Londres toler¨® la violaci¨®n del bloqueo contra el r¨¦gimen de Salisbury

El Gobierno brit¨¢nico est¨¢ a punto de sufrir su particular ?Watergate? a consecuencia de la burla del bloqueo petrol¨ªfero contra el r¨¦gimen de lan Smith, por parte de las compa?¨ªas British Petroleum y la anglo-holandesa Shell. El ministro de Asuntos Exteriores, en cuyo poder obra el ?informe Bingham? -que declara probada la violaci¨®n por las dos multinacionales del bloqueo impuesto por las Naciones Unidas y vigilado por la flota brit¨¢nica-, ha remitido el explosivo documento al fiscal general para que inicie la adjudicaci¨®n de responsabilidades pol¨ªticas y legales a que hubiera lugar y que pudieran concluir en el proceso de numerosas personalidadesNuevas revelaciones afianzan la idea de que la administraci¨®n laborista de Harold Wilson y conservadora de Edward Heath han estado durante a?os ignorando deliberadamente la violaci¨®n del embargo. Ex ejecutivos de British Petroleum y Shell, han declarado haber mantenido al corriente a altos funcionarios gubernamentales, entre 1965 y 1972, de lo que estaba ocurriendo. Entre las personas que se citan como plenamente informadas de los acontecimientos figuran Lord Thompson, secretario para la Commonwealth en el primer Gabinete Wilson, y Lord Greenhill, actual representante del Gobierno en la empresa estatal British Petroleum y secretario del Foreign Office de 1969 a 1973.

La raz¨®n fundamental por la cual los Gobiernos implicados prefirieron no darse por enterados de la flagrante violaci¨®n del bloqueo fue el temor a que Sur¨¢frica tomara represalias contra Gran Breta?a obstaculizando la ruta de El Cabo a sus petroleros e impidiendo el normal abastecimiento de crudo, cuando ya se anunciaba la gran crisis petrol¨ªfera y el canal de Suez, hab¨ªa sido cerrado como ruta alternativa.

Sur¨¢frica, seg¨²n la BP y la Shell, amenaz¨® directamente a estas compa?¨ªas, que operaban en su territorio, con incautarse de sus activos si opon¨ªan resistencia al abastecimiento a Rodesia a trav¨¦s del, por entonces, Mozambique portugu¨¦s.

Diputados laboristas y liberales pidieron ayer la inmediata publicaci¨®n del informe ?Bingham?, que no se espera hasta noviembre, y una investigaci¨®n a gran escala para que salgan a la luz las cabezas culpables.

El esc¨¢ndalo amenaza a Harold Wilson, que declara ignorarlo todo, y a Edward Heath, pero tambi¨¦n a la credibilidad del actual Gabinete y al propio primer ministro, que fue secretario del Foreign Oficce antes de ser elegido l¨ªder laborista.

No en vano, Gran Breta?a, como claman sus medios informativos, gast¨® durante a?os millones de libras de sus contribuyentes en realizar un despliegue naval permanente para impedir la llegada a Rodesia de un petr¨®leo que, con conocimiento oficial, era introducido por la puerta trasera.