Jordi Savall y su grupo de m¨²sica antigua

Si muchas veces se habla de ciudades ?a la medida del hombre?, yo dir¨ªa que Saintes, la capital de la Saintonge, con unos 30.000 habitantes, nos ofrece la medida de la intimidad del hombre. Limpia, abierta, de aire meridional, antigua y moderna, plena de rincones y monumentos hist¨®ricos, extiende sus calles y paseos a uno y otro lado del r¨ªo Charente. La ?Mediolarum Santonum? de los romanos, situada en la ruta de Santiago, abunda en vestigios de comienzo de nuestra era (desde el ?circo? hasta el bell¨ªsimo ?arco de Germanicus?, por el que Merim¨¦e sintiera tanta devoci¨®n) y en muestras de arquitectura galorrom¨¢nica de la belleza e importancia de la bas¨ªlica de San Eutropio con su impresionante cripta, la catedral o la abad¨ªa de las Damas.Un ambiente como el de Santes resulta id¨®neo para Festival y Cursos, por lo que, durante seis a?os se han venido celebrando ciclos dedicados a la m¨²sica antigua. A partir de la presente edici¨®n, a las creaciones del pasado se unen las del presente, tarea que dirigen y encauzan Alain Pacquier, fino conocedor y estudioso del arte pret¨¦rito, y Harry Halbreich, verdadero campe¨®n en cuanto a promover y difundir la m¨²sica de nuestro tiempo. A ellos se une el espa?ol Alejandro Massd, encargado de asesorar en materia de tradiciones populares espa?olas. Pues hay que decir que el VII Festival de Saintes ha tenido como tema la m¨²sica ib¨¦rica y a su mejor realizaci¨®n han contribuido con los organismos franceses algunos espa?oles: Ministerio de Cultura, de Asuntos Exteriores y Radio Nacional de Espa?a, que, en uni¨®n de Radio Francia, asegur¨® la transmisi¨®n y grabaci¨®n de gran parte de los programas.

En su momento se habl¨® de la intervenci¨®n de la Orquesta Nacional al lado de la Nueva Filarm¨®nica de la Radio Francesa, lo que al fin no ha tenido lugar. Con ello se han quedado en lierra algunas obras significativas e incluso algunos autores.

Dada la estructura del festival, el estir¨®n ha sido tan grande que, por falta de la m¨¢s adecuada infraestructura, no han faltado defectos de organizaci¨®n, perfectamente conllevables y hasta dir¨ªa que, en alg¨²n sentido, atractivos, pues han roto la rigidez de las programaciones y todos los asistentes ten¨ªamos la sensaci¨®n de que colabor¨¢bamos cada d¨ªa, con nuestra presencia e inter¨¦s, a dar vida a algo que la tiene radicalmente brillante. La ciudad de Saintes, sus vecinos y su crecido n¨²cleo de veraneantes, responden a todas las distintas convocatorias, aun contando con que muchos d¨ªas se celebraron hasta tres y cuatro manifestaciones.

Jordi Savall y su grupo

Conocida es la extraordinaria val¨ªa del catal¨¢n Jordi Savall como ?violinista de gamba?, uno de los mejores del mundo en el momento actual. Su presencia en Saintes ha sido triple: como instrumentista, como director del grupo Hesperion XX, los Ateliers del Centro Internacional de Recherches Musicales de la Abad¨ªa de las Damas y los conjuntos Dulcis Harmonia y Carmina, de Barcelona.Las versiones de nuestra m¨²sica pret¨¦rita (desde el ?Llibre Ver mell? hasta el Barroco) tienen seg¨²n la visi¨®n de Savall, una gran virtud: la de su inmediata y efectiva comunicatividad. El gran p¨²blico ha reaccionado ante ellas como si del mism¨ªsimo Beethoven se tratara. Como sucede en estos casos, cuanto hace Savall (o mucho de ello) es perfectamente discutible, y aun sin hablar de purismos inasibles, por otra parte, ciertos fragmentos del Llibre Vermell pudier¨®n parecer en exceso espectaculares, aun teniendo en cuenta que se trata de un testimonio de canciones y danzas sagradas cuya pr¨¢ctica, por su car¨¢cter popular, debi¨® estar abierta a muy diversas combinaciones vocales-instrumentales y estil¨ªsticas.

El Renacimiento, en sus escuelas castellana y andaluza, ocup¨® otro programa de Savall confeccionado con un criterio compendioso muy inteligente para que las distintas formas vocales e instrumentales y los m¨¢s representativos autores estuvieran presentes. As¨ª, Flecha, Pisador, Narv¨¢ez, Pedro Guerrero, Del Enzina, Valderr¨¢bano, V¨¢squez, Cabez¨®n, Ortiz, Santa Cruz, Castro fueron cantados y ta?idos con propiedad y gran poder expresivo. No fue menor en el caso del Barroco, con las apenas escuchadas danzas de Salaverde, los tonos humanosde Milan¨¦s, Mart¨ª Valenciano e Hidalgo; los ?Solos con instrumentos? de Mar¨ªn, Dur¨®n y Navas;las danzas de Soler o la tonadilla de Laserna Las murmuraciones del prado. Montserrat Figueras tuvo un destacado protagonismo como cantante de muy bella voz, y Hopkinson Smith acredit¨® incuestionable m¨¦rito como guitarrista y vihuelista. Mas no es cosa de citara cuantos lo merecen, sino momento de dar unas visiones panor¨¢micas de lo que ha sido el Festival de M¨²sica de Espa?a y Portuga l, difundido casi diariamente, en directo, por los micr¨®fonos de Radio Francia.