Notables divergencias entre Tarradellas y sus principales colaboradores

Los profesores Josep Lluis Sureda y Josep Mar¨ªa Bricall llegaron a presentar, a principios de agosto, la dimisi¨®n de los cargos que ocupan en la Generalidad, condicion¨¢ndola a un cambio en la trayectoria pol¨ªtica de la misma, seg¨²n supo EL PA?S en fuentes muy fidedignas de la propia Generalidad. El presidente de la instituci¨®n preauton¨®mica rechaz¨® ambas dimisiones, mientras se compromet¨ªa a considerar los argumentos expuestos por los dimisionarios. Sureda es vicepresidente de la comisi¨®n mixta Generalidad-Estado y Bricall es secretario general de la Generalidad.

Al no ser efectivas las dimisiones, el inter¨¦s del tema se centra en que este hecho acredita las fuertes reticencias que crea en Sureda y Bricall la actual pol¨ªtica de Tarradellas. Tanto Sureda como Bricall son partidarios de r¨¢pidas transferencias de poder a la Generalidad, proceso que seg¨²n los socialistas, es frenado por Tarradellas. En el caso de Sureda se produce la sorprendente paradoja de que es militante de base del Partido de los Socialistas de Catalu?a, organizaci¨®n cuyas discrepancias con Tarradellas son constantes. Por su parte Bricall, disc¨ªpulo y amigo personal de Sureda, no milita en ning¨²n partido pero sus convicciones son claramente de izquierda.La actitud de Bricall y Sureda se produjo paralelamente a la presentaci¨®n a Tarradellas de un plan de actuaci¨®n elaborado por los primeros. En ¨¦l se establec¨ªa un calendario de transferencia a la Generalidad que implicaba una r¨¢pida desaparici¨®n de las diputaciones (en todo caso antes del 1 de octubre), una potenciaci¨®n de la Generalidad, normas en materia personal, agilizaci¨®n de la estructura burocr¨¢tica y otras cuestiones conexas. Tarradellas, en un principio, en vez de aceptar estos cambios, propugn¨® una concentraci¨®n de poder en la secretar¨ªa general de la Generalidad, en detrimento de las consejer¨ªas, lo cual no ten¨ªa nada que ver con lo propuesto por Sureda y Bricall (v¨¦ase EL PA?S, de 5 de septiembre).

Estos hechos se produjeron cuando el distanciamiento entre Tarradellas y sus m¨¢s directos colaboradores era ya patente. Tal es el caso de las relaciones entre Tarradellas y Frederic Rahola, extremadamente fr¨ªas y distantes, seg¨²n manifest¨® el propio Rahola a un parlamentario catal¨¢n. Lo mismo puede decirse del total distanciamiento existente entre Tarradellas y Manuel Ort¨ªnez, que obr¨® de mediador entre el actual presidente de la Generalidad y Adolfo Su¨¢rez en las negociaciones previas al restablecimiento de la Generalidad.

En todos los casos citados, y en otros que ahora no es procedente comentar, se aprecia que los antiguos colaboradores directos de Tarradellas han quedado manifiestamente a la izquierda de. ¨¦ste, mientras se?alan su preocupaci¨®n por el personalismo y la inoperancia que caracteriza a la instituci¨®n preauton¨®mica catalana. En, lo que respecta a Sureda y especialmente a Bricall no cabe duda de que Tarradellas intentar¨¢ hallar una f¨®rmula de arreglo m¨¢s o menos definitiva. El papel de Bricall en estos momentos es absolutamente clave dentro de la Generalidad.

Consultado anoche por EL PA?S, el profesor Sureda se limit¨® a comentar: ?No estoy pensando en dimitir, sino en hacer bien mi trabajo.?