombre de UCD, el portavoz de dicho grupo, senador Jim¨¦nez Blanco—.si no lo que va dentro. Si el art¨ªculo 416 del C¨®digo Penal se suprime totalmente, se introducir¨ªa por la puerta falsa la posibilidad del aborto, y este tema no puede ni quiere plantearlo hoy el Gobierno.? Todos los esfuerzos socialistas para hacer triunfar su voto particular resultaron in¨²tiles, a pesar de poner de manifiesto los portavoces de este grupo que existen otros art¨ªculos en el C¨®digo Penal que invalidan cualquier posibilidad, por t¨ªmida que sea, de aborto.
Otro tema que afecta a la mujer, concretamente la penalizaci¨®n que actualmente se contempla en el art¨ªculo 583 del C¨®digo Penal de las faltas de respeto de la mujer al maride fue planteado por la senadora le UCD Mar¨ªa Dolores Pelayo, quien present¨® -una proposici¨®n de ley sobre modificaci¨®n de dicho art¨ªculo. Despu¨¦s de calificar de ?vejatoria e innecesaria discriminaci¨®n? la citada penalizaci¨®n, la senadora Mar¨ªa Dolores Pelayo manifest¨® que la modificaci¨®n del art¨ªculo 583 del C¨®digo Penal era inevitable despu¨¦s de haberse dado un nuevo tratamiento civil, en el a?o 1975, a las obligaciones y derechos entre la mujer y el hombre.
La proposici¨®n de ley de la senadora de UCD, que recibi¨® el apoyo expreso del Grupo Socia lista, fue tomada en consideraci¨®n por unanimidad por el Pleno del Senado.
Tomada tambi¨¦n en consideraci¨®n por unanimidad fue la proposici¨®n de ley presentada por el senador Lorenzo Mart¨ªn-Retortillo, del Grupo Progresistas y Socialistas Independientes, sobre modificaci¨®n de determinados art¨ªculos de la ley de Arrendamientos Urbanos. El senador Mart¨ªn-Retortillo manifest¨® que el objetivo de la proposici¨®n de ley era hacer imposible la demolici¨®n de barrios y de edificios de car¨¢cter art¨ªstico, facilitar a las personas que viven en casas con m¨¢s de cien a?os de antig¨¹edad la posibilidad de renovar el contrato de arrendamiento y hacer imposible su desahucio con una indemnizaci¨®n m¨ªnima, que no les permite adquirir otra vivienda.
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