El embalse de El Pardo, coto cerrado para el deporte

El pirag¨¹ismo es de las disciplinas que m¨¢s alegr¨ªas, ¨¦xitos y medallas proporcionan al deporte espa?ol. Como tantos otros deportes, anda metido en serias dificultades para ejercer su pr¨¢ctica en condiciones normales. El pirag¨¹ismo, por otra parte tambi¨¦n es de los deportes que se ven enfrentados a Icona y en general a todos los ecologistas. Con esto el problema de lugares para poder practicarlo aumenta, ya que son muchos los r¨ªos en los que se prohibe. El tema es especialmente grave en Madrid, donde los pirag¨¹istas tienen que acudir a la Casa de Campo en lamentables condiciones y, sin embargo -seg¨²n manifest¨® a EL PA?S el presidente de la Federaci¨®n, Manuel Fonseca-, no pueden ni asomarse al embalse de El Pardo, que, pese a se patrimonio nacional, est¨¢ vetado por las secuencias del r¨¦gimen anterior.

M. A. CALLEJAHerminio Men¨¦ndez, Esteban Celorrio, Jos¨¦ Ram¨®n D¨ªaz L¨®pez-Flor y Luis Gregorio Ramos Mision¨¦ formaron el equipo de K-4 que obtuvo el Campeonato del Mundo en 1975, medalla de plata en los Juegos Ol¨ªmpicos de Montreal y dos veces alcanzaron medallas de bronce en 1977. Nada de esto, sin embargo, ha servido para solucionar los graves problemas con los que se enfrenta el pirag¨¹ismo y que expuso sin prejuicios Manuel Fonseca. ?No hacen m¨¢s que ponernos dificultades. Son ya muchas veces las que los palistas tienen problemas, bien con la Guardia Civil, bien con los guardas forestales, para poder practicar en muchos de nuestros r¨ªos. A m¨ª personalmente me han llegado a sacar del agua y en estos momentos tengo -como tantos otros palistas- presentado un contencioso-administrativo.? Se trata de que ICONA opina que el descenso de las piraguas por el r¨ªo perjudica ostensiblemente a los peces y, en consecuencia, a la Naturaleza. Se sabe que en pa¨ªses como Estados Unidos y Alemania. diversos estudios han confirmado que el movimiento que hace el pirag¨¹ista con la pala y el ruidoo efecto que ¨¦sta produce en el agua es completamente natural y en. nada asusta ni perjudica a los peces. ICONA, en el cumplimiento de su misi¨®n, cuida en extremo sus medidas por la conservaci¨®n de la Naturaleza, y mientras los pirag¨¹istas dicen que si los r¨ªos son de todos, ellos pueden practicar, su deporte, ya que est¨¢n convencidos de que en nada perjudican.

Inadmisible

El problema es grave en casi todas partes, pero poco menos que inadmisible en Madrid, donde el r¨ªo Manzanares se encuentra en lamentable estado para casi todo y por supuesto, impracticable para el pirag¨¹ismo. Vergonzoso es igualmente el estado en que se encuentra el embalse de la Casa de Campo. m¨¢s foco de infecci¨®n que otra cosa. Adem¨¢s no goza de vestuarios m¨ªnimamente acondicionados. Nadie quiere ir a, la Casa de Campo. El ¨²nico lugar en buenas condiciones para hacer pirag¨¹ismo es el embalse de El Pardo, al que seg¨²n manifest¨® Manuel Fonseca, no se pueden ni acercar. ?He intentado y sigo haciendo todo tipo de gestiones, pero hasta el momento nada he conseguido. Seg¨²n parece, es Fuertes de Villavicencio quien se opone a que nade entre all¨ª. Y all¨ª est¨¢ el embalse, sin que nadie lo utilice para nada. Si logr¨¢ramos que los palistas pudieran ir all¨ª ser¨ªa un paso de gigante hacia arriba, no s¨®lo para el piraguismo de Madrid, sino para el de toda Espa?a, ya que en muchas ocasiones se evitar¨ªan largos desplazamientos.?

Una vez m¨¢s el deporte, en este caso el pirag¨¹ismo, se ve perjdicado directamente por culpa de unas malas estructuras y unas arcaicas costumbres, llenas de prejuicios, que no tienen en cuenta para nada el prestigio que esos triunfos conseguidos por nuestros palistas dan en todo el mundo. Les ha tocado a los espa?oles sufrir todos estos inconvenientes, cosa por otra parte l¨®gica, ya que en pocos pa¨ªses existe un Manzanares, un lago de la Casa de Campo como los nuestros, ni quiz¨¢, un empe?o por la conservaci¨®n de la Naturaleza tan peculiar -los rascacielos y los miles de edificios que hay construidos en zonas verdes y r¨²stico-forestales s¨ª van en contra de la Naturaleza y desde luego, en ninguno un embalse como el de El Pardo rodeado de esas especial¨ªsimas circunstancias que siguen repercutiendo en la falta de desarrollo de nuestro deporte y por lo que se ven afectadas injustamente algunas de sus disciplinas, en este caso el pirag¨¹ismo, pese a los esfuerzos que los palistas hagan por mantenerla en buen lugar.