La Constituci¨®n abre la puerta a una futura ley del Divorcio
Los cinco primeros art¨ªculos del proyecto de Constituci¨®n aprobados ayer por el Pleno del Congreso s¨®lo suscitaron debates de cierta consideraci¨®n en relaci¨®n con la regulaci¨®n de la huelga y del matrimonio. Las enmiendas de Alianza Popular sobre estos temas fueron rechazadas y los art¨ªculos aprobados con un muy escaso n¨²mero de votos disidentes, excepto en lo relativo al divorcio, que produjo diecisiete votos en contra.El debate se inici¨® sobre el art¨ªculo 26, que regula el derecho de sindicaci¨®n y el de huelga. Por AP, Alberto Jarabo se opuso al texto procedente de la Comisi¨®n constitucional, por amparar la posibilidad de la huelga pol¨ªtica.
El socialista Jer¨®nimo Saavedra se manifest¨® en contra de la enmienda aliancista y asegur¨® que el texto debatido regula el derecho a la huelga con criterio realista y contribuir¨¢ a que la Constituci¨®n sea sentida como algo propio por amplios sectores de la poblaci¨®n.
La enmienda fue rechazada con catorce votos a favor, 257 en contra y una abstenci¨®n, mientras que el p¨¢rrafo correspondiente s¨®lo obtuvo tres votos en contra y 14 abstenciones.
En la explicaci¨®n de voto, Manuel Fraga declar¨® que AP no ped¨ªa la prohibici¨®n de la huelga pol¨ªtica, sino su limitaci¨®n por razones de seguridad, as¨ª como evitar que una minor¨ªa la imponga a una mayor¨ªa. A?adi¨® que su grupo tomaba buena nota de la licitud de la huelga pol¨ªtica defendida por los socialistas.
El comunista Jordi Sol¨¦ precis¨® que los intereses de una clase social, que no son s¨®lo los estrictamente econ¨®micos y corporativos, pueden bastar para justificar una huelga, al margen de las garant¨ªas que la ley reguladora de la misma establecer¨¢ con base en el texto constitucional aprobado.
El socialista Gregorio Peces-Barba apuntal¨® la interpretaci¨®n de su compa?ero de partido el se?or Saavedra. Como ejemplo de huelga pol¨ªtica, aludi¨® a las realizadas contra el terrorismo en Italia, con motivo del secuestro de Aldo Moro, y se pregunt¨® si alguien podr¨ªa atreverse a calificar de ilegales huelgas de este car¨¢cter. ?En la defensa de la democracia -dijo-, los trabajadores est¨¢n siempre en primera l¨ªnea.?
Seguidamente, se aprob¨® sin debate el art¨ªculo 27, que regula el derecho de petici¨®n, con tratamiento espec¨ªfico para los miembros de las Fuerzas Armadas. Despu¨¦s, se inici¨® el estudio de los art¨ªculos que regulan los derechos y deberes de los ciudadanos.
En relaci¨®n con el primero de estos deberes y derechos figura el de contribuir a la defensa de Espa?a. Una enmienda del PNV, por la que se defend¨ªa que el servicio militar, salvo necesidades de la defensa, ?se cumplir¨¢ en instalaciones situadas dentro de la Regi¨®n Militar en la que resida el llamado a filas?, fue en principio defendida por Antonio Monforte, quien aludi¨® a los momentos tr¨¢gicos que vive Euskadi, ?presagio -dijo- de otros m¨¢s graves si el Gobierno se niega a reconocer reivindicaciones de derechos hist¨®ricos como los del Pa¨ªs Vasco?. A continuaci¨®n, el se?or Monforte dijo que la propuesta de su grupo ser¨ªa defendida en otro momento y anunci¨® la retirada formal de su enmienda.
AP, contra el divorcio
El art¨ªculo 28, que incluye tambi¨¦n la referencia a la objeci¨®n de conciencia, fue aprobado sin problemas, y asimismo el 29, sobre la obligaci¨®n de todos a levantar las cargas p¨²blicas y el establecimiento de prestaciones personales y patr¨ªmoniales s¨®lo con arreglo a una ley.
En el art¨ªculo 30, en cambio, los diputados de AP emplearon toda su fuerza argumental para oponerse a la posibilidad de que, por la puerta abierta por la Constituci¨®n, pueda colarse en el futuro el divorcio. El p¨¢rrafo inicial, que establece la ?pler¨ªa igualdad de derechos y deberes? del hombre y la mujer, que podr¨¢n contraer matrimonio a la edad n¨²bil.
La enmienda de Gregorio L¨®pez Bravo al p¨¢rrafo segundo fue rechazada con 20 votos a favor y 260 en contra. La propuesta del se?or L¨®pez Bravo consist¨ªa en que la Constituci¨®n dijera lo siguiente: ?El Derecho Civil regular¨¢ las formas del matrimonio, los derechos y deberes de los c¨®nyuges, las causas de separaci¨®n y sus efectos.? El diputado de AP manifest¨® que no era procedente un pronunciamiento constitucional sobre el tema, en torno al cual guardan silencio -seg¨²n datos que aport¨®- las Constituciones de 50 pa¨ªses, que no regulan el matrimonio, y las de otros 42, que no se ocupan de la disoluci¨®n, mientras que s¨®lo las de Cuba, Portugal, Chipre, Jap¨®n y Ruanda regulan el divorcio. Asegur¨® que el divorcio ofende a las conciencias de ?millones de espa?oles? y se dirige contra la unidad y estabilidad de la familia.
Pedro Mendiz¨¢bal reforz¨® el planteamiento de su compa?ero de grupo, al defender una enmienda similar en base a razones de t¨¦cnica jur¨ªdica y oportunidad pol¨ªtica. Entre las escasas posibilidades de disoluci¨®n del matrimonio concebidas por el se?or Mendiz¨¢bal figura la muerte de uno de los c¨®nyuges. Cuando la explicit¨® ante el pleno, del hemiciclo se desprendi¨® un murmullo. Advirti¨® el peligro de que, ante la aprobaci¨®n del texto que abre la puerta al divorcio, algunos millones de espa?oles, convencidos en conciencia de la indisolubilidad del matrimonio, tendr¨ªan que oponerse a la Constituci¨®n en el refer¨¦ndum.
El socialista Vicente Sotillo se?al¨® que la regulaci¨®n del matrimonio prevista conduce a una ley posterior para la regulaci¨®n de su disoluci¨®n, y que en todo caso el divorcio no se le impondr¨¢ a nadie, ya que ser¨¢ una decisi¨®n de cada ciudadano y ciudadana afectados. ?No se trata de imponer -dijo- sino de permitir?.
La enmienda del se?or Mendiz¨¢bal fue rechazada con 14 votos a favor, 272 en contra y 4 abstenciones. Seguidamente, s¨¦ aprob¨® el texto del p¨¢rrafo, que result¨® aprobado por 269 votos a favor, 17 en contra y tres abstenciones.
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