Carlos Ferrer, virtual presidente de la CEOE antes de las elecciones

De acuerdo con las previsiones, Carlos Ferrer es ya el ¨²nico candidato a la presidencia de la CEOE (Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales) en las elecciones que se celebrar¨¢n el pr¨®ximo lunes. El plazo de presentaci¨®n de candidaturas finaliz¨® a las diez horas de ayer lunes. Esta convocatoria electoral de la gran patronal espa?ola es probablemente la causa esencial del probable aplazamiento de una semana en las jornadas de reflexi¨®n promovidas por el vicepresidente econ¨®mico, Fernando Abril, para analizar los resultados y evoluci¨®n de los pactos de la Moncloa.

Fuentes de la CEOE manifestaron ayer que el actual presidente y candidato a la reelecci¨®n, Carlos Ferrer, no concurrir¨ªa a ning¨²n acto p¨²blico hasta el momento de las elecciones, con objeto de no interferir en las ¨²ltimas jornadas del proceso electoral. Las mismas fuentes han estimado que Carlos Ferrer puede ser refrendado por m¨¢s de un mill¨®n de votos, que le convertir¨ªan en el m¨¢s calificado interlocutor del eventual proceso de negociaci¨®n de un nuevo pacto.

En relaci¨®n con las elecciones para la presidencia de la gran patronal, hay que se?alar que un n¨²mero indeterminado de agrupaciones encuadradas en CEOE no podr¨¢n concurrir a la votaci¨®n, al no haber satisfecho sus cuotas e n el plazo se?alado y que concluy¨® a las cero horas de hoy. Seg¨²n afirmaciones del tesorero, se?or Segurado, no constaba que agrupaci¨®n alguna hubiera declinado abonar sus cuotas como muestra de desacuerdo con el proceso preelectoral que ha culminado con, la presentaci¨®n de una: sola candidatura. A su juicio, los impagos de cuotas se deb¨ªan esencialmente a la imposibilidad real de abonarlas por parte de algunas agrupaciones que calcularon mal su poder de convocatoria y se encontraban pr¨¢cticamente desprovistas de fondos.

Ayer, Jos¨¦ Antonio Segurado, actual vicepresidente de. CEOE y -seg¨²n propia confesi¨®n- coordinador general de la campa?a de Carlos Ferrer para la reelecci¨®n, reuni¨® a los informadores para exponerles algunos criterios sobre el futuro y muy especialmente a la vista de una eventual negociaci¨®n con las fuerzas sindicales. El se?or Segurado se?al¨® que la patronal espa?ola se constitu¨ªa como un claro grupo de presi¨®n y que estaba dispuesta a defender hasta las ¨²ltimas consecuencias el sistema de econom¨ªa de mercado.

Tras insistir en que ?ser empresario es hoy muy dif¨ªcil?, el tesorero de la CEOE indic¨® que la labor m¨¢s importante desarrollada hasta estos momentos por la patronal consiste en haber convencido a los empresarios de toda Espa?a para que lo sigan siendo. El se?or Segurado culp¨® a la prensa de la mala imagen empre5arial, asegurando que la figura del empresario era constantemente maltratada y deteriorada en todos los medios de comunicaci¨®n, ?lo que no es de extra?ar cuando muchos colectivos redaccionales se declaran abiertamente marxistas?.

Respecto a la futura negociaci¨®n, se?al¨® que CEOE estaba plenamente de acuerdo con las conclusiones del consejo confederal de Comisiones Obreras, en el sentido de que era preciso negociar un marco global de negociaci¨®n colectiva y actividad sindical. Igualmente estim¨® como muy beneficioso el desarrollo del proceso preelectoral de CEOE, indicando que ¨¦sta era la ¨²nica entidad empresarial realmente cualificada para ser interlocutor del Gobierno y centrales sindica les. ?Ni CEPYME ni COPYME tienen la m¨¢s elemental representatividad, por lo que su presencia en las negociaciones est¨¢ de todo punto injustificada.? En lo referente a los sindicatos, con los que reconoci¨® que el di¨¢logo es dif¨ªcil al propugnar ellos la sustituci¨®n final del modelo econ¨®mico, declar¨® que CEOE es partidaria de que s¨®lo acudan aquellas centrales, adem¨¢s de las mayoritarias, que obtuvieron representaciones superiores al 5 % en las pasadas elecciones; al amparo de este criterio, se sentar¨ªan a negociar, adem¨¢s de CCOO y UGT, USO y ELA-STV.

Finalmente, el se?or Segurado mostr¨® su escepticismo por las recientes afirmaciones de altos cargos de la Administraci¨®n. augurando una reducci¨®n del paro en 1979, si se lograba una tasa de crecimiento del 4,5 %. ?Nos contentar¨ªamos con no incrementar la actual tasa de paro del 9%.? Igualmente se mostr¨® reservado sobre las posibilidades de relanzar la inversi¨®n sin una clarificaci¨®n de expectativas y una restituci¨®n del beneficio empresarial.