A los planes de destrucci¨®n vigentes s¨®lo se oponen buenas intenciones
En los dos ¨²ltimos a?os, coincidiendo con el anuncio de una serie de medidas oficiales de car¨¢cter preservativo, se ha acelerado por parte de los propietarios privados el proceso de derribo de edificios caracterizados por su valor hist¨®rico-art¨ªstico. El ritmo de desaparici¨®n de ¨¦stos, la ambig¨¹edad de las explicaciones oficiales y las acusaciones de entidades privadas de desatenci¨®n hacia un patrimonio cultural com¨²n de todos los madrile?os son constantes que han saltado a las p¨¢ginas de la prensa regularmente. LA mesa redonda planteada ten¨ªa por objetivo situar este fen¨®meno en el marco de las competencias de los organismos competentes y analizar el alcance real de las medidas protectoras que se gestionan actualmente.La impresi¨®n obtenida en el desarrollo de la mesa redonda es que, mientras el Ayuntamiento y la Direcci¨®n General del Patrimonio Art¨ªstico reconocen en l¨ªneas generales la veracidad de los argumentos expuestos, no parece que ,dispongan de medios jur¨ªdicos y legales suficientes para atajar el problema. Las ¨²nicas medidas que se adoptan -confecci¨®n del precat¨¢logo de edificios y conjuntos a conservar- tienen un car¨¢cter precautorio que por s¨ª solo no va a asegurar la permanencia de los edificios y zonas m¨¢s caracter¨ªsticos de Madrid. El Ayuntamiento reconoci¨® la contradicci¨®n existente entre la necesidad de conservar la fisonom¨ªa propia de Madrid y la vigencia de una serie de planes que, de continuar llev¨¢ndose a cabo, suponen a medio plazo la destrucci¨®n de barrios enteros de la capital. A pesar de las preocupaciones expuestas en la mesa redonda, los planes siguen vigentes y s¨®lo se cuenta como garant¨ªa con la vaga promesa del gerente de Urbanismo, Luis Enr¨ªquez de Salamanca, de que se reconsiderar¨¢ su validez.
"S¨®lo es centro hist¨®rico el que est¨¢ vivo"
Tanto Santiago Am¨®n como Jos¨¦ Luis Alvarez -no hubo puntualizaciones en contra- coincidieron en definir socialmente como centro hist¨®rico de una ciudad aquel que est¨¢ vivo, habitado, ?caracterizados por una estructura fuerte, proveniente del pasado, en el que se puede leer la evoluci¨®n de un pueblo?. Un museo, una ruina hist¨®rica, como pueda ser el Parten¨®n, aunque merezcan la conservaci¨®n, no pueden ser calificados de casco hist¨®rico. Estos est¨¢n delimitados, seg¨²n la definici¨®n m¨¢s actual, la de la Conferencia de Quito, por constituir asentamientos vivos de poblaci¨®n. Es decir, que el centro hist¨®rico tiene, aparte de una riqueza 6bjetiva, urban¨ªstica, una riqueza personal, constituida por los habitantes que han impreso en ¨¦l una trama de relaciones sociales determinada.
Alfonso Alvarez Mora hizo de principio una exposici¨®n de cu¨¢les son, en su opini¨®n, las zonas del casco antiguo m¨¢s afectadas. Se refiri¨®, en primer lugar, a la zona sur de Tirso de Molina y Lavapi¨¦s, donde los casos de edificios en ruina han alcanzado un volumen preocupante. Cit¨® luego la zona que se ve afectada por el antiguo plan de la Gran V¨ªa Diagonal, por el actual plan Malasa?a, donde se conceden a¨²n licencias de demolici¨®n en base al antiguo plan, al igual que se conceden en la zona del ensanche, a pesar de que su patrimonio inmobiliario presenta unas condiciones f¨ªsicas muy aceptables. Por ¨²ltimo, el se?or Alvarez Mora hizo especial hincapi¨¦ en el gran eje Gran V¨ªa-Princesa-Castellana, en el que se ha producido m¨¢s intensamente el, cambio de uso del suelo en favor de edificios comerciales y administrativos.
Santiago Am¨®n a?adir¨ªa a continuaci¨®n todo el per¨ªmetro de Madrid de la ribera del Manzanares, desde el matadero hasta la Escuela de Cer¨¢mica, as¨ª como otro cintur¨®n perif¨¦rico formado por las tres estaciones l¨ªerroviarias de Delicias, Atocha y Norte.
Jos¨¦ Luis Souto acus¨® a la Administraci¨®n municipal y central de permitir la vigencia de una serie de planes ?que operan como instrumentos de trituraci¨®n de la ciudad?. El plan de reforma del casco antiguo, por ejemplo, que, aplicado a las zonas de Lavapi¨¦s o Latina, sus norrrias r¨ªgidas en cuanto a las alineaciones de las casas son una invitaci¨®n a su abandono y posterior destrucci¨®n por ruina.
Por otro lado, en la incoaci¨®n que se sigue en la direcci¨®n del Patrimonio Art¨ªstico para conservar el casco, se ha dejado fuera del mismo una zona como la de Lavapi¨¦s, ?teniendo un especial¨ªsimo cuidado para aislar los monumentos o edificios m¨¢s cualificados?. El se?or Souto, en otra intervenci¨®n, cit¨® el peligro que suponen los avances de planes para las estaciones ferroviarias citadas, en las que, a cambio de permitir la conservaci¨®n de la estaci¨®n en s¨ª, se puede llegar a permitir un volumen de edificaci¨®n muy alto.
Alfonso Alvarez Mora insisti¨® en la urgencia de echar abajo todos los planes que afectan al casco antiguo, el plan del antiguo ensanche, el de la ribera del Manzanares y el plan de la segunda fase de la avenida de la Paz, entre otros.
El se?or Enr¨ªquez de Salamanca contest¨® a estas interpelaciones a lo largo de varias mtervenciones. Se refiri¨® a que respecto al anillo central existe una primera normativa, eminentemente protectora, promulgada por Bellas Artes entre 1933 y 1936, que, sin embargo, no da instrumentos para actuar de una manera coherente en lo que debe ser una pol¨ªtica eficaz sobre un n¨² cleo tan conflictivo como es el cas co hist¨®rico. Dijo asimismo que una de las acciones m¨¢s urgentes que tiene planteadas la Gerencia de Urbanismo en la concerniente al plan de la Gran V¨ªa Diagonal, ?que, efectivamente, ha aparecido nuevamente en vigor?. Dijo igualmente que la Gerencia iba a actuar urgentemente en el planteamiento de los sectores y zonas aludidos hasta entonces, y que precisamente por la falta de medios humanos y t¨¦cnicos del Ayuntamiento se estudia un convenio con Coplaco para multiplicar los recursos entre ambos organismos.
"El ciudadano, protagonista en la conservaci¨®n de su habitat"
Uno de los temas que estuvieron presentes en todas las intervenciones, aunque siempre como consideraciones derivadas dentro de cada tema, fue la necesidad de la participaci¨®n del ciudadano., a trav¨¦s de organizaciones y entidades representativas, en los trabajos de conservaci¨®n del centro de la ciudad. Tambi¨¦n en este caso la actitud municipal fue de reconocer la importancia de dicha participaci¨®n, aunque -como expusieron otros participantes en el acto- el Ayuntamiento haya relegado esa intervenci¨®n al momento de la informaci¨®n p¨²blica, y no en los trabajos previos de estudio y recogida de informaci¨®n.
Jos¨¦ Luis Souto abri¨® el fuego cuando expuso que, con motivo del expediente de declaraci¨®n de conjunto hist¨®ric¨®- art¨ªstico de la zona central de Madrid, promovido por el Patrimonio, se cre¨® una comicsi¨®n puramente oficial, formada por representantes del Ministerio de Cultura, de, Obras P¨²blicas y del Ayuntamiento, lo que infringe, adem¨¢s, el decreto de 1970 sobre composici¨®n de estas comisiones.
Santiago Am¨®n, al referirse a las conclusiones de la Conferencia de Quito, argumento que el principal protagonista en la tarea de respetar el patrimonio art¨ªstico es precisamente el propio habitante de los barrios, mientras que en Madrid a esos ciudadanos organizados se le da un valor de ?meros comparsas?
Amparo Berlinches defendi¨® en su intervenci¨®n la composici¨®n de la comisi¨®n, se?alando que se ha pretendido dotarla de una representaci¨®n administrativa amplia para conseguir una unificaci¨®n de criterios que, hoy por hoy, no existe. A su vez, tanto el se?or Enr¨ªquez de Salamanca como el se?or Alvarez defendieron la necesidad de la participaci¨®n, que, sin embargo, por problemas de tiempo, ha tenido que quedar reducida al per¨ªodo de informaci¨®n p¨²blica.
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