Una buena idea desaprovechada

Capricornio Uno est¨¢ construida sobre una divertida hip¨®tesis que, al menos una vez, ha estado en la mente de todo horrible de nuestra ¨¦poca. ?Y si las im¨¢genes del primer hombre que pis¨® la Luna no fueran sino h¨¢bil trucaje cinematogr¨¢fico, perfectamente factible, por otro lado? Peter Hyams ha hecho suya esta monumental broma, pero trasplant¨¢ndola al primer vuelo a Marte. Los autores de la broma -sin ninguna gracia, por cierto- son un reducido grupo de altos ejecutivos de la NASA, con lo cual queda a salvo tanto la dignidad nacional de EEUU como la ¨¦tica particular de los tres frustradosy manipulados astronautas.La pel¨ªcula intenta agradar e interesar, pero sus fallos son excesivos. Hyams no controla las elipsis y los continuos saltos de tiempo despistan continuamente al espectador, ya que los personajes retoman una conversaci¨®n en el mismo punto en que la dejaron un mes antes. Por otro lado, algunos de los personales m¨¢s atractivos y que m¨¢s juego pod¨ªan dar a la historia son absolutamente desaprovechados, as¨ª el joven cient¨ªfico que descubre el fraude -casualmente amigo del periodista protagonista- o el personaje de Karen Black, cuya fugaz aparici¨®n s¨®lo es justificable por el placer de verla, aunque s¨®lo sea unos instantes.

El error m¨¢s grave de Hyams es no haber desarrollado el humor latente en la an¨¦cdota original. De haberlo hecho, Capricornio Uno pod¨ªa haber sido una estupenda comedia de acci¨®n.

Del reparto cabe destacar a Sam Waterston, ya que Karen Black -como he dicho- sabe a poco y Elliott Gould se imita descaradamente a s¨ª mismo.